A María Pajarito

Hoy he tenido un romance, romance infantil y de caricias.
El romance de la única mujer a la que he visto nacer y la única por la que daría mi vida para que no creciera más. Mientras acariciaba y peinaba su pelo húmedo, algo enredado, en la mitad de sus sollozos, por el tirón del pelo al pasar el cepillo, he pensado que le querría más, algo calva para no hacerle daño. Le querría algo más si pudiera congelar su mirada, para dejar de verla crecer, alistarse y volar.
Le quisiera algo más si pudiera entender por qué se me hace tan duro ser papá.
Porque hoy con su pequeña carita entre mis manos, he visto una mirada de amor tan grande ante mis lágrimas que sé que será eterna, solo por eso sé que le ayudaré a volar.

Banda sonora para una siesta esperada

La suave textura de la manta térmica, si cerrabas los ojos podías escuchar los rechinidos de las delgadas fibras, soul eyes, de Melissa Aldana, sonaba muy bajito, tanto como para que se pudiera escuchar el quejido de la manta…un rechinar, mitad natural mitad sintético.
Que pedía la manta?
Que era lo que aquellos dos cuerpos que se sentían ajenos no lograban comprender, entender, escuchar.
Que es lo que la manta pedía?
probablemente el mensaje de dos corazones que en muchos años nunca dejaron de estar juntos, probablemente el chillido no era comprensible desde la textura de la manta.
hacía falta mirar.
Tener todo descrito y mirar la tenue sensación con la que en baja luz, los montículos de las partes, cubiertas por las mantas y en penumbra, como montañas al atardecer, aproximaban los cuerpos, de piel, lentamente se aproximaban. totalmente conectados con los deseos de años de cercanía, con el ímpetu de la manta, con los deseos del corazón.

After dark, Murakami

Hay dos cosas que me parecen maravillosas en la historia. La primera que creo que es algo con lo que coincido totalmente con Murakami. Me es imposible la vida sin una banda sonora. Creo que va desde ruidos hasta canciones mismas, pero no las que suenan, sino mucha que en ocasiones me dan muchas ganas de poner a ciertas situaciones…en fin, que yo empezaría siempre diciendo,…en el fondo suena…
Y creo que esto es lo que le hace a la historia tan «guionesca»(palabra que creo que acabo de inventar) y es que es imposible leer a Murakami sin visualizar las escenas de cada situación, como si fuera el guión de una película, más que una historia; y esto se refuerza por la segunda cosa que me impresiona y gusta mucho a la vez. La extremada descripción de los detalles. Es eso lo que aporta toda una estética a la imagen.

Luego me cuesta un poco concentrarme en percepciones de los personajes, para imaginar lo que sienten. Bueno, a lo mejor es que me deja de importar la situación ante dos elementos tan contundentes e importantes para mi. El detalle y el sonido.

Quito

No mucha gente habla de su ciudad. No mucha gente se impresiona, se deja impresionar del paisaje, de la imagen gráfica (lo que ve) y mucho más de ese gran contingente sociológico y antropológico que es la ciudad(lo que se sabe y se siente). Y esto…dicho sea de paso…entre urbanos. Ni se diga los rurales, que creo que tampoco. Finalmente y más allá de mi opinión, es poco la gente que habla de su territorio. Pero aunque lo veamos, aunque el camino innegable sea el deterioro de ese sentido y sentimiento de pertenencia y territorialidad, que el hombre cada vez pierde frente a la globalidad, yo me resisto! ! ! existe una fuerza interior indescifrable que permite que broten de dentro mío un indestructible esencia de Pertenencia a un territorio.

El otro día mientras escuchaba, justamente que el inicio de la aceptación de la globalidad, empieza por perder el sentido de territorialidad y con ello de identidad territorial local, recordé que estaban a punto de venir las fiestas de mi ciudad, mi espacio, mi casa, mi territorio. El escenario más importante de mi vida, O de la parte más importante (aún) de mi vida, y mientras intentaba hacer todo el ejercicio por DESENTERARME de lo que decían en la conferencia escribí esto, que a lo mejor es la manera que me queda de decir: Viva Quito:

Días tristes a la distancia, no me sabe el paladar a hornado y pilsener,
Días tristes, las fiestas de mi pueblo de lejos.
días lejanos esos del 40, bailes en la calle, silbadores y diablillos
…y mañana sin chuchaqui
no habrán calles de de adoquín de piedra.
no habrán brillos de lluvia en el suelo.
ni olores de sahumerios en las iglesias.

