En la cuarta sesión del Workshop de Cultura digital e inicios de community management que dicté para el proyecto El diferencial del Centro de Arte contemporáneo de Quito, se inició recapitulando las anteriores y haciendo un repaso y revisión de las tareas, la dificultad que plantearon a los cursantes y la manera como lo enfrentaron, posteriormente se trabajó en la sesión misma haciendo, exponiendo las principales vulnerabilidades y elementos estratégicos de la gestión de proyectos colaborativos.
Se trató con especial énfasis el tema del reparto económico como un momento álgido en este tipo de trabajo y se plantearon estrategias para gestionarlo de manera equitativa. Finalmente se plantearon ejercicios adicionales sobre los cuales los cursantes podrían trabajar para tener el material y conocimiento adquirido de manera organizada y en archivos digitales.
Fruto de este trabajo, editaremos a posterior, resúmenes de cada cita de trabajo en base a distintas herramientas de agregación de contenidos.
Para ejercitar y comprender mejor el uso de mapas y sistemas de geolocalización hicimos un ejercicio que se lo puede encontrar en este enlace . Se plantearon adicionalmente, varios ejercicios en los que los cursantes debían poner en práctica las temáticas y las herramientas tratadas, tanto para geolocalizar como para comprender las dinámicas de la red.
Finalmente se trató la relación de la construcción de la identidad digital y la ubicuidad como uno de las características para provecho de nuestras acciones diarias y profesionales, relacionadas con tejer nuestra red de relaciones digitales.
Hace ya 6 meses que dejé Quito. Cuando estaba ya casi de salida tuve la desagradable noticia de escuchar muy de cerca que se estaba discutiendo acerca de las posibilidades de ciertos derribos en el Centro Histórico. Mi permanencia allí me dio para salir en un momento en que de rumor se estaba convirtiendo en fatal decisión y empezaban a darse opiniones de toda índole.
Este tiempo me ha permitido, en cierta medida, presenciar una evolución de la circunstancia en los medios pero sobre todo en la realidad, puesto que se han iniciado ya. Esto, junto con el hecho de haber tenido la oportunidad de trabajar considerablemente dentro del Centro en temas relacionados con Casas, Edificios y monumentos en procesos de recuperación, han tocado muchas cosas dentro de mi, que me han permitido sentir una necesidad de comentar mi opinión al respecto.
El Centro histórico de Quito ha tenido muchos momentos y estos no han empezado cuando es declarado patrimonio de la humanidad, título otorgado por la UNESCOy que al ser así son ellos quienes tienen la competencia sobre ese juicio. Los momentos de Quito, y esto lo saben de sobra quienes conocen a la ciudad de verdad, están inevitablemente relacionados con una complejidad urbana que poco tiene que ver con un monumento. Me refiero en concreto al alma mismo de toda urbe, su población, y mas aún a unas decisiones que salen de toda normativa, de toda dirección y especialmente de toda planificación y que corresponden a los procesos sociales y las relaciones de la ciudad como ente físico en función de dichos procesos.
Las autoridades, pasajeras siempre, tienen competencias, hasta hoy estructuradas por los procesos de elección y sobre ellos las responsabilidades de los ciudadanos, votantes o no. A favor o en contra. Competencias estas — decía — que permiten a los mandatarios tomar decisiones, mas o menos pensadas. Al menos así quiero entender y que se atañen a interese, como no puede ser de otra manera. La licitud de estos intereses es tema de otra discusión, pero que no dejan de lado la legitimación del accionar social. Menos aún en un País, Ciudad o conglomerado social que ha sido capaz de cambiar 7 presidentes en 10 años (1995 – 2005).
Desde ese punto de vista, la discusión en si misma me irrita, puesto que no veo que se camine por una senda que conduzca a un proceso de madurez ni en la toma de decisiones (asunto de las autoridades) ni en lo profesional (asunto no solo de los arquitectos) ni en lo social (asunto de todos), que implique aciertos. Aunque soy franco en reconocer que esto solo se lo puede juzgar»a toro pasado» y en los proceso urbanos creo que esta índole de decisiones lleva, como poco una década. Para muestra un botón. Si
recordamos el Centro histórico de Quito antes del terremoto de 1987, recordaremos claramente que hubo un antes y un después de él, sobre todo en la temática de la recuperación patrimonial. Para entonces la ciudad llevaba ya nueve años como Patrimonio Cultural.
