La Casa del Alabado

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Este es un proyecto que como varios, lo he podido disfrutar desde el principio hasta casi el final.  Digo casi, puesto que estuve desde el levantamiento del estado original, hasta concluir la recuperación de la casa.  Posteriormente el proyecto tomó otro rumbo, dentro de la adaptación museográfica para el Museo de Arte Precolombino, Casa del Alabado.  

En la última visita que hice a Ecuador, en el primer trimestre del 2013, coincidencialmente tuve la oportunidad de acompañar a Luis López a exponer una conferencia sobre el proceso de recuperación de la casa y el montaje del museo.

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Esta experiencia me fue muy grata, porque por un lado puede entrar una vez más en esa complicidad que buenos momentos nos ha dejado, pero además por volver a saborear el empeño que en su momento pusimos en este proyecto, el que considero que en fue un punto y aparte luego de mucho trajinar en un centro histórico muy especial

La Casa del Alabado, dentro de mi propia evolución profesional, es el final de una etapa, la de la dirección de obras de rehabilitación e intervención arquitectónica en centros históricos.  Antes de este proyecto, muchos otros y creo que luego de este, mis intereses tomaron un sentido nuevo y diferente, más centrado en lo urbano, antes que lo arquitectónico como objeto, lo humano, antes que los contenedores y la investigación, la teoría y gestión antes que la arquitectura como objeto especulativo.

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Centro de interpretación

En 1993 apenas había terminado la carrera.  Uno de mis primeros trabajos fue en el despacho de Belisario Palacios L.  Un arquitecto formado en IIT cuando estuvo dirigido por Mies van der Rohe.  Tengo muchos recuerdos de aquel despacho, sobre todo la manera tan lúcida como se notaba que había oficio.  No tan gratos del producto del trabajo y uno particularmente anecdótico es que habían más de un colaborador sin formación, unos buenos y con experiencia y otros no tanto.

Pues en este despacho, en algún momento fui invitado a colaborar en un encargo del diseño y montaje de un espacio en el Monumento a la mitad del mundo.  El espacio había sido cedido a la Fundación Charles Darwin, quienes encargaron el proyecto.  En principio no tuve muy claro el hecho de que se me invitara a colaborar, luego entendí que el único ánimo fue que de los integrantes del equipo, (que era fuera del despacho)yo era el único colegiado, lo que implico que corra con toda la responsabilidad del proyecto.  Era un proyecto pequeño y francamente muy sencillo, pero con muchos detalles de paneles informativos, trabajos de imágenes, texto e iluminación, etcétera; en un momento y contexto en que no existían medios dinámicos para la producción de este material.  Aun no habían ploter de corte de vinilos para los textos, la fotografía digital apenas estaba empezando y cosas así.  Nada…que tampoco una experiencia tan mala me apetece llegar a detalle, que una vez que estuvieron con dinero en mano, cada uno de los miembros del equipo, fueron bajando su condición colaborativa, hasta que finalmente me quedé con toda la responsabilidad, sin colaboradores y sin dinero.

Finalmente y con un sacrificio enorme, haciendo de fotógrafo, electricista, maquetista, y hasta limpiador lo logré terminar y lo entregué contento de haber aprendido una serie de novatadas que me dejaron un gran aprendizaje.  Del proyecto original, prácticamente no queda mas que un par de paneles, sin embargo he querido incluir estas imágenes del espacio en época actual (gracias al Gran Elmo Avila), sobre todo por tener un shortcut a mi memoria para no dejar de lado nunca ese aprendizaje.

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en ese entonces sonaba mucho esto:

Origen

Es muy importante detenerse y evaluar.  Creo que es también importante eso de «pensar despacio para andar deprisa» ;  pero sobre todo creo que a veces la melancolía de los recuerdos…puede tener cosas profundas, tanto o tantas como para marcar nuevos horizontes.