solo papá Noel y Reyes…uno más ajeno que otro
si habrán sonrisas y caricias de nenes
las felicidades chiquititas
que hacen que la distancia
valga la pena

entre lobos y casualidades

Cuando sea mayor yo quiero ser como el azar. con esa voluntad de capricho que aparece y desaparece a su antojo, y mientras no está te mantiene en el vértigo de la atención, estar atento a que no se te pase por delante y no te enteres. Ayer gracias a eso, he visto en el mismo día dos películas maravillosas. Entre Lobos de Gerardo Olivares, película basada en una historia real, de esas que es complicado que la ficción le supere. Aún recuerdo la estética de 14 kilómetros, otra película del mismo director que hace un par de años me impresionara sobretodo por su limpieza y escrupulosidad tanto en la estética de las imágenes como en el guión.

entre películas e identidad

A principio de los ochentas, cuando estaba a punto de estrenarme de adolescente, vi también como se estrenaba, quien luego sería un buen representante de la Música latinoamericana, concretamente cantado los «clásicos de la provincia» del maravilloso Rafael Escalona. Carlos vives, que posteriormente también vería como moría su figura en el obscurisisimo mundo del Pop, y quien encarnaría en su primera serie televisiva a «gallito Ramírez» junto a Margarita Rosa de Francisco, uno de mis primeros amores platónicos de esos que uno de adolescente cree que al día siguiente se lo encontrará en la calle. Pero No. Al que me encontré al día siguiente fue al mismo Carlos Vives y no precisamente en la calle sino en una de la que considero de las mejor películas que he visto en mi vida. Se trata de «La Estrategia del Caracol»exactamente en 1993 dirigida por Sergio Cabrera. Una historia totalmente cotidiana y popular, intima y profunda, acerca de un símbolo.

LA CASA, el sitio de vivir y de dormir, el sitio de dejarse rodear por los vecinos, íntimos de amores y odios, pero sobre todo del sentimiento más cotidiano de vivir en sociedad, el sentimiento probablemente más político y humano a la vez. La solidaridad. ¿Hasta donde puede llegar la solidaridad de los vecinos? Pues hasta llevarse la casa, mudarse con la casa puesta, que finalmente es la realidad, porque algo que es realmente muy difícil, es quitarle el sentido de pertenencia de territorio a las personas que lo tienen, claro. Y así mismo, una de las mejores estrategias para tener una población débil, es no permitir que tengan más sentido de territorialidad que unos cuantos metros.

Unos cuantos años después vendría «En Construcción» de José Luis Guerín,gran documento de alta sensibilidad acerca de la destrucción de la identidad territorial.

Explícitamente como el cuchillo potente y poderoso de la intervención inmobiliaria irracional penetra como un cuchillo asesino en la gran urbe consolidada y el proceso de unas muertes y el nacimiento de otros procesos. La superposición de eventos urbanos que construyen una ciudad «contemporánea»…gran sensibilidad y una particular velocidad de contar la cuestión enlazando eventos sueltos en montones de historias que se pueden tejer en la memoria de cualquier espectador, a través de contarte solo una.

Finalmente el otro día vi una película ligera, con un trasfondo entre lineas de mucha potencia. Para que no me olvides, la historia de un muchacho que siendo estudiante de Arquitectura, ayudaba a una familia de escasos recursos a poner en valor legalmente una casa patrimonial que la presión inmobiliaria trataba de comérsela. Finalmente una vez muerto el chico (por accidente de bicicleta) se puede saber que realmente lo que el protegía no era el patrimonio en sí, sino que en esa casa había vivido su abuelo (Fernando Fernán Gómez) quien al empezar con rasgos de demencia senil y olvidos, cuanta las historias al chico quien las escribe minuciosamente en cuadernos…que realmente serían el instrumento para reconocer la casa y así salvaguardar la memoria espacial.
¿qué nos queda si nos quitan la memoria?
¿qué nos queda si nos quitan el sentido de pertenencia territorial?
creo que esto tiene mucho que ver con la IDENTIDAD.

Juan José Millas y Lo que sé de los hombrecillos

Acabo de leer esta novela de Juan José Millas y creo que hay mucho que decir. Me ha gustado, me ha entretenido pero sobre todo me la he vivido.

Cuando uno asume una experiencia creo que esta se rodea de sucesos, con esta novela me ha sucedido eso, es que ha coincidido con varios episodios que intentaré narrarlos y es que la verdad lo he disfrutado mucho más que el libro por si mismo.

