Tres voces melancólicas se me acercan, me dejo sorprender y me regocijo en la incertidumbre de un montón de sentimientos extraños. Lo único que en ellos es concreto y conocido es la tristeza, un poco de soledad y montones de recuerdos.
Buenas compañeras estas voces, a lo mejor síndrome de la época, a lo mejor banda sonora de mis días, a lo mejor simplemente casualidad. Están geniales, me siento arropado.