Hace poco, Jorge narró una anécdota que conectó a varias personas en ese revisar un Origen del porqué de una profesión y este es el mío y lo hago hoy que justamente cumplo 16.600 días de vida, solamente un número cerrado que me permite festejar un día, procurando así justificar que hay días, cada uno tal vez, tan festejables como un año.

Pues yo soy arquitecto por varias razones, la primera es que me familiaricé muy pronto con el medio de la construcción, mas de obras civiles, gracias a la profesión de mi padre, que a la arquitectura propiamente, pero dentro de los recuerdos importantes está un puente que hice con ocho años, para que mis coches matchbox, atravesara un riachuelo de aguas lluvias del jardín de casa.  El puente duró años, hasta que en una de las reformas del jardín se decidió conducir las aguas con una canal de hormigón.  Recuerdo al albañil, por su singular nombre, se llamaba Adán y yo pasaba horas mirando como trabajaba, hasta que llego el momento de retirar mi puente, que luego de forcejear con palas zapapicos y barretones, me preguntaron como lo había hecho y yo muy orgulloso les bajé de casa «los planos», con los cuales se pudo desenterrar el puente que tenía una cimentación algo mas grande que la luz que salvaba.

A los 14 años me cansé de compartir la habitación con mi hermano y le pedí a mi padre que me dejase una pequeña terraza que había en casa, para hacerme mi habitación.  La terraza ya estaba cubierta, con lo cual solo tuve que hacer un par de tabiques y fabrique la ventanería con madera solida ensamblada pieza a pieza.  Tanto el puente como la obra de mi habitación, creo que las podría dibujar aún, pero daría lo que fuera por tener los planos y apuntes comentados como recuerdos de aquellos primeros pasos.  Luego ya de adolescente me hice dinerillos haciendo mil y un bricolajes que lograba vender a propios y extraños y pronto me di cuenta del valor de mi trabajo.

No recuerdo precisamente un momento en que haya tomado la decisión de optar por la carrera, más sí que recuerdo de varias conversaciones en distintos momentos en que mi padre me planteó, más en plan de «reto», varios pasos que creo que fueron estratégicos, más con mi autoestima de superación antes que con la materia en cuestión.

Recuerdo visitarle en su despacho, luego de haber aprobado el curso pre universitario para decirle que me acababa de matricular en arquitectura y Él me respondió que creía prudente que habláramos cuando termine primer año.  Al terminarlo y aprobar todas las asignaturas, volví a hablar con Él igualmente en su despacho, (las conversaciones serias dejaron de ser en casa desde algo antes de los 18) y en esa oportunidad recuerdo que Él me dijo que estaba bien, pero  que lo que aseguraría mi buen inicio profesional sería que ese sea el modelo de los 5 años restantes y lo logré, cuando terminé la carrera, en 6 años y lo festejábamos tuvo un momento en privado para decirme que ahora si que empezaba lo difícil y que el reto era «hacer oficio» y ser capaz de vivir dignamente de ello.

Hace poco, a principios de años mientras disfrutaba de mi experiencia en el país, tuve la oportunidad de pasar mucho momentos lindos con mis padres, que en plan jubilados y en su campo, con tranquilidad, se pueden tomar tiempo más relajado y amplio para charlar revisar y volver a disfrutar de anécdotas como las que he comentado.  Aproveché también para ponerlos al tanto de mis inquietudes actuales y al narrar de manera detenida mi actual punto de vista, sobre las cosas que me interesan, el patrimonio, la identidad, el entorno y el mundo digital, los sentimientos los imaginarios y sus múltiples relaciones con el espacio, mi padre tuvo expresiones de desconcierto y que me dejaron ver que aunque comprendía lo que le narraba, no dejaba de sorprenderse y hasta desconcertarse y entonces me dijo:  «te has dedicado a un oficio que no conozco, pero solo el ver la pasión con la que lo cuentas, sé que supiste tener la intuición correcta para ir por lo que te hace bien».