Primero sucedió que escuche del lanzamiento del Libro de camino a una reunión, afortunadamente y como siempre intento ir con tiempo ya que la zona es altamente complicada de aparcar, tenía el tiempo suficiente para ello pero no para parar a comprar el libro, cuya librería estaba a corta distancia de la reunión (en coche) pero a alguna más importante andando. De todas formas y casi por sacarme el gusanillo, pasé por la librería y encontré un -milagroso- sitio para aparcar en la puerta misma. Lo cual para mi quiso decir que el libro tenía que ser mío.
lo he leído poco a poco durante la semana, con esfuerzos grandes de detenerme par descansar ya que podía seguir y seguir. faltándome dos capítulos para terminar, escucho una entrevista en la radio, en la cual el autor (que es partícipe del programa radial) era preguntado por lectores (a manera de tertulia de lanzamiento), pero entre las intervenciones me llamó mucho la atención de una mujer de algún país oriental que estaba haciendo una tesis doctoral acerca del autor. De pronto y mientras hacía la compra y escuchaba la radio con mis audífonos conectados a la radio de mi móvil, me puse a pensar en lo que realmente significaba para esa mujer, que había seguido por tanto tiempo y con tanto sacrificio al autor, estar hablando con Él. La verdad es que me emocioné mucho y hasta tuve que disimular las caras que hacía, ya que no eran las dignas de un supermercado ni de la compra.
Esa noche mismo tuve la obligación de terminar la novela, que está bien, excepto por el final. Habría esperado algo tan creativo y emocionante como el desarrollo, pero no. Es una historia a lo Norteamericano, con final feliz, que creo que realmente le hace perder mucho, casi y diría que la aborta.
pero subyace algo para mi mucho más importante que la historia misma. Es como que quisiera entender que detrás de ella hay un guión, una estructurada estrategia de decirnos todo lo que no está escrito en la novela pero que todos lo entendemos. Ese voyerismo, una historia paralela construida con elementos puramente simbólicos. El huevo, la ropa interior, el sexo anatómico. El vértigo y el miedo, más que el abismo y el asesinato…creo que es una maravillosa novela por todo lo que no está en sus letras, sino en el entendimiento implícito que te deja el leerla. Grande, muy grande Millas.

Myostatiini ~ täydellinen kehonrakennus proviron tangot painonnosto / kehonrakennus / crossfit pallini.

Antonio Preciado

No es complicado que me guste la poesía, pero en general es poca la que considero buena y uno de mis autores favoritos es Antonio Preciado:
TAL COMO SI JUNTÁRAMOS CAMPANAS
Antología esencial 1961 – 2009


HISTORIA

Correteaba la miel; pero ese día
el fusil
me dieron en la línea animal
del espinazo,
y desde entonces ando
de rencor en rencor,
de guerra en guerra,
con un fusil alerta entre las manos.

Benjamín Escoriza, Enrique Morente y la Magia de la Arquitectura.

Poco hay que decir de una banda tan, pero tan progre como Radio Tarifa, que no se haya dicho ya. Poco hay que decir de la fusión del Flamenco sin nombrar a Radio tarifa y más todavía de Benjamín Escoriza. Sé que todo lo que suena a sefardí, me tira me llama…el Este tira…y el segundo disco de Escoriza justamente se llamaba «mirando p´l este» por esa perpetua necesidad de su Mediterráneo. Pero ahora van más allá, de hecho en alguna crítica que he leído le tachan al disco de «muy Latino», haciendo alusión a la gira básicamente en América Latina que ha tenido, pese a que ha estado también en paises orientales, bien por todo lo que sea Fussión, que creo que es lo que hay que hacer ahora, creo que son los sonidos contemporáneos.

A propósito de esto recordaba aquél famoso disco de Lagartija nick y Enrique Morente, con una propuesta tan propia de rock y famenco que creo que era muy acertada, y lo recordaba porque hace poco escuchaba una entrevista justamente a él, Enrique Morente, en la que hablaba de lo grande que es ese momento en el que realmente crees que haces magia, ese pequeño instante en el que tu magnitud de entrega es TAL, que parece que no existe el tiempo, y decía:
es como cuando entras en la Alhambra, el concepto de espacio que hay allí, lo puedes sentir, lo puedes oler, hay magia, hay algo especial en su arquitectura.
eso es hacer espacio, es una suerte de magia.

A propósito de una bandera y un romance

Estoy leyendo una novela de Juan José Millas. «lo que sé de los hombrecitos«,se llama, en la que una vez más, este autor me hace sentir que soy su amigo y que su escrito es parte de una conversación con una taza de café.
Particularmente Juan José Millas con Maruja Torres, creo que son dos de las personas más lúcidas de los medios de comunicación que suelo revisar.