La discusión se ha salido de todo:
La multiplicidad de competencias, Municipio, Ministerios (mas de uno), institutos (competentes o no); gremios profesionales (incompetentes muchos, puesto que no han llegado a resultados, unos, y otros ni siquiera emiten posiciones por temor a herir compromisos políticos), entre todas las autoridades parecían niños hambrientos arranchándose panes, apariencia desagradable, «máxime» si tomamos en cuenta que no son niños, que deberían tener la madurez para afrontar profesionalmente una posición de esa naturaleza, pero también porque ello mismo ponía en manifiesto el desconocimiento del alimento, para el caso, entiéndase «el tema» . No se trataba de panes, sino probablemente de un tesoro que evidentemente si se degrada, será porque eso ha sido el resultado de su esfuerzo.
Pero sobre todo y lo que mas me llama la atención ha sido ver a una población impávida, discutiendo en redes sociales, medios de comunicación y toda posibilidad de voz, aspectos tan banales cómo la belleza y la fealdad, cómo los aciertos o desaciertos de profesionales que «descansan en paz» y que intervinieron el centro hace mas de medio siglo, evidentemente, cuando el hombre aún no llegaba a la luna, cuando Kevin Linch apenas estaba elaborando los estudios que le llevarían a publicar en el MITla imagen de la ciudad, Pero sobre todo, el mismo Centro histórico de Quito, no había atravesado los momentos y las circunstancias tan importantes en cuanto al reconocimiento de su patrimonio que se dieran desde los noventas en adelante; procesos difíciles y duros que no terminan de consolidarse debido a la ignorancia de los políticos, o profesionales oportunistas que con intereses individuales siempre, han manejado un botín de ambiciones para conducir los proyectos a sus arcas personales, cosa que he visto suceder en todas las administraciones a las que ha tenido cercanía.
Es fundamental la investigación histórica, como principio esencial del valor evolutivos de las urbes y buenos profesionales no han sido insensibles de estos valores en Quito. Recuerdo con mucho agrado las investigaciones de los asentamientos pre hispánicos y la reconstrucción de las quebradas originales de Inés del Pino o el estudio la Ciudad y los otros, por Eduardo Kingman, donde se estudian la salubridad del la ciudad y sus connotaciones políticas…si es que hablando de conocimientos y estudios serios se podría no terminar. Hay quien ha hecho conocimiento y quien ha hecho negocio, pero entre los unos y los otros el futuro de la ciudad no es prometedor, pero esto no es una calamidad de los malos profesionales, sino una debilidad que la sociedad Quiteña ha permitido y que por tanto en mayor o menor medida es artífice de ella.
Hoy en día está reconocido a nivel global, las sinergias sociales como elemento fundamental de la intervención de centros urbanos. Esto si bien no es una novedad, siguen en las reflexiones de las autoridades primando la imagen política, la apariencia y el negocio de un círculo reducido, pero lo que creo que es más grave, es que esto no es un accionar ya de intereses, sino que ahora a la distancia, empiezo a entenderlo como un elemento esencial de la identidad Quiteña.
Finalmente y para resumir, no condeno ni considero un sacrilegio el derribo de los edificios en el Centro histórico de Quito. Por sobre todo considero una debilidad ciudadana, el haber permitido que sin un debate adecuado, la ignorancia de autoridades endebles no hayan permitido a la población misma deliberar y llegar a proceso de empoderamiento y toma de decisiones; Me parece muy triste el haber gestado una intervención de tal importancia, desde la prepotencia y el abuso poco inteligente del poder, eso por sobre todo explica los pocos criterios contemporáneos de intervención en centros sensibles. Deja ver también, la muy reducida comprensión de las dinámicas sociales sobre el entorno construido y la casi nula comprensión del paisaje urbano como elemento articulador de imaginarios, y estos como elementos fundamentales del sostén y cultivo de la identidad y por tanto, la ignorancia absoluta de los procesos reales de sostenibilidad de un espacio patrimonial.
Solo espero que el costo que el Centro de Quito en si mismo pague por este error, sea el que precautele de mayores, pero temo equivocarme.
La sesión trató la presencia en la red, definiendo y caracterizando a Nativos digitales tanto como inmigrantes digitales.
Las potencialidades de cada grupo al momento de integrar equipos trabajo colaborativo, seguidamente se trataron las principales herramientas del trabajo colaborativo y las estrategias para ponerlas en práctica. Se plantearon varios ejercicios en los que los cursantes debían poner en práctica las temáticas y las herramientas tratadas.
Importante señalar que durante el mismo desarrollo de la sesión, de manera colaborativa se desarrollo un documento abierto con los principales enlaces de las herramientas citadas en la presentación. las mismas que fueron tutorizados, evaluados, revisados y corregidos.