Esa frase me conectó con un momento particular que viví hace no mucho tiempo.  cuando gracias a una coincidencia tonta, abrí mi perfil de twitter el mismo día que supe que mi homologación de titulo había sido rechazada y fue entonces cuando decidí ser Ex Arquitecto.  Sé que parte de eso tiene que ver con la propia morriña de no poder luchar con el sistema, pero otra parte que también me interesa es esa de querer convencerme de que siempre fue más profundo el ánimo de cultivar un oficio, que aún no sé cual es, que el puro hecho de tener una profesión.   Entre lo uno y lo otro, estoy contento con lo que he hecho en estos años y así lo conté cuando fue propicio, pero debo confesar que aunque sé que vengo de familia de «constructores», aún no sé exactamente donde puede estar mi mayor posibilidad de ayudar a los demás.  Pero la sigo buscando.

La estética odiada o Guilty pleasures (o estética urbana)

¿Dónde se aloja la fealdad?

¿os ha sucedido que muchas veces hay temas de los que prefieres no hablar?.  Aquellos que cuando se los toca, sientes algo así cómo una vergüenza ajena?

El ingles, tiene cosas curiosas,  una de ellas es que muchas veces logra definir cosas que en español no tienen un nombre específico, me estoy refiriendo a lo que se suele llamar Guilty Pleasures, traducido como «placeres culpables», aunque su sentido, no tan estricto, creo que es bastante más amplio, dónde es bastante ilustrativo es en la música, aquella que nos rodeaba de niños, la que escuchaban nuestros padres.  No la escogimos, pero cuando nos damos cuenta es parte de nuestra estética,  nos es totalmente familiar, tanto y tanto que es parte de nuestra cultura,  Pero  es también parte de nuestra cultura ese YO que quiero proyectar, ese «uno mismo» que construimos  y en el que ocultamos lo que no se ve bien socialmente.

Algo muy similar ocurre en el espacio urbano, está la ciudad oficial, esa ciudad de los catálogos de las divisiones de turismo de los ayuntamientos y está la otra, la ciudad informal, de la que últimamente estamos aprendiendo mucho.   Dentro de esta ciudad informal, me interesa mucho tanto las dinámicas que la conforman cómo los resultados que se logran…que muchas veces casi de manera espontánea surgen como resultado de procesos no planificados.

Hace poco participé en una convocatoria interesante.  La Asociación de vecinos del Barrio del Pla, en Alicante, convocó a un concurso de fotografía sobre vacíos urbanos y espacios degradados.  Mi propuesta la podéis encontrar en este Meipi, una colección de fotografías producto de derivas urbanas en la zona.  las clasifiqué en cuatro categorías que corresponden a las siguientes definiciones:

Cicatrices urbanas

«Tiritas» Imagen: @mariohidrobo

Nombre que tomé prestado de Diana Piñeiro, con quien con algún tiempo he intercambiado comentarios y criterios acerca del estado y la apariencia de las «medianeras» en los solares en desuso, en medio de barrios consolidados.  Pero el nombre de cicatrices urbanas, destaca de manera gráfica y muy sensible cómo «aféan» los solares de estas características, pero en medio de esa fealdad, se constituyen en una oportunidad inmensa por explorar, desde las posibilidades de uso en proyectos low cost, hasta la constitución de lo que podría ser una red de oportunidades urbanas, obviamente pasando por una reflexión de la ciudad como un espacio de aprendizaje y las definiciones morfológicas que sugiere.

Miradas al cielo

«balcón» IMAGEN: @mariohidrobo

Este es un espacio de reflexión que nació en el interior de las «casas de patio» del centro histórico de Quito, cuando luego de muchos momentos de penumbra tienes la oportunidad de «mirar el cielo», generalmente con un incomparable azul cielo, ese momento de aire, de horizonte con sabor a infinitud, que lo volví a echar de menos en Madrid cuando me di cuenta que el cielo era en gran medida el único espacio de amplitud urbana que te permite «fugar» la mirada en las ciudades densas y compactas. Esta reflexión plantea una mirada distinta a los pozos de luz y cómo la ciudad o el espacio exterior se infiltra en la densidad urbana.