Ayer recibí un correo de una buena amiga que solamente decía que echaba de menos tomar un café conmigo; amiga, con la que las sesiones de «café» de nuestras tardes de Quito estaban llenas de CHARLA, CAFÉ Y COLESTEROL, esto me recordó… de pronto…que no soy de aquí y que mi hábitat está lejos, vamos…que estoy lejos de mi ecosistema, porque no puedo(ni debo) decir lejos de casa, porque si que estoy en mi casa.

hace un par de días a propósito de confirmar si mi nueva dirección había sido registrada en al administración correspondiente, en la cual llevo un tramite de pedido de la Nacionalidad, me he enterado (y sin querer) que este proceso ya ha tenido resultado, y es positivo. Estoy a punto de tener dos nacionalidades. Y a propósito de este hecho, en mi perfil de una red social, coloqué que pese a ello, sigo siendo hincha de la Liga de Quito que yo nací en la Vicentina, me alimento de Maís y ahora miro con cariño al mediterráneo todas las mañanas

Hace un par de meses a propósito del envío de un CD, escribí este correo:

Estimado Diego:

La mañana de ayer, marcaba en el programa familiar, la comida del cumpleaños de la abuela. Era en Parcent, pequeño pueblito del a sierra de mediterránea, a 85 Km de Alicante.
Al salir de casa, con discreta anticipación he parado un momento en el Kiosco con pretexto de golosinas para los chicos y he recogido mi disco. me he dirigido al coche, solamente con bolsa blanca, la bolsa como sinónimo de mercado, todo dentro junto y revuelto, las golosinas de los nenes, el disco, el pan y el periódico.
Una vez en el coche he sido breve y silencioso para cumplir el ritual sagrado del celofán. Al abrirlo:
Lo he olido, olor a libro nuevo.
Lo he acariciado, textura lisa de fina dama.
Ritual completo como hago siempre con las prendas apreciadas. Yo solo, mis sentidos y la PRESA.
Los chicos han agradecido las golosinas, les he prendido los DVD del coche y se han enchufado con RATATOUILLE, la película. Preferí tomar la Autopista, pese al peaje, solo por la frívolidad de mezclar la sensación del disco con la velocidad. Lo puse y el sonido del violín me estremeció como siempre y entonces supe que era un acierto. El bandoneón del Marconi, exquisito, y la voz del cigala…es solo la voz del cigala. al llegar a la Nº9 YUKALI, me he estremecido sobremanera al escuchar de fondo, el bandoneón de LIBERTANGO y ha sido un éxtasis provocado por un fantasma que amparaba la música más allá del mismo duende. exquisito total. repentinamente sintiendo como el paisaje se desliza por los cristales he apretado los dientes para no humedecer los ojos ante el estremecimiento provocado por el violín y casi sin que nadie lo notara, al tocar la palanca de cambios he rozado apenas la piel de la mano distraída de mi mujer.

ha sido como como un ligero dolor agudo en un sitio del cuerpo que si existe, no sé donde esta. es como un golpe de corriente en medio de un escalofrío.

Hoy he vuelto a leer y he completado este escrito. Me ha sido urgente, vital, casi un deber, diría, yo, al entender que ese correntaso eléctrico, ese romántico «pajaritos en el vientre» es en realidad la razón por la que estoy fuera de mi hábitat, esa tierra de osos de anteojos, ese mundo con cara de pueblo y gente color piel de bronce y oro, esa tierra de montañas. Hoy es época de mundialización y globalidades y prefiero sentirme en el ciber espacio, donde los vínculos 2.0 amagan fenomenalmente los 10.000 kilómetros que me separan de mi «MUNDO», sin embargo es bueno también creer que siempre es época de musas y que solo hay una razón para estar donde estoy, y tiene nombre, apellido, adjetivos, verbos, e hijos.
ella es mi razón de estar aquí, y si, tengo mi musa.

y como decir esto en música? solo se me ocurre una manera:

Ballaké Sissoko y Vicent Ségal


El mundo global gana terreno, y no encuentro más fascinación que cuando ese territorio es la convergencia armónica de los opuestos, Norte-Sur y sobre todo Oriente y Occidente. Las formas de entender los mundos, las culturas, pero sobre todo la manera exquisita de que en armonía, se encuentren esas expresiones de sensibilidad que se han cargado culturalmente durante siglos, las expresiones mas sencillas.

Es el caso de este disco de Ballaké Sissoko, músico senegalés y el Frances Vicent Ségal, y mejor todavía si «irónicamente» o con todo el derecho del buen entendimiento lo llaman Música de cámara, como queriendo puntualizar que este género no solo se lo puede hacer de traje obscuro y en grandes escenarios. Es una de las mejores expresiones que he encontrado de la conjunción de África y Europa.

Desaprender

Creo que a los 40 es más lo que hay que desaprender que lo que queda por aprender.  Y mañana pienso lo contrario.  Intento todos los días esforzarme en ambos.