Workshop Cultura Digital

El próximo mes, del 8 al 18 de Octubre estaré impartiendo un taller en El diferencial, el espacio de tecnología del Centro de Arte contemporáneo de Quito.  

El Taller tiene una naturaleza teórica y práctica en la que intentaré llegar con lo que considero los elementos básicos de la Cultura Digital.  He diferenciado tres temas troncales para tratarlos.

Analizaremos como punto de partida la  cultura líquida sobre la base de la filosofía de Zygmunt Bauman, a manera de una forma de entender los cambios actuales.  La identidad Digital, haciendo una pequeña reseña histórica desde la Web 1.0 hasta la web semántica y las herramientas básicas de comunicación individual.  En este bloque me interesa hacer hincapié, en la manera de gestionar nuestra identidad digital con objetivos de red y mundo 2.0, lo que estará estrechamente vinculado con los ejercicios que se plantearán.

En este segundo bloque trataremos las herramientas para la comunicación digital colectiva, herramientas para la comunicación digital abierta y como trabajar en entornos digitales, aquí procuraremos sentar las bases de un trabajo colaborativo que saque el máximo provecho de los recursos de red  para contribuir tanto a nuestros trabajos de investigación como al enriquecimiento de la web semántica.  Los ejercicios que se plantearán en este módulo nos permitirán comprender el manejo de las herramientas para la comunicación colaborativa y sentar una instrumentalización para proyectos propios.

La ubicuidad y la georeferenciación, experimentaremos el trabajo colaborativo procurando crear una comunidad basada en modelos de gestión de proyectos abiertos y nos ejercitaremos bajo principios de community management y el empleo de redes sociales para investigación y difusión de contenidos.  Haremos un ejercicio de deriva urbana con sistemas de registro y mapeo digital.  El interés fundamental de este módulo es que podamos ver a la ciudad como un entorno de aprendizaje expandido, a través de documentación transmedia.

Tengo una particular ilusión en este taller, puesto que en gran medida, luego de la experiencia que realizamos junto con Activadores Urbanos el año pasado en los Barrios de la Zona norte de Alicante y de mi experiencia en Alausí a principio de año, hago un compilación de recursos y herramientas digitales como de mapeo colaborativo y oportunidades de investigación y difusión del mundo 2.0, espero que luego de esto, podamos extender las oportunidades de compartir investigaciones con estas gentiles instituciones que han confiado en esta propuesta.

 

#redlimpia

Estoy preparando un taller de identidad digital y redes.   La institución para la que lo hago, me ha invitado a pensar en algo de Community management para principios del próximo año y ello me llevado a pensar en que me apetecería hacer y he llegado dos conclusiones.

La primera es lo que no quiero hacerlo.  Creo que el mundo oXidental (así con una X a propósito de tachar la tendencia) es muy bueno en «prostituir» conceptos, recuerdo que cuando supe que se estaba enseñando feng shui en las escuelas de negocios de Estados Unidos, se me erizó la piel.  Pues no pasó media década para que en los supermercados, gasolineras y grandes superficies aparezcan libros en plan «el feng shui de los negocios».  A esa forma de prostitución es a la que me refiero.  A esa desproporcionada y desaforada manera de intentar hacer dinero rápido con todo, la que rechazo como parte urgente y prioritaria de no fomentar el neoliberalismo.

Pero no me enrollo más, quien me conoce sabe que no apuesto a ello y por tanto en el mundo del community management no apuesto a sacar el jugo a los «clicks»  no uso herramientas que apuestan a visitas.  Ni creo que los intereses de una empresa se miden por el número de amigos en Facebook.  Ese es el taller que no quiero hacer, además, siendo honestos, de estos encuentras desde gratuitos con titulo de «vendemotos», hasta master de 10.000 euros con titulo de experto en manejo de comunidades extraterrestres.

http://orsieg.es/en
http://orsieg.es/en

Lo que me interesa y me preocupa  es la manera como se puede sacar rendimiento a las verdaderas potencialidades de la red.  Esa capacidad infinita de fractalidad y su registro y producción.  Pienso y quiero de la red, un espacio amable, gentil en donde se pueda cultivar los mas nobles propósitos de las mas complejas comunidades.  Puede sonar algo altruista, pero no.  Creo que debe seguir existiendo la libertad de encontrarse en la red, como uno de los pocos espacios realmente democráticos en donde se puede uno juntar con los que coincides con la peor de las locuras.  Así y con el propósito de contribuir a una red limpia y gentil, me gustaría hacer un taller para hablar de los errores de community management, procurando proyectarlos a buenos hábitos que sean una semilla de protocolos limpios que muchas comunidades ya los han logrado.