La sesión abordó la comprensión de la cultura digital desde la filosofía y la teoría de la cultura Líquida, la historia y evolución de la web y se analizó el estado actual, Seguidamente se analizó los pros y contras de los objetivos de la Identidad digital personal, para luego tratar en específico las herramientas mas usuales con las que se trabaja al momento de construir una identidad digital y cómo gestionarla.
Se plantearon varios ejercicios en los que los cursantes debían poner en práctica las temáticas y las herramientas tratados fruto del cual se construyeron los principales elementos de cada uno de los cursantes, estos fueron tutorizados, evaluados, revisados y corregidos.
Paralelamente y gracias a la colaboración de Adela VV, se trabajó en la construcción de un relato colaborativo mediante la construcción de personajes imaginarios con los que se gestionó distintas redes y herramientas tanto individuales como colaborativas.
Estoy preparando un taller de identidad digital y redes. La institución para la que lo hago, me ha invitado a pensar en algo de Community management para principios del próximo año y ello me llevado a pensar en que me apetecería hacer y he llegado dos conclusiones.
La primera es lo que no quiero hacerlo. Creo que el mundo oXidental (así con una X a propósito de tachar la tendencia) es muy bueno en «prostituir» conceptos, recuerdo que cuando supe que se estaba enseñando feng shui en las escuelas de negocios de Estados Unidos, se me erizó la piel. Pues no pasó media década para que en los supermercados, gasolineras y grandes superficies aparezcan libros en plan «el feng shui de los negocios». A esa forma de prostitución es a la que me refiero. A esa desproporcionada y desaforada manera de intentar hacer dinero rápido con todo, la que rechazo como parte urgente y prioritaria de no fomentar el neoliberalismo.
Pero no me enrollo más, quien me conoce sabe que no apuesto a ello y por tanto en el mundo del community management no apuesto a sacar el jugo a los «clicks» no uso herramientas que apuestan a visitas. Ni creo que los intereses de una empresa se miden por el número de amigos en Facebook. Ese es el taller que no quiero hacer, además, siendo honestos, de estos encuentras desde gratuitos con titulo de «vendemotos», hasta master de 10.000 euros con titulo de experto en manejo de comunidades extraterrestres.
Lo que me interesa y me preocupa es la manera como se puede sacar rendimiento a las verdaderas potencialidades de la red. Esa capacidad infinita de fractalidad y su registro y producción. Pienso y quiero de la red, un espacio amable, gentil en donde se pueda cultivar los mas nobles propósitos de las mas complejas comunidades. Puede sonar algo altruista, pero no. Creo que debe seguir existiendo la libertad de encontrarse en la red, como uno de los pocos espacios realmente democráticos en donde se puede uno juntar con los que coincides con la peor de las locuras. Así y con el propósito de contribuir a una red limpia y gentil, me gustaría hacer un taller para hablar de los errores de community management, procurando proyectarlos a buenos hábitos que sean una semilla de protocolos limpios que muchas comunidades ya los han logrado.
Si ves o conoces de esos malos hábitos, cómo la gente que no enlaza los mensajes en le correo, contestando desde el «redactar» cada uno, logrando así, que los que pertenecen a una misma conversación no se puedan enlazar. Quien maneja la identidad institucional de un museo y entra a la red una vez al día y envía 35 tweets en 5 minutos…estos y muchos más tuitéalo con el hashtag #redlimpia, escribe a mi correo, o coméntame aquí mismo.
Es muy incómodo hablar de uno mismo. No sabes si pecas de humilde al punto en que puedas caer en la tontería o si pecas de presumido por contarlo todo. No es fácil definirse porque en gran medida quien nos demanda una definición, impone una expectativa y uno muchas veces, cuándo tiene que definirse, es por la necesidad de agradar, conquistar, seducir. Es decir cumplir esa expectativa.
O, no. Siempre te queda una oportunidad algo más arriesgada que es verte, entenderte, definirte, presentarte y buscar, luchar y trabajar en lo que de verdad te llena y te permite hacer las cosas con una dosis de pasión necesaria para garantizar satisfacciones en lo acertado y en lo desacertado.
Estamos en momentos de cambios y de muchos cambios vertiginosos que la mayor parte de las veces nos vemos obligados a tomar partido por algo. Es ese algo, una actitud, la que cambia la manera de que los caminos se abran.