Maquillajes urbanos

«bmw» IMAGEN:@mariohidrobo

Quise definir así a pequeños elementos cotidianos, sobre todo de arte urbano y más escenografías, muchas veces involuntarias, que se encuentra en el entorno urbano y que caracterizan zonas y sectores con una huella de identidad.  Creo que estos elementos son parte muy importante que hablan y definen una estética y en gran medida una forma de expresión de la cultura de las personas que habitan la ciudad.

Gestión de proyectos colaborativos

En la cuarta sesión del Workshop de Cultura digital e inicios de community management que dicté para el proyecto El diferencial del Centro de Arte contemporáneo de Quitose inició recapitulando las anteriores y haciendo un repaso y revisión de las tareas, la dificultad que plantearon a los cursantes y la manera como lo enfrentaron,  posteriormente se trabajó en la sesión misma haciendo, exponiendo las principales vulnerabilidades y elementos estratégicos de la gestión de proyectos colaborativos.

Se trató con especial énfasis el tema del reparto económico como un momento álgido en este tipo de trabajo y se plantearon estrategias para gestionarlo de manera equitativa.  Finalmente se plantearon ejercicios adicionales sobre los cuales los cursantes podrían trabajar para tener el material y conocimiento adquirido de manera organizada y en archivos digitales.

 

Fruto de este trabajo, editaremos a posterior, resúmenes de cada cita de trabajo en base a distintas herramientas de agregación de contenidos.

Redes y Ciudad

En la Tercera sesión del Workshop de Cultura digital e inicios de community management que dicté para el proyecto El diferencial del Centro de Arte contemporáneo de Quitose trató la comprensión de las redes desde sus principios básicos, se analizó la tipología de redes y sus visualizaciones y aplicabilidad en la comprensión de la ciudad.

Para ejercitar y comprender mejor el uso de mapas y sistemas de geolocalización hicimos un ejercicio que se lo puede encontrar en este enlace .  Se plantearon adicionalmente, varios ejercicios en los que los cursantes debían poner en práctica las temáticas y las herramientas tratadas, tanto para geolocalizar como para comprender las dinámicas de la red.

 

Finalmente se trató la relación de la construcción de la identidad digital y la ubicuidad como uno de las características para provecho de nuestras acciones diarias y profesionales, relacionadas con tejer nuestra red de relaciones digitales.

Centro Histérico de Quito

Hace ya 6 meses que dejé Quito.  Cuando estaba ya casi de salida tuve la desagradable noticia de escuchar muy de cerca que se estaba discutiendo acerca de las posibilidades de ciertos derribos en el Centro Histórico.  Mi permanencia allí me dio para salir en un momento en que de rumor se estaba convirtiendo en fatal decisión y empezaban a darse opiniones de toda índole.

Este tiempo me ha permitido, en cierta medida, presenciar una evolución de la circunstancia en los medios pero sobre todo en la realidad, puesto que se han iniciado ya. Esto, junto con el hecho de haber tenido la oportunidad de trabajar considerablemente dentro del Centro en temas relacionados con Casas, Edificios y monumentos en procesos de recuperación, han tocado muchas cosas dentro de mi, que me han permitido sentir una necesidad de comentar  mi opinión al respecto.

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El Centro histórico de Quito ha tenido muchos momentos y estos no han empezado cuando es declarado patrimonio de la humanidad, título otorgado por la UNESCO y que al ser así son ellos quienes tienen la competencia sobre ese juicio.  Los momentos de Quito, y esto lo saben de sobra quienes conocen a la ciudad de verdad, están inevitablemente relacionados con una complejidad urbana que poco tiene que ver con un monumento. Me refiero en concreto al alma mismo de toda urbe, su población, y mas aún a unas decisiones que salen de toda normativa, de toda dirección y especialmente de toda planificación y que corresponden a los procesos sociales y las relaciones de la ciudad como ente físico en función de dichos procesos.

