¿Dónde se aloja la fealdad?
¿os ha sucedido que muchas veces hay temas de los que prefieres no hablar?. Aquellos que cuando se los toca, sientes algo así cómo una vergüenza ajena?
El ingles, tiene cosas curiosas, una de ellas es que muchas veces logra definir cosas que en español no tienen un nombre específico, me estoy refiriendo a lo que se suele llamar Guilty Pleasures, traducido como «placeres culpables», aunque su sentido, no tan estricto, creo que es bastante más amplio, dónde es bastante ilustrativo es en la música, aquella que nos rodeaba de niños, la que escuchaban nuestros padres. No la escogimos, pero cuando nos damos cuenta es parte de nuestra estética, nos es totalmente familiar, tanto y tanto que es parte de nuestra cultura, Pero es también parte de nuestra cultura ese YO que quiero proyectar, ese «uno mismo» que construimos y en el que ocultamos lo que no se ve bien socialmente.
Algo muy similar ocurre en el espacio urbano, está la ciudad oficial, esa ciudad de los catálogos de las divisiones de turismo de los ayuntamientos y está la otra, la ciudad informal, de la que últimamente estamos aprendiendo mucho. Dentro de esta ciudad informal, me interesa mucho tanto las dinámicas que la conforman cómo los resultados que se logran…que muchas veces casi de manera espontánea surgen como resultado de procesos no planificados.
Hace poco participé en una convocatoria interesante. La Asociación de vecinos del Barrio del Pla, en Alicante, convocó a un concurso de fotografía sobre vacíos urbanos y espacios degradados. Mi propuesta la podéis encontrar en este Meipi, una colección de fotografías producto de derivas urbanas en la zona. las clasifiqué en cuatro categorías que corresponden a las siguientes definiciones:
Nombre que tomé prestado de Diana Piñeiro, con quien con algún tiempo he intercambiado comentarios y criterios acerca del estado y la apariencia de las «medianeras» en los solares en desuso, en medio de barrios consolidados. Pero el nombre de cicatrices urbanas, destaca de manera gráfica y muy sensible cómo «aféan» los solares de estas características, pero en medio de esa fealdad, se constituyen en una oportunidad inmensa por explorar, desde las posibilidades de uso en proyectos low cost, hasta la constitución de lo que podría ser una red de oportunidades urbanas, obviamente pasando por una reflexión de la ciudad como un espacio de aprendizaje y las definiciones morfológicas que sugiere.
Este es un espacio de reflexión que nació en el interior de las «casas de patio» del centro histórico de Quito, cuando luego de muchos momentos de penumbra tienes la oportunidad de «mirar el cielo», generalmente con un incomparable azul cielo, ese momento de aire, de horizonte con sabor a infinitud, que lo volví a echar de menos en Madrid cuando me di cuenta que el cielo era en gran medida el único espacio de amplitud urbana que te permite «fugar» la mirada en las ciudades densas y compactas. Esta reflexión plantea una mirada distinta a los pozos de luz y cómo la ciudad o el espacio exterior se infiltra en la densidad urbana.
Quise definir así a pequeños elementos cotidianos, sobre todo de arte urbano y más escenografías, muchas veces involuntarias, que se encuentra en el entorno urbano y que caracterizan zonas y sectores con una huella de identidad. Creo que estos elementos son parte muy importante que hablan y definen una estética y en gran medida una forma de expresión de la cultura de las personas que habitan la ciudad.
Ya me puedo ir a dormir tranquila, alguien me ha usado de referente en un artículo serio.
😉
Por cierto, con respecto al último punto yo también tengo mi propia investigación, la llamo «galería callejera», pero aunque tengo un montón de fotos, de momento he subido pocas porque intento ponerles un título «de circuito museístico» xD
http://www.flickr.com/photos/carabiru/sets/72157628387943993/