En ese camino, entre reinventarse y sincerarse encuentro superplacentero definirme, pero definirme desde la verdad de mi «anticurrículum». que ahora si, creo que está, sino definido, algo más pulido. Un Anticurrículum implica sobre todo hablar de lo que de verdad define a uno, hablar de las cosas que nos formaron en cuanto a la estética, los hábitos, el cultivo y el descubrir de nuestros interesesy destrezasy por tanto, entonces si de nuestras verdaderas competencias, es decir para que soy competente y no para qué creo serlo porque tengo una acreditación que así lo indica.
Hay pocas referencias en una estructura de un Anticurriculum, pero comprendiendo bien el marco al que me refiero, quizá la mejor es la de Ernesto Proaño, que conjunta una serie de tarjetas que acuden a lo creativo y a veces hasta esperpéntico para buscar una cara B de la definición de un oficio o del impacto comunicacional al que puede llegar una tarjeta de presentación.
Yo por mi parte, intentaré ser riguroso en publicar bajo esta categoría, todas aquellas cosas que creo que me definen, aunque estoy plenamente convencido de que la complejidad humana de tal amplitud, que inclusive entre personas cercanas el proceso no se termina nunca. Esa es probablemente la premisa básica. el currículum es finito, el anticurrículum no.
He querido empezar estas entradas, con el retrato que mas que con cariño lo hiciera David Santillán en el 2006, —más que por andar en tejados y cumbreros—andando en la búsquedas de los equilibrios, en los bordes y ahora mucho mas seguro de que se debe trabajar en las fisuras. Dónde está el conflicto está lo que mas me interesa.
Procuraré poner banda sonora a las entradas importantes:
En un momento inicial, tenía algún temor de publicar o contar…narrar algo más de este proyecto, puesto que existía implícita una clausula de confidencialidad. Esta es la razón por la que, los otros post que corresponden a esta etiqueta – proyecto, ha debido ser, más bien una narración tangencial, diría yo, pero ahora que tengo más clara y firme la diferencia entre los productos entregados como resultado del proyecto, a los que hacía referencia dicha limitación, y mis reflexiones, tanto en lo humano como en lo profesional, se me hace más ligero el poder expresarlas y creo que con un afán sobretodo de frescura en la narración creo que es mejor hacerla desde lo anecdótico y lo cronológico.
El proyecto se inicia ganado por concurso con el despacho con el que he compartido la mayor parte de mi experiencia profesional, López y López arquitectos. Estudio con el que trabajamos en intervenciones en el patrimonio Arquitectónico de Quito.
Las bases de convocatoria, demandan una intervención arquitectónica y urbanística del llamado «eje de identidad del tren». Definido como la trayectoria de éste, a su paso por el interior urbano de la ciudad de Alausí, (provincia del Chimborazo, Ecuador.) procurando la creación de un entorno que fomente el emprendimiento identitario y la puesta en valor del patrimonio.
En la elaboración de la primera etapa, la de estudios previos, encontramos varios elementos importantes:
Un fuerte componente histórico, que marcan un antes y un después de la ciudad con el hecho de la llegada del tren. Lo que se ve reflejado tanto el una morfología urbana. La ruptura de manzanas en damero, por el trazo del tren, elementos más identitarios e intangibles, como la lógica de la celebración de fiestas, desfiles y otros eventos cívicos, ritualísticos e incluso elementos simbólicos, un parque principal carente de la simbología típica de los poderes en la plaza principal, que suelen estarían, mas bien, representados en la estación del tren y una plaza – tianguez – feria, que representaba el poder comunitario y la esencia de la dinámica que proporcionaba el flujo del tren, en cuanto a generador de tejido social, cultural y económico.
Un elemento adicional, proporcionado por la demografía, que marcaban una población estudiantil superior a la población urbana, fenómeno generado por la cantidad de estudiantes de zonas sub urbanas, mayoritariamente campesinas e indígenas.
De lo anterior, una determinada condición de relatividad de la población urbana (4500 hbts) frente a la población campesina (50.000) asentada en un entorno inmediato y para quienes, dentro de un marco diferenciativo de condiciones culturales, (urbana, mayoritariamente mestiza y rural mayoritariamente campesina e indígena), lo urbano como elemento simbólico, tenía una representación diferente dentro de su cosmovisión, elementos culturales, pero sobre todo en los imaginarios.
El Escenario se nos transformó de una puesta en valor del patrimonio a una pugna por elementos de superviviencia e intercambio socio-cultural, con riesgos de vulnerabilidad urbana y con fuertes carencias de oportunidades y medios de producción.
En este escenarios, pudimos reconocer que los espacios en los que los encuentros sociales eran libres de prejuicios y de manera coincidente en valores y conexiones sociales estaban alrededor de dos ámbitos, los niños y la juventud,y la naturaleza, por esta razón intuimos que estas temáticas debían estar presentes de manera potente dentro de la propuesta.