Las autoridades, pasajeras siempre, tienen competencias, hasta hoy estructuradas por los procesos de elección y sobre ellos las responsabilidades de los ciudadanos, votantes o no.  A favor o en contra.  Competencias estas — decía — que permiten a los mandatarios tomar decisiones, mas o menos pensadas.  Al menos así quiero entender y que se atañen a interese, como no puede ser de otra manera.  La licitud de estos intereses es tema de otra discusión, pero que no dejan de lado la legitimación del accionar social.  Menos aún en un País, Ciudad o conglomerado social que ha sido capaz de cambiar 7 presidentes en 10 años (1995 – 2005).

Desde ese punto de vista, la discusión en si misma me irrita, puesto que no veo que se camine por una senda que conduzca a un proceso de madurez ni en la toma de decisiones (asunto de las autoridades) ni en lo profesional (asunto no solo de los arquitectos) ni en lo social (asunto de todos), que implique aciertos.  Aunque soy franco en reconocer que esto solo se lo puede juzgar»a toro pasado» y en los proceso urbanos creo que esta índole de decisiones lleva, como poco una década.  Para muestra un botón.  Si

recordamos el Centro histórico de Quito antes del terremoto de 1987, recordaremos claramente que hubo un antes y un después de él, sobre todo en la temática de la recuperación patrimonial.  Para entonces la ciudad llevaba ya nueve años como Patrimonio Cultural.

La discusión se ha salido de todo:

La multiplicidad de competencias, Municipio, Ministerios (mas de uno), institutos (competentes o no); gremios profesionales (incompetentes muchos, puesto que no han llegado a resultados, unos, y otros ni siquiera emiten posiciones por temor a herir compromisos políticos), entre todas las autoridades parecían niños hambrientos arranchándose panes, apariencia desagradable, «máxime» si tomamos en cuenta que no son niños, que deberían tener la madurez para afrontar profesionalmente una posición de esa naturaleza, pero también porque ello mismo ponía en manifiesto el desconocimiento del alimento, para el caso, entiéndase «el tema» .  No se trataba de panes, sino probablemente de un tesoro que evidentemente si se degrada, será porque eso ha sido el resultado de su esfuerzo.

Pero sobre todo y lo que mas me llama la atención ha sido ver a una población impávida, discutiendo en redes sociales, medios de comunicación y toda posibilidad de voz, aspectos tan banales cómo la belleza y la fealdad, cómo los aciertos o desaciertos de profesionales que «descansan en paz» y que intervinieron el centro hace mas de medio siglo, evidentemente, cuando el hombre aún no llegaba a la luna, cuando Kevin Linch apenas estaba elaborando los estudios que le llevarían a publicar en el MIT  la imagen de la ciudad,  Pero sobre todo, el mismo Centro histórico de Quito, no había atravesado los momentos y las circunstancias tan importantes en cuanto al reconocimiento de su patrimonio que se dieran desde los noventas en adelante;  procesos difíciles y duros que no terminan de consolidarse debido a la ignorancia de los políticos, o profesionales oportunistas que con intereses individuales siempre, han manejado un botín de ambiciones para conducir los proyectos a sus arcas personales, cosa que he visto suceder en todas las administraciones a las que ha tenido cercanía.

Es fundamental la investigación histórica, como principio esencial del valor evolutivos de las urbes y buenos profesionales no han sido insensibles de estos valores en Quito.  Recuerdo con mucho agrado las investigaciones de los asentamientos pre hispánicos y la reconstrucción de las quebradas originales de Inés del Pino o el estudio la Ciudad y los otros, por Eduardo Kingman, donde se estudian la salubridad del la ciudad y sus connotaciones políticas…si es que hablando de conocimientos y estudios  serios se podría no terminar.  Hay quien ha hecho conocimiento y quien ha hecho negocio, pero entre los unos y los otros el futuro de la ciudad no es prometedor, pero esto no es una calamidad de los malos profesionales, sino una debilidad que la sociedad Quiteña ha permitido y que por tanto en mayor o menor medida es artífice de ella.