Si ves o conoces de esos malos hábitos, cómo la gente que no enlaza los mensajes en le correo, contestando desde el «redactar» cada uno, logrando así,  que los que pertenecen a una misma conversación no se puedan enlazar.  Quien maneja la identidad institucional de un museo y entra a la red una vez al día y envía 35 tweets en 5 minutos…estos y muchos más tuitéalo con el hashtag #redlimpia, escribe a mi correo, o coméntame aquí mismo.

Entre Bicis y percepciones. Otra experiencia de la Ciudad.

People for Bikes from BLACK SWAN on Vimeo.

El 17.06.2010, había escrito esto:

Luego de algunos avatares temporales, he logrado volver a ser ciclista urbano.  El otro día escuchaba a Juan José Millas, a propósito de la reducción del límite de velocidad en las autovías a 110 Km/h, comentaba que le parecía que era un límite humano, porque permitía mirar, observar, ver el rostro de las personas.  Algo similar es lo que pasa con la bicicleta. Yo apuesto a que la mayor contribución que hace un sistema de movilidad de tracción humana como este,  es la posibilidad de la inmersión en el paisaje, la misma que está relacionada con un equilibrio entre nuestra velocidad de desplazamiento y la velocidad de la ciudad, que a lo mejor es lo más cercano a lo que se podría definir como el Latido de la ciudad, su pulso.

Pero lo interesante es que esa actitud, de «soy parte de», que implica disponerse a vivir la ciudad, se contrasta potencialmente con el aislamiento del automóvil. que no está nada mal: mola ir con aire acondicionado mientras fuera hay más de 30 grados, está bien disponer de un vasto surtido musical, los niveles de confortabilidad a día de hoy son espectaculares, pero sobre todo, el automóvil está vinculado con un concepto: El individualismo, yo y mi micro mundo inmune. El cual, demás está decir, que se contrapone con la generosidad y la consideración al los demás, conceptos básicos de vivir en sociedad y territorialmente en ciudad.
La bicicleta es otra cosa, su concepto en si mismo vincula una capacidad totalmente humana, yo y mi tracción, mi potencialidad y ni tenacidad.  La bicicleta además te pone en una franca vulnerabilidad (desgraciadamente desagradable, si lo enfocamos desde las posibilidades de descuido y agresión vehicular) a los estímulos urbanos, sus sonidos (que no todos tienen por que ser sinónimo de pitos y contaminación) sus olores, (que no todos son sinónimo de smog), en definitiva, su pulso.  El tema es como nos queremos plantear la experiencia de la ciudad, como actores, generosos, sí, vulnerables, o con la mezquindad propia de esta época. Como queremos vivir nuestra experiencia urbana. desde el egoísmo o desde la generosidad. desde cual de estas perspectivas podemos construir un civismo útil y contemporáneo.

Alausí 0

Esta experiencia nace en Alicante, tierra mediterránea en la España del sur de Europa.  Paso por Miami y llego a Quito, 2800 metros de altitud al pié del volcán Pichincha.  El viaje en sí mismo me ha parecido paradójico.  El empezar en un amanecer, de tierras de amaneceres y atardeceres, por la sencillez de su topografía. En el día del viaje, observando la península desde el avión, me sorprendía cómo pueden las metáforas desvestir la historia y generar nuevos significantes. Me sorprendía cómo un suelo tan “conquistado”, por el que han pasado civilizaciones de siglos y siglos, contrasta tanto con una tierra nueva y, dentro de las tierras nuevas, la costa este de Estados Unidos, en concreto Miami, frente a Los Andes, las alturas y los contrastes tan abruptos de su naturaleza.  Si tuviera que poner banda sonora a esto, no lo haría de otra manera:

Y allí precisamente, al final de la avenida de los volcanes como lo llamó Humbodt, al pie del Chimborazo y con la mirada puesta en el Sangay y la Costa del Pacífico, está emplazada Alausí

¿Qué sé yo de Alausí?

Es la Primera ciudad de la Sierra Ecuatoriana a la que llegó el ferrocarril trasandino en 1902. Es muy importante esta cita ya que el país ofrece, en su fotografía, una marcada diferencia entre la Costa del Pacífico y la Sierra Central. Ésta obra de ingeniería, «el tren mas difícil del mundo» que une Guayaquil con Quito, se topó en su trayecto con una pared de roca que el trazado de la vía salvó con un zigzag que permite que el tren avance y retroceda paulatinamente hasta alcanzar la estación de Alausí.

La ciudad está enclavada en un pequeño valle. En mi primera visita, lo más curioso fue ver cómo la ciudad se ve desde lo más alto con techos de lámina metálica ondulada que, por su óxido, toman un color muy parecido a la teja artesanal.  De inmediato pensé que se trataba de un impacto evidente de la llegada del tren.  El país no es productor de metales y, por lo tanto, ese detalle y esa reflexión eran evidentes a la par que metafóricos; incluso diría que simbólicos. Sospecho que debe haber un Alausí antes y después de 1902, sin embargo espero que a partir de este año se sume una nueva etapa en la que el ferrocarril, ya rehabilitado, empiece de nuevo a subir y a bajar la nariz del diablo.