La propuesta consistió en un sistema híbrido de intervención en el patrimonio. Desde lo material y tangible: interviniendo el patrimonio arquitectónico y urbanístico con un fuerte énfasis en la memoria, retomando elementos muy sensibles del pasado, en todas las escalas de intervención: traza urbana, Naturaleza, paisaje, color, además de una puesta a punto de infraestructuras que iban desde alcantarillado y agua potable hasta wifi en espacios públicos. Desde lo intangible, se procuró crear espacios para permitir el encuentro y el dialogo, dotar instrumentos que permitan una construcción abierta y participativa de la identidad y de la gestión del patrimonio.
Como espacios particularmente satisfactorios y agradables dentro de lo que fue la toma de decisiones, recuerdo varios los iré narrando, no necesariamente al azar ni cronológicamente, sino más bien en un orden aleatorio que permita sentir y ver como aquellas experiencias se han quedado ancladas en mi imaginario…pero eso será para un post con cada uno.
“Home has nothing to do with hearth, and everything to do with a state of mind; that one man´s home may be his compatriot´s exile; that home is, finally, not a physical place, but role and the self we choose to occupy”.
Pico Iyer
(1).
“La casa no tiene nada que ver con el hogar y todo que ver con un estado mental, la casa de un hombre puede ser el exilio de su compatriota. Esa casa finalmente no es un lugar físico sino un rol que elegimos ocupar”.
Pico Iyer
Mucho tiempo he pensado en el viaje y creo que mucho más viajando dentro de la ciudad y esto que tiene poco que ver con hacer una maleta, pasar horas en un no lugar, llámese aeropuerto, llámese estación de autobuses o trenes, o finalmente terminal…Que curioso!!!…a veces partimos…empezamos, desde “la terminal”. Un edificio que se llama igual que uno de los estados médicos más cercanos a la muerte. Tal vez porque intentamos que allí muera algo, para que un otro “algo” nazca.
Cuando he intentado definir que es un viaje me he sentido totalmente alejado de la idea de «la escapada». La gente se «escapa» de fin de semana, se da una “escapadita” a sitios que están en películas, donde hay montones de personas haciendo lo más cercano a nada.
(2).
«En latín, salida se dice exitus, que los ingleses tradujeron por exit. La inteligencia conduce al éxito.
Ese mismo idioma (…) tiene un verbo, stupere, que significa quedarse quieto, inmóvil, paralizado y, en sentido traslaticio, mentalmente detenido como delante de un cartel que dijera stop.
De ahí deriva la palabra estúpido: hombre que permanece entrampado por un problema sin atinar con la salida (…)”
Marco De Nervi
Rompemos nuestro estado de quietud y nos disponemos a la incertidumbre que nos depara tras las paredes o puertas.
La etimología de “viaje”, nos conecta con vía (camino), lo que generalmente nos insinúa un “desde” y un “hasta”.
Especulando entre esos límites, encuentro que en medio nos queda el “viaje”, el espacio, la línea (no necesariamente recta) que las une.
El inicio que se marca en la casa, la protección y la seguridad de nuestra intimidad, como somos y como vivimos paredes adentro.
Fuera, está la incertidumbre del azar, la sorpresa, la disponibilidad a verse deslumbrado o sorprendido por el descubrimiento que implica lo impredecible del camino, la calle, el exterior, la aventura.
(3).
“(…) Estos elementos significaban una experiencia intensa, Libertad, nuevas relaciones humanas, sobre todo una nueva experiencia del paisaje”.
John Brinckerhoff Jackson
Mi experiencia como emigrante me ha permitido andar y vivir en “otras ciudades”, en donde he descubierto que la misma metáfora casa – camino se puede aplicar a la ciudad natal – ciudad nueva.
(4)
“Desplazarse en el paisaje implica una puesta en escena (…) desplazarse….movimiento generación de espacio. Implicarse en esa puesta en escena mediada por la memoria (…) esa mediación es una construcción cultural”.
Olafur Eliasson
En la observación de ese entorno nuevo, construido, natural… se puede encontrar nuevos roles, nuevos actores, pero sobre todo se reconocen distintas estrategias de sociabilización, distintas reglas de intercambio y distintos productos de intercambio. Se percibe además una forma distinta de relacionarse con el paisaje.
(5)
«la vida de la ciudad depende de la dispar interacción entre desconocidos, que produce un cambio en la conducta individual».