Hoy en día está reconocido a nivel global, las sinergias sociales como elemento fundamental de la intervención de centros urbanos.  Esto si bien no es una novedad, siguen en las reflexiones de las autoridades primando la imagen política, la apariencia y el negocio de un círculo reducido, pero lo que creo que es más grave, es que esto no es un accionar ya de intereses, sino que ahora a la distancia, empiezo a entenderlo como un elemento esencial de la identidad Quiteña.

Finalmente y para resumir, no condeno ni considero un sacrilegio el derribo de los edificios en el Centro histórico de Quito. Por sobre todo considero una debilidad ciudadana, el haber permitido que sin un debate adecuado, la ignorancia de autoridades endebles no hayan permitido a la población misma deliberar y llegar a proceso de empoderamiento y toma de decisiones;  Me parece muy triste el haber gestado una intervención de tal importancia, desde la prepotencia y el abuso poco inteligente del poder, eso por sobre todo explica los pocos criterios contemporáneos de intervención en centros sensibles.  Deja ver también, la muy reducida comprensión de las dinámicas sociales sobre el entorno construido y la casi nula comprensión del paisaje urbano como elemento articulador de imaginarios, y estos como elementos fundamentales del sostén y cultivo de la identidad y por tanto, la ignorancia absoluta de los procesos  reales de sostenibilidad de un espacio patrimonial.

Solo espero que el costo que el Centro de Quito en si mismo pague por este error, sea el que precautele de mayores, pero temo equivocarme.

 

Trabajo colaborativo

Este es un breve resumen de lo que trató la segunda sesión que compartí en el marco del Workshop de Cultura digital e inicios de community management que dicté para el proyecto El diferencial del Centro de Arte contemporáneo de Quito.

La sesión trató la presencia en la red, definiendo y caracterizando a Nativos digitales tanto como inmigrantes digitales.

Las  potencialidades de cada grupo al momento de integrar equipos trabajo colaborativo, seguidamente se trataron las principales herramientas del trabajo colaborativo y las estrategias para ponerlas en práctica.  Se plantearon varios ejercicios en los que los cursantes debían poner en práctica las temáticas y las herramientas tratadas.


Importante señalar que durante el mismo desarrollo de la sesión, de manera colaborativa se desarrollo un documento abierto con los principales enlaces de las herramientas citadas en la presentación. las mismas que fueron tutorizados, evaluados, revisados y corregidos.

Cultura e identidad digital

Este es un breve resumen de lo que trató la primera sesión que compartí en el marco del Workshop de Cultura digital e inicios de community management que dicté para el proyecto El diferencial del Centro de Arte contemporáneo de Quito.

La sesión abordó la comprensión de la cultura digital desde la filosofía y la teoría de la cultura Líquida, la historia y evolución de la web y se analizó el estado actual,   Seguidamente se analizó los pros y contras de los objetivos de la Identidad digital personal, para luego tratar en específico las herramientas mas usuales con las que se trabaja al momento de construir una identidad digital y cómo gestionarla.

Se plantearon varios ejercicios en los que los cursantes debían poner en práctica las temáticas y las herramientas tratados fruto del cual se construyeron los principales elementos de cada uno de los cursantes, estos fueron tutorizados, evaluados, revisados y corregidos.

Paralelamente y gracias a la colaboración de Adela VV, se trabajó en la construcción de un relato colaborativo mediante la construcción de personajes imaginarios con los que se gestionó distintas redes y herramientas tanto individuales como colaborativas.

Workshop Cultura Digital

El próximo mes, del 8 al 18 de Octubre estaré impartiendo un taller en El diferencial, el espacio de tecnología del Centro de Arte contemporáneo de Quito.  

