Este es un proyecto que como varios, lo he podido disfrutar desde el principio hasta casi el final. Digo casi, puesto que estuve desde el levantamiento del estado original, hasta concluir la recuperación de la casa. Posteriormente el proyecto tomó otro rumbo, dentro de la adaptación museográfica para el Museo de Arte Precolombino, Casa del Alabado.
En la última visita que hice a Ecuador, en el primer trimestre del 2013, coincidencialmente tuve la oportunidad de acompañar a Luis López a exponer una conferencia sobre el proceso de recuperación de la casa y el montaje del museo.
Esta experiencia me fue muy grata, porque por un lado puede entrar una vez más en esa complicidad que buenos momentos nos ha dejado, pero además por volver a saborear el empeño que en su momento pusimos en este proyecto, el que considero que en fue un punto y aparte luego de mucho trajinar en un centro histórico muy especial
La Casa del Alabado, dentro de mi propia evolución profesional, es el final de una etapa, la de la dirección de obras de rehabilitación e intervención arquitectónica en centros históricos. Antes de este proyecto, muchos otros y creo que luego de este, mis intereses tomaron un sentido nuevo y diferente, más centrado en lo urbano, antes que lo arquitectónico como objeto, lo humano, antes que los contenedores y la investigación, la teoría y gestión antes que la arquitectura como objeto especulativo.