Steven Johnson
Es allí justamente en donde encuentro un ejercicio de construcción de identidad, en ese mediar entre la memoria, y esa nueva lectura del paisaje. Lo que queremos (…y no) aceptar como una nueva experiencia, en la que nos vemos cautivados, seducidos muchas veces, por algunos elementos que para otros (natales) son parte de su patrimonio.
(6)
Se vive un momento en que la calle vuelve a ser reivindicada como espacio para la creatividad y la emancipación, al tiempo que la dimensión política del espacio público es crecientemente colocada en el centro de las discusiones en favor de una radicalización y una generalización de la democracia.
Manuel Delgado
La tarea fundamental del espacio público, lo encuentro en el gesto generoso que provoca relaciones hospitalarias, brinda condiciones para entablar dichas mediaciones, que a su vez se convierten “constructos” culturales, ese ir y venir de los intercambios ciudadanos en el que priman recursos que son cautivos, a día de hoy, dentro de la sociedad de consumo.
(7)
(…)Todo esto me obliga a mirar la ciudad no tanto como el ejercicio de los sectores dominantes sobre el pueblo inerme, según distintas apreciaciones marxistas que han descubierto prácticamente en su totalidad la estructuración simbólica de la ciudad, sino como el lugar del mestizaje y del encuentro cultural. La ciudad mezcla hábitos, percepciones, historias, en fin, “culturas haciéndose como costuras “como dice un “escritor español” hablando de la estética contemporánea permeable de lo light. (Salabert, 1988:10)(…)
Armando Silva
(1)_Fuguet, Alberto, “Apuntes Autistas”. Ediciones Alfaguara. Santiago de Chile. 2009
(2)_De Nervi, Marco. “La Nación”. Buenos Aires, Argentina, 23 de octubre de 1987.
(3)_Brinckerhoff Jackson, John. “Las carreteras forman parte del paisaje”. Gustavo Gili mínima. Barcelona, España.
(4)_Eliasson, Olafur. “Leer es respirar, es devenir. Escritos de Olafur Eliasson”. Gustavo Gili. Barcelona, España.
(5)_Johnson, Steven. “SISTEMAS EMERGENTES o que tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y software». Editorial Turner. Fondo de cultura económica. pg 87 y cita explicativa nº25 capitulo «en la calle».
Prontamente el Aeropuerto de mi ciudad se irá. Hay un nuevo, novísimo, tanto y tanto que hasta aún no tiene carretera propia para llegar a él y estoy seguro que serán muchas más las molestias que las ventajas a causa de esto.
Pero no es lo peor. A razón de las intenciones de este artículo he buscado imágenes antiguas del edificio original y no he podido encontrar ni una sola, así que me he retado a escribir algo, intentando llegar a quien lo lea con imágenes escritas. Habrán notado mi cabreo y es porque hay pocas cosas que me molesten más que la incoherencia. En esta ciudad, «Patrimonio de la humanidad», uno de los conceptos que más se maltrata es ese. El patrimonio.
Siendo así, mi imaginario tiene más razones para que lo trate con cuidado y con el propósito de homenajear a la inexistencia digital de imágenes del Aeropuerto Mariscal Sucre «antiguo», les voy a contar lo que ese edifico es para mi:
Hace muchos años, a mediados de los setentas, yo vivía en la calle Mosquera Narváez, barrio crecido y consolidado a mediados del siglo pasado, digamos que en la ciudad moderna. Mis padres habían comprado una parcela de terreno en un barrio muy, pero muy al norte de la ciudad. Tan al norte que era «cerca del Aeropuerto». Campo de aviación, le llamaba mi madre. Cuando nos mudamos allí, era el carnaval de 1974, yo entraba a primero de primaria, y mi mujer tenía dos meses de nacida, al otro lado del mundo.
Yo crecí con el sonido del aterrizaje y despegue de los aviones ese ruidito…fuuuffff!!!que con el pasar del tiempo casi y se podían reconocer los modelos.
Recuerdo casi con sabor infantil el día que hicimos excursión familiar para ver la inauguración del sistema de iluminación que dio inicio a los vuelos nocturnos.
Una noche de Sábado de adolescentes fiesteros, con mi amigo Paco, caminábamos hacia un cumpleaños formal, salón de hotel de cinco estrellas, de esos que se hacían en los ochentas. Caía una ligera llovisna, tipica Quiteña de invierno, nosotros con traje, corbata prestada del hermano mayor, y al pasar por el borde norte, casi en el monumento al Labrador, fuimos sorprendidos por un aterrizaje, nos calamos enteros y de la vergüenza de aparecer así al cumpleaños, nos amanecimos charlando ahí mismo y creo que fraguamos una amistad entrañable.