Esta particular circunstancia es la que hace a la ciudad. El resto, conclusión de una primera observación, habla de una ciudad de acopio de todas las zonas agrícolas indígenas, buscando aquí un punto de intercambio de todo. Una ciudad que además de haber recibido aquello que subió en el tren desde la costa, empezando por la chapa metálica para las cubiertas residenciales y acompañado de todas las mercancías que llegaban a Guayaquil por vía marítima; hasta conformar una tipología arquitectónica muy propia de la zona litoral.

El resto, creo que son más preguntas que respuestas. El proyecto de cuyo equipo formo parte tiene el encargo de poner en valor un eje de identidad de la ciudad.  Evidentemente un eje físico, trazado por el acceso del tren y su entorno inmediato. El equipo que conformamos lo vemos más bien como un eje conceptual de intervención en la puesta en valor de la identidad.

¿Cómo hacerlo de manera urbano-arquitectónica?

¿Cómo hacerlo de manera que la propuesta de intervención sea una propuesta viva, acertada y consensuada con los actores mismos, para que más allá de la construcción de las infraestructuras duras sea un proceso de empoderamiento de los valores de los emplazamientos y que dicho proceso sea el camino real para la puesta en valor?

¿Será posible bajarse del ego de arquitecto y ser un facilitador de espacios para la gestión de la identidad?

Vamos a ver cómo sale el reto.

Por qué de todo esto?

¿Por qué de todo esto?
Estoy describiendo mis entornos de trabajo y su multiplicidad de posibilidades de desarrollo. He descubierto lo que antes he descrito, mis entornos de trabajo se explicitan como ecosistemas, que tienen distintos niveles de destrezas digitales.  Mi intención al estudiarlas e investigar sus características y comportamiento, responde a la necesidad de ir estructurando mi proyecto del masterDIWO, con ello pretendo abrir una taxonomía inteligente de las herramientas, es decir, lograr una clasificación de las herramientas de acuerdo a como las veo dentro de su potencia y uso para juntar ecosistemas de trabajo y lograr que de esa unión nazcan verdaderas redes digitales, en las cuales es donde realmente se puede aprovechar la máxima potencialidad de ellas.
Quiero destacar dos enlaces de información en este contexto:
Un primero, que es el vídeo que representa para mi el porqué de la autoformación.

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=AZ3JmuaUrxs]

Y un segundo que pretende justificar la necesidad actual del trabajo en red, pero sobre todo en una red digital, entendiendo lo digital como un mundo de herramientas, ágiles, contemporáneas y sobre todo de una capacidad de expansión infinita.

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=R3LcLQXk9cg]

La Extensión de la BIOcenosis

Intentando comprender las interacciones de mi masterDIWO desde el funcionamiento de un Ecosistema, he visto que hay muchas más relaciones de las que podía imaginar.  Encuentro que las intenciones de mis proyectos, a día de hoy, están centradas en conectar dos ecosistemas, y esto me ha preocupado profundamente, puesto que no pretendo nada más que entender lo que estoy investigando.

He atendido a los entornos en los que me estoy desenvolviendo y he detectado que los proyectos que tengo en manos, tienen un propósito que no lograba comprender en que momento se volvían reacios a las posibilidades de innovación y por ello la dificultad de que sus condiciones de factibilidad se volvieran positivas.

Me parece que lo más importante dentro de la relación de los organismos de una biocenósis, es la manera en que se da su intercambio de acciones.  En el entorno de trabajo, esa relación está fundamentada en una teoría económica de consumo, que propone un modelo de negocio que vuelve a todo profesional proponente de servicios que son consumidos (en el caso particular, contratados) para generar un producto o servicio «vendible» a mejor o mayor cuantía, es decir que el contratante es meramente un intermediario que renta por un oficio que está bastante indefinido, amparado generalmente en las relaciones, en definitiva, re-vende un producto o servicio a mayor costo, para quedarse con la diferencia.  Estas «normas» de relación no están definidas, pero son aceptadas por la mayoría de relaciones profesionales, porque generan unas relaciones que se sostienen por el fin mayoritario y ultimo de todas, la generación económica y por tanto mantienen un determinado equilibrio en base a la avaricia, el dinero, el consumo  y escasamente algún plus agradado de otra índole.

En ese entorno, las relaciones son casi totalmente analógicas, las herramientas de relación, como en la mayoría de los casos, atienden necesidades de una inmediatez que puede ser reemplazada por la presencia, entonces si, realmente analógica.

«Si no me coges el móvil, me paso a verte»

expresión únicamente posible cuando cuando el biotopo es territorial real, cuando existe la posibilidad de presencia física concreta.