Algún día se enterarían de quién era el que movía el espejito, era mi regalo de la mañana, el espejo móvil estaba a la izquierda, su foto de los veinte años a la derecha, al momento de maquillarse, mamá legañosa y recién levantada se miraba despacito y tan pronto como agachaba la mirada al grifo yo movía el espejo enfocando a la foto, ella alzaba la mirada y se volvía a encontrar con la edad en la que me tuvo, me regalaba ese cachito de sonrisa cariñosa y se seguía maquillando, cuanto me pesa haberme ido.