Banda sonora para una siesta esperada

La suave textura de la manta térmica, si cerrabas los ojos podías escuchar los rechinidos de las delgadas fibras, soul eyes, de Melissa Aldana, sonaba muy bajito, tanto como para que se pudiera escuchar el quejido de la manta…un rechinar, mitad natural mitad sintético.
Que pedía la manta?
Que era lo que aquellos dos cuerpos que se sentían ajenos no lograban comprender, entender, escuchar.
Que es lo que la manta pedía?
probablemente el mensaje de dos corazones que en muchos años nunca dejaron de estar juntos, probablemente el chillido no era comprensible desde la textura de la manta.
hacía falta mirar.
Tener todo descrito y mirar la tenue sensación con la que en baja luz, los montículos de las partes, cubiertas por las mantas y en penumbra, como montañas al atardecer, aproximaban los cuerpos, de piel, lentamente se aproximaban. totalmente conectados con los deseos de años de cercanía, con el ímpetu de la manta, con los deseos del corazón.

Antonio Preciado

No es complicado que me guste la poesía, pero en general es poca la que considero buena y uno de mis autores favoritos es Antonio Preciado:
TAL COMO SI JUNTÁRAMOS CAMPANAS
Antología esencial 1961 – 2009


HISTORIA

Correteaba la miel; pero ese día
el fusil
me dieron en la línea animal
del espinazo,
y desde entonces ando
de rencor en rencor,
de guerra en guerra,
con un fusil alerta entre las manos.

silencios

hoy aprendo a amarte desde los silencios
muchas veces cuando te miro,
silencios y distancias de por medio,
aprendo a ver en ti muchas cosas olvidadas
veo tu belleza y recuerdo los colores más sublimes
escucho tu voy y recobro mi fuerza perdida
te veo moverte y echo de menos el viento
en mi cara, la velocidad, mi moto.
en tu pelo, la sensualidad, tu movimiento, tu erótica.

hoy aprendo, te re aprendo.
a amar en la distancia, en esa cierta distancia
que navega en el silencio.
me importa que te re aprendo, todos los días.

Quito

Ahora que estas a la distancia, entiendo el miedo del desterrado
ahora que te imagino a la distancia y te sueño de verdes montañas
difícil se le hace a mi piel no sentir el viento helado.
imposible es no oler tu rocío en quicuyo verde en las mañanas.

miro tu reflejo en las piedras mojadas y al sonar de un requinto
aún retumban dentro mío tus campanas.
con el brillo del amanecer ese ruido de las ramas de los eucaliptos
y el croar de las ranas en invierno, y la lluvia sonora, apabullante, total.
te extraño Quito, pueblito de sombras, de lágrimas y brillos
pueblito de soles y amores
pueblito de casas viejas e historias impagables.

MUERTE O VIDA

De pronto las margaritas se marchitaron, las hojas se cayeron y pensé que era el otoño, pero me equivoqué era solo un momento, un momento de muerte, de fin. Un momento imprescindible para que la todo vuelva a nacer. Un momento imprescindible para el NO-TIEMPO. Para la la vida.
Para que unas cosas renazcan es imprescindible dejar que otras mueran.

de ciudad a exiliado

DE CIUDAD A EXILIADO

cuando pienses en mi, encuéntrame en las cosas más sencillas,
aquella plaza con fuente, el sonido discreto del agua,
el reflejo del sol en cada gota, que luego de airearse al viento, vuelve a la fuente.

cuando pienses en mis plazas,
recuérdame sus antiguas bancas,
donde estudiaste, reíste,
donde lloraste, enamoraste.

cuando pienses en mí recuérdame en los besos más sinceros.

recuérdame en las voces anónimas,
los voceadores de periódicos, los vendedores de lotería, el ruido de los autobuses y los coches.
algún gato de tejado en las noches, algún aullido de perro callejero.

cuando pienses en mí
recuerda a mi viento de nevados,
gélido, letal.
recuerda mi cielo de verano,
azul entero, impecable.
recuerda a tu sol,
canicular, intenso, total.

cuando pienses en mí, encuéntrame en las noches más enteras
las noches con estrellas, luna y amor.

encuéntrame en chimenea con libro
en frío con manta
en sed con agua
en beso con caricias.

cuando pienses en mí recuerda que también me haces falta.

diciembres

hoy te echo de menos, hombre pájaro, hombre viento
echo de menos cuanto camino corrí tras mis deseos
echo de menos las piedras mojadas de las calles infinitas
olores de Palo santo e incienso de los Diciembres lluviosos

emociones navideñas, apenas apañadas con retales de villancicos
reuniones familiares, novenas y abrazos sinceros

hoy no más hombre viento ni deseos
hoy menos vuelos y más realidades
sonrisas postizas y ajenas de festejos extraños

solo quedan las emociones infantiles y honestas
solo quedan montones de sueños guardados
rotos, esperados

solo queda esperar que sea leve
y el próximo menos.

llueve en mi ventana

Llueve en mi ventana.
Las gotas tras el cristal, yo te rememoro en tantas gotas, lágrimas en vano.
Si todos nuestros llantos pudieran ser flores, si todos nuestros desesperos fueran amores, caricias, besos.
Si todas nuestros rencores, rencorcitos pequeños, pudiéramos cambiarlos por caricias, por amores, mas amores y ternuras.
En medio de esta lluvia de mediterráneo, te echo de menos. Amante ternuras, Amante compañera, te echo de menos tanto como a mi juventud arriesgada, tanto como a mi pretérito soñado; pero te echo de menos y te busco con entusiasmo, hasta alcanzarte aun que solo sea esta noche para mañana buscarte menos, porque te sentiré llegar.
DE NUEVO….