El Taller tiene una naturaleza teórica y práctica en la que intentaré llegar con lo que considero los elementos básicos de la Cultura Digital.  He diferenciado tres temas troncales para tratarlos.

Analizaremos como punto de partida la  cultura líquida sobre la base de la filosofía de Zygmunt Bauman, a manera de una forma de entender los cambios actuales.  La identidad Digital, haciendo una pequeña reseña histórica desde la Web 1.0 hasta la web semántica y las herramientas básicas de comunicación individual.  En este bloque me interesa hacer hincapié, en la manera de gestionar nuestra identidad digital con objetivos de red y mundo 2.0, lo que estará estrechamente vinculado con los ejercicios que se plantearán.

En este segundo bloque trataremos las herramientas para la comunicación digital colectiva, herramientas para la comunicación digital abierta y como trabajar en entornos digitales, aquí procuraremos sentar las bases de un trabajo colaborativo que saque el máximo provecho de los recursos de red  para contribuir tanto a nuestros trabajos de investigación como al enriquecimiento de la web semántica.  Los ejercicios que se plantearán en este módulo nos permitirán comprender el manejo de las herramientas para la comunicación colaborativa y sentar una instrumentalización para proyectos propios.

La ubicuidad y la georeferenciación, experimentaremos el trabajo colaborativo procurando crear una comunidad basada en modelos de gestión de proyectos abiertos y nos ejercitaremos bajo principios de community management y el empleo de redes sociales para investigación y difusión de contenidos.  Haremos un ejercicio de deriva urbana con sistemas de registro y mapeo digital.  El interés fundamental de este módulo es que podamos ver a la ciudad como un entorno de aprendizaje expandido, a través de documentación transmedia.

Tengo una particular ilusión en este taller, puesto que en gran medida, luego de la experiencia que realizamos junto con Activadores Urbanos el año pasado en los Barrios de la Zona norte de Alicante y de mi experiencia en Alausí a principio de año, hago un compilación de recursos y herramientas digitales como de mapeo colaborativo y oportunidades de investigación y difusión del mundo 2.0, espero que luego de esto, podamos extender las oportunidades de compartir investigaciones con estas gentiles instituciones que han confiado en esta propuesta.

 

#redlimpia

Estoy preparando un taller de identidad digital y redes.   La institución para la que lo hago, me ha invitado a pensar en algo de Community management para principios del próximo año y ello me llevado a pensar en que me apetecería hacer y he llegado dos conclusiones.

La primera es lo que no quiero hacerlo.  Creo que el mundo oXidental (así con una X a propósito de tachar la tendencia) es muy bueno en «prostituir» conceptos, recuerdo que cuando supe que se estaba enseñando feng shui en las escuelas de negocios de Estados Unidos, se me erizó la piel.  Pues no pasó media década para que en los supermercados, gasolineras y grandes superficies aparezcan libros en plan «el feng shui de los negocios».  A esa forma de prostitución es a la que me refiero.  A esa desproporcionada y desaforada manera de intentar hacer dinero rápido con todo, la que rechazo como parte urgente y prioritaria de no fomentar el neoliberalismo.

Pero no me enrollo más, quien me conoce sabe que no apuesto a ello y por tanto en el mundo del community management no apuesto a sacar el jugo a los «clicks»  no uso herramientas que apuestan a visitas.  Ni creo que los intereses de una empresa se miden por el número de amigos en Facebook.  Ese es el taller que no quiero hacer, además, siendo honestos, de estos encuentras desde gratuitos con titulo de «vendemotos», hasta master de 10.000 euros con titulo de experto en manejo de comunidades extraterrestres.