Pocos años después, con compañeros universitarios en ese mismo sitio, escalamos las mallas que dividían la vía publica de la pista, para asaltar de manera popular la revuelta de un golpe de estado y subidos a los tanques de guerra que custodiaban los aviones de combate gritábamos: «soldado Ecuatoriano no mates a tu hermano» y eso fue parte de detener de manera popular lo que pudo haber desembocado en una guerra civil.
cuando fui proveedor de una empresa de publicidad recibimos el encargo de una valla publicitaria con la imagen del avión que llagaba a Quito, luego de saber que era exclusivo dadas las dimensiones de la pista, se nos solicitó que en la valla aparezca el específicamente ese avión, el único que no constaba en el cd de la imagen corporativa de la aerolínea. Este fue el escenario de la sesión fotográfica más difícil de mi vida, 26 fotógrafos con más de 30 cámaras desplegados para captar el aterrizaje y el despegue de dicha nave.
En el aún pequeño terminal que tenía un espejo de agua interior con piedra negra y pecesitos anaranjados, me interesé por saber quien fue Elia Liut,aprendí a percibir lo que era el carácter en la definición del espacio arquitectónico, pero nada de eso será nunca tan importante como todas las despedidas que viví ahí, todas las emociones de reencuentros con incertidumbres, alegrías, risas y llantos. Pero sobretodo en aquel gallinero indecente en el que funcionó la penúltima salida internacional, conocí a la mujer de mi vida, con una camiseta de ONG en una noche ventosa de verano.
Ese es el «campo de aviación» que estará en mi imaginario.
La ciudad creció, las necesidades cambiaron, se hicieron concursos, grandes ideas y finalmente una gran obra que terminará de matar un hito urbano, más por el deterioro de las desacertadas intervenciones y la falta de criterio en la planificación que por la seguridad de la ciudad. Para que nazcan cosas importantes es fundamental que mueran cosas importantes. El 14 de Marzo iré por primera vez a recibir a mi familia en el nuevo aeropuerto, pero antes, este 19 iré a despedirme de ese edificio, porque el hito estará en mi imaginario como un patrimonio más de mi historia y sé que de gran parte de la ciudad.
Esta experiencia nace en Alicante, tierra mediterránea en la España del sur de Europa. Paso por Miami y llego a Quito, 2800 metros de altitud al pié del volcán Pichincha. El viaje en sí mismo me ha parecido paradójico. El empezar en un amanecer, de tierras de amaneceres y atardeceres, por la sencillez de su topografía. En el día del viaje, observando la península desde el avión, me sorprendía cómo pueden las metáforas desvestir la historia y generar nuevos significantes. Me sorprendía cómo un suelo tan “conquistado”, por el que han pasado civilizaciones de siglos y siglos, contrasta tanto con una tierra nueva y, dentro de las tierras nuevas, la costa este de Estados Unidos, en concreto Miami, frente a Los Andes, las alturas y los contrastes tan abruptos de su naturaleza. Si tuviera que poner banda sonora a esto, no lo haría de otra manera:
Y allí precisamente, al final de la avenida de los volcanes como lo llamó Humbodt, al pie del Chimborazo y con la mirada puesta en el Sangay y la Costa del Pacífico, está emplazada Alausí…
Es la Primera ciudad de la Sierra Ecuatoriana a la que llegó el ferrocarril trasandino en 1902. Es muy importante esta cita ya que el país ofrece, en su fotografía, una marcada diferencia entre la Costa del Pacífico y la Sierra Central. Ésta obra de ingeniería, «el tren mas difícil del mundo» que une Guayaquil con Quito, se topó en su trayecto con una pared de roca que el trazado de la vía salvó con un zigzag que permite que el tren avance y retroceda paulatinamente hasta alcanzar la estación de Alausí.
La ciudad está enclavada en un pequeño valle. En mi primera visita, lo más curioso fue ver cómo la ciudad se ve desde lo más alto con techos de lámina metálica ondulada que, por su óxido, toman un color muy parecido a la teja artesanal. De inmediato pensé que se trataba de un impacto evidente de la llegada del tren. El país no es productor de metales y, por lo tanto, ese detalle y esa reflexión eran evidentes a la par que metafóricos; incluso diría que simbólicos. Sospecho que debe haber un Alausí antes y después de 1902, sin embargo espero que a partir de este año se sume una nueva etapa en la que el ferrocarril, ya rehabilitado, empiece de nuevo a subir y a bajar la nariz del diablo.
Esta particular circunstancia es la que hace a la ciudad. El resto, conclusión de una primera observación, habla de una ciudad de acopio de todas las zonas agrícolas indígenas, buscando aquí un punto de intercambio de todo. Una ciudad que además de haber recibido aquello que subió en el tren desde la costa, empezando por la chapa metálica para las cubiertas residenciales y acompañado de todas las mercancías que llegaban a Guayaquil por vía marítima; hasta conformar una tipología arquitectónica muy propia de la zona litoral.
El resto, creo que son más preguntas que respuestas. El proyecto de cuyo equipo formo parte tiene el encargo de poner en valor un eje de identidad de la ciudad. Evidentemente un eje físico, trazado por el acceso del tren y su entorno inmediato. El equipo que conformamos lo vemos más bien como un eje conceptual de intervención en la puesta en valor de la identidad.
¿Cómo hacerlo de manera urbano-arquitectónica?
¿Cómo hacerlo de manera que la propuesta de intervención sea una propuesta viva, acertada y consensuada con los actores mismos, para que más allá de la construcción de las infraestructuras duras sea un proceso de empoderamiento de los valores de los emplazamientos y que dicho proceso sea el camino real para la puesta en valor?
¿Será posible bajarse del ego de arquitecto y ser un facilitador de espacios para la gestión de la identidad?
Primer día de verano oficial de los niños. 9 de la tarde, ataque urgente al supermercado por lechugas. Por urgente, el coche fuera del parking en la acera de un parque cualquiera, de esos de mucho hormigón en el suelo y poco verde, poca sombra.
Banca de parque. Mujer pasados los cincuenta y tantos, bata playera, blanca y ligera. Bolsa de fritos en la mano, sentada cómodamente tomando el fresco bajo una de las pocas sombras.
Junto a ella, una maravillosa pieza de diseño de los 50´s, hierros negros bien cuidados y brillantes, accesorios de hierro niquelado, con ligeras «pecas» de oxido», la edad se dejaba ver, pero el cuidado y la buena vida también.
Me fue irrefrenable la necesidad de contar a mis niños que en una muy similar, una Raleigh, de más de 20 kilos y sin velocidades, su abuelo había recorrido todo el país en 1950, cuando las carreteras eran empedradas y que esa historia junto con otras más fue parte de un símbolo familiar de afición a las bicicletas.
En 1950 fue cuando nació FLYING PIGEON, la bicicleta «de la china comunista«. Claro, todos sabemos, hemos leído o someramente nos hemos enterado de la gran aportación que tuvo la bicicleta como medio de transporte en China. Pero frente a la gran «fama» que tienen los productos chinos, ¿que puede tener de especial esa bicicleta?
Muchas cosas. Para empezar creo que un producto (cualquiera) que se ha fabricado 75´000.000 veces, debe que tener algo extraordinario. Sin embargo, parte de «lo extraordinario» es que no se encuentra fácilmente a la venta, de hecho en la página misma de la marca…no existe venta de stock, lo cual debe significar que se ha dejado de producir, lo que tiene mucho que ver con la tan alta como grave deserción de los chinos en el uso de la bicicleta desde los 90´s, que el consumo y el capital les permitió poquito a poco ir pasando al automóvil…vaya desgracia.
La Dueña de la bicicleta, Clementina, mujer muy simpática, de estas que en 15 minutos te cuentan gran parte de su vida, en este caso nos contó la historia de su bicicleta, yo por mi parte no perdí oportunidad para aprovechar y reforzar este símbolo tan potente que en mi familia está detrás de ella..ellas…todas la que por mi vida han pasado, por cierto espero algún día dedicar un post a la bicicleta voladora que con mi gran amigo Jaime construimos cuando niños…
En fin…esas anécdotas que te alegran el día. Clementina me pidió el número de mi móvil y me dijo que si finalmente se vuelve a su Castilla natal, me llamará para que me haga cargo de tan preciada pieza china de colección. Este mismo verano, María mi pequeña ha dejado los ruedines de su bici y ahora es totalmente autónoma y va con gran futuro sobre su bici rosa.
Los días pasan y en este verano han sucedido cosas maravillosas a las que siempre intento darle una vuelta de tuerca para tratar de entender más de las cosas que por ahí están y no nos detenemos a entenderlas.
Las bicicletas…el equilibrio, símbolos, contenidos, continentes, textos e hipertextos…ahora sé que soy algo más que mis circunstancias.
UPDATE
02/10/2013
Clementina me ha llamado y ha hecho efectivo su ofrecimiento. Hoy tengo una flaying pigeon en mi garaje. Estoy muy contento!!!