Hay veces en que uno se hace compromisos con uno mismo.
El año pasado la mejor película que vi fue el secreto de tus ojos y creo que eso consagró a Ricardo Darín como uno de los mejores actores, y siempre que hablo de Él no puedo dejar de mencionar la película por la que le conocí, que sigo creyendo que aunque Él no ha dejado de mejorar, es una de mis películas preferidas, Nueve Reinas.
Este año he visto poco cine, pero si hay alguna película por la que se debería premiar a Bardem es por biutiful, bueno en realidad no sé a quién es que hay que premiar, a lo mejor a Alejandro González Iñarritú…casi que me da igual, creo de verdad, que hay un cine que se sale de competencias. Son más bien algo como una experiencia sensorial, que al final de verla solamente te queda un estado, una sensación…
Y recuerdo desde Jamón y Jamón a no es país para viejos, pasando por Amores Perros, 21 gramos y Babel; Recuerdos todos estos con música de fondo de Gustavo Santaolalla, a lo mejor Ronroco…que me manda mis raíces andinas.
Pero más allá de mis recuerdos y de todos los Goyas que mañana se va a llevar Bardém, y por eso la oportunidad de este post y de mi auto compromiso, es que realmente creo que el cine de Darín, el de Bardém o el de Alejandro González….y muchos más que recuerdo, realmente son una experiencia más que una industria y un negocio.