http://orsieg.es/en
http://orsieg.es/en

Lo que me interesa y me preocupa  es la manera como se puede sacar rendimiento a las verdaderas potencialidades de la red.  Esa capacidad infinita de fractalidad y su registro y producción.  Pienso y quiero de la red, un espacio amable, gentil en donde se pueda cultivar los mas nobles propósitos de las mas complejas comunidades.  Puede sonar algo altruista, pero no.  Creo que debe seguir existiendo la libertad de encontrarse en la red, como uno de los pocos espacios realmente democráticos en donde se puede uno juntar con los que coincides con la peor de las locuras.  Así y con el propósito de contribuir a una red limpia y gentil, me gustaría hacer un taller para hablar de los errores de community management, procurando proyectarlos a buenos hábitos que sean una semilla de protocolos limpios que muchas comunidades ya los han logrado.

Si ves o conoces de esos malos hábitos, cómo la gente que no enlaza los mensajes en le correo, contestando desde el «redactar» cada uno, logrando así,  que los que pertenecen a una misma conversación no se puedan enlazar.  Quien maneja la identidad institucional de un museo y entra a la red una vez al día y envía 35 tweets en 5 minutos…estos y muchos más tuitéalo con el hashtag #redlimpia, escribe a mi correo, o coméntame aquí mismo.

El Anti-curriculum

Es muy incómodo hablar de uno mismo.  No sabes si pecas de humilde al punto en que puedas caer en la tontería o si pecas de presumido por contarlo todo.  No es fácil definirse porque en gran medida quien nos demanda una definición, impone una expectativa y uno muchas veces, cuándo tiene que definirse, es por la necesidad de agradar, conquistar, seducir.  Es decir cumplir esa expectativa.

Ernesto Proaño: http://tarjeterio.blogspot.com.es/
Ernesto Proaño: http://tarjeterio.blogspot.com.es/

O, no.  Siempre te queda una oportunidad algo más arriesgada que es verte, entenderte, definirte, presentarte y buscar, luchar y trabajar en lo que de verdad te llena y te permite hacer las cosas con una dosis de pasión necesaria para garantizar satisfacciones en lo acertado y en lo desacertado.

Estamos en momentos de cambios y de muchos cambios vertiginosos que la mayor parte de las veces nos vemos obligados a tomar partido por algo.  Es ese algo, una actitud, la que cambia la manera de que los caminos se abran.

En ese camino, entre reinventarse y sincerarse encuentro superplacentero definirme, pero definirme desde la verdad de mi «anticurrículum». que ahora si, creo que está, sino definido, algo más pulido.  Un  Anticurrículum implica sobre todo hablar de lo que de verdad define a uno, hablar de las cosas que nos formaron en cuanto a la estética, los hábitos, el cultivo y el descubrir de nuestros intereses destrezas y por tanto, entonces si de nuestras verdaderas competencias, es decir para que soy competente y no para qué creo serlo porque tengo una acreditación que así lo indica.

Hay pocas referencias en una estructura de un Anticurriculum, pero comprendiendo bien el marco al que me refiero, quizá la mejor es la de Ernesto Proaño, que conjunta una serie de tarjetas que acuden a lo creativo y a veces hasta esperpéntico para buscar una cara B de la definición de un oficio o del impacto comunicacional al que puede llegar una tarjeta de presentación.

Yo por mi parte, intentaré ser riguroso en publicar bajo esta categoría, todas aquellas cosas que creo que me definen, aunque estoy plenamente convencido de que la complejidad humana de tal amplitud, que inclusive entre personas cercanas el proceso no se termina nunca.  Esa es probablemente la premisa básica. el currículum es finito, el anticurrículum no.

He querido empezar estas entradas, con el retrato que mas que con cariño lo hiciera David Santillán en el 2006, —más que por andar en tejados y cumbreros—andando en la búsquedas de los equilibrios, en los bordes y ahora mucho mas seguro de que se debe trabajar en las fisuras.  Dónde está el conflicto está lo que mas me interesa.

"Equillibrio" David Santillán, 2006. colección particular.
http://www.davidsantillan.com/ 
Procuraré poner banda sonora a las entradas importantes: