Deriva en la Plaza Argel

Gracias a la publicación de Antonio Ruiz, por redes y en su blog,  conocí el magnífico monográfico que sobre derivas publicó la Revista de Estudios Urbanos y Sociales a finales de la primavera pasada.  Lecturas que no puede atender de manera pausada y sesuda hasta bien entrado el  verano, pero ha merecido la pena el hacerlo a su ritmo, puesto que  me ha provocado ir cotejando con experiencias propias y hacer un recuento sucinto de algunas de las Derivas en las que he participado y particularmente me han sorprendido, que pese al trabajo teórico que sustenta mis propuestas en cada vez, los agujeros que se escapan, no estaban mal cubiertos dentro de todo el marco tan amplio que abarca este tipo de dinámicas.  Así por ejemplo he revisado que como parte de las jornadas enREDandonos que participé hace algún tiempo, he revisado que la secuencia de actividades que para esa jornada planificamos tenía un sentido muy acertado.

El ejercicio inició con un marco teórico muy amplio que partía de la exploración histórica de la zona,  Luego hubo un momento de sensibilidad con una conferencia que hacía alusión a un Proyecto de Fin de carrera de Pepe Aracil (arquitecto), organizador del evento a nombre de ASF.

niños

Trabajo interesantísimo en el que sobre todo se podía encontrar una alta sensibilidad en el tratamiento de los imaginarios infantiles sobre la zona y la manera como los varios niños, bajo su visión y lenguaje (incluso gráfico) planteaban expectativas de su territorio, los focos de atención de estos niños, pero sobre todo, la conexión que los adultos asistentes eran capaces de hacer, recordándose a ellos como niños y extrapolando las riquezas del entorno en el que crecieron.  Luego me tocó el turno que afronté con tres secciones  de trabajo.  Una primera en la que abordé el viaje como una experiencia urbana, para lo que fue imprescindible “sentar criterios” acerca de lo que implica el viaje como instinto básico de movilidad, de dónde parte y que nos representa hoy en día en los «viajes cotidianos».
Luego, como segunda instancia, propuse el análisis de La psicogeografía como un recurso del análisis urbano, empecé ejemplificando con algunas derivas a partir de cuyas experiencias procuré dejar en claro los propósitos, la forma de trabajo y lo que suponen estos ejercicios como elemento de construcción identitaria y por tanto su importancia  en las propuestas de análisis de la intervención y propuestas  urbana.

deriva

Finalmente la tercera parte consistió en una Deriva, por el sector y en concreto con el solar que se nos había permitido intervenir para el taller de la puesta en común final.  El ejercicio fue planteado de una manera, más bien distendida, procurando colaborar en la implementación de imaginarios de los asistentes y mediante su experiencia aglutinarlos a manera de recursos para estructurar las necesidades emocionales y sensoriales que requería el proyecto.

posits

 

Un espacio final nos permitió volcar el material registrado en la deriva sobre mapas, esquemas y apuntes sobre el barrio y en concreto, el solar.

Con todo este material y otros elementos documentados y registrados como ejercicios de algunas posteriores charlas, MonoD Estudio programó un ejercicio de puesta en práctica y acción común urbana.  Una suerte de instalación urbana que se componía de elementos – deseados y su método de implantación en territorio.

campo

Todos estos pasos que he narrado, en su conjunto, representan un camino de para afrontar un diseño que a más de ser participativo, explora elementos qué, por ser producto de las derivas, proponen con un mejor acierto los imaginarios y los deseos de los vecinos.  Lo que más me interesa de esta metodología, es la magnitud en la que la comunidad, al ser partícipe de ello, asume responsabilidades sobre la planificación y con estas lecturas mencionadas, de alguna manera he validado esta alternativa.

Hackea Solanda

Este es un proyecto que desarrollamos en la primavera del 2012, al rededor de discusiones con Orsieg acerca de emociones ubicadas y una re-toma de contacto de los proyectos de espacio público que estaba desarrollando entonces David Santillán en Quito.  El proyecto en sí mismo  consistía en desarrollar una Aplicación Digital que sea capaz de capturar imágenes digitales y textos geolocalizados, asociados a un estado emocional demandado bajo las circunstancias propias del lugar.  Una emoción deseable ubicada o un recuerdo deseable ubicado.

hs logo para post

La acumulación propia de los datos captados, proporcionará un mapa sentimental colaborativo, este mapa permitirá por “densidad” ubicar los sentimientos predominantes en los escenarios del espacio público;  Datos que permitirán realizar una intervención en el territorio que genere una reacción emocional colectiva en el espacio público.

 herramienta

Se propone una aplicación online integrada en la propia web de la propuesta, consistente en un mapa interactivo con tres funciones: insertar información georeferenciada dentro del barrio de Solanda, ver ese conjunto de datos agregados por la comunidad, y ofrecer un análisis útil y propositivo de dichos datos.

Los datos (en forma de comentarios, fotos, dibujos, vídeos, …) serán, por un lado, sentimientos situados, y por otro, recursos materiales del entorno de la ciudad (materiales residuales, técnicas y tecnologías propias del lugar, etc), creando una cartografía geoemocional y de recursos útiles de este trozo de ciudad.

mapa

Dicha información se podrá agregar de dos maneras distintas: desde la web de la aplicación online, añadiendo la información en el mapa con un simple click; y desde una red social externa de publicación de noticias y emociones como Twitter: las publicaciones que se hagan desde un dispositivo móvil en el barrio aparecerán automáticamente en el mapa de la aplicación online, y lo que es igualmente importante: se expandirá también por dicha red propiciando comunicación y debate con el resto del mundo: lo que pase en Solanda no se quedará solo en Solanda.

El mapa se podrá consultar desde la página web de la propuesta, viendo a tiempo real el nuevo mapa emocional de la comunidad, cambiante y vivo. Y mostrará el análisis de la actividad comunitaria en forma de Epicentros Emocionales: ¿dónde está el centro de gravedad de la alegría del barrio esta semana? ¿Qué imágenes, palabras o videos definen esa emoción en ese lugar y en ese periodo de tiempo? El análisis dará respuesta a estas preguntas, y será utilizado para definir y ubicar los Hitos Emocionales.  Hitos emocionales además, físicos analógicos y customizables por la propia ciudadanía involucrada.

¿qué se pretendía con ésto?

Pues el Objetivo último era el empoderamiento del territorio, evidentemente de aquí se desprenden la mayor parte de los objetivos secundarios.  Los vecinos del barrio, al interaccionar en el entorno tanto físico como digital del sistema estarían incrementando su conocimiento del potencial de trabajar juntos.  La posibilidad de registro de emociones del barrio, es una ejercicio muy potente, puesto que permite ejemplificar algo íntimo y sensible, por tanto el revertir este ejercicio en iniciativas mas cotidianas puede ser mucho menos complejo.  La posibilidad de registro y manejo se emociones permite «desvestir» la emocionalidad grupal, en tal suerte sería obvio esperar una integración social al rededor de un sentimiento en común que se ve evidenciado como una realidad mayoritaria, que deja opción a la opinión pero no a la interpretación de la colectividad social.  Esto es de fundamental importancia ya que aunque el sentimiento detectado no sea positivo (tristeza, pena, frustración) el empoderamiento a través de ese aunar emocional, sigue estando activo.

GRAFICO2

Finalmente y de manera fundamental, para mi este ejercicio, a mas de aunar conceptos básicos como el ya nombrado empoderamiento del territorio por parte de los propios actores, tiene fundamental importancia puesto que ejemplifica una metodología que da lugar a una alternativa menos cientista que todo lo que se ha pretendido que sea el urbanismo.  Sobremanera si comprendemos a la ciudad somo un organismo vivo.

en este proyecto intervinieron:

idea y concepto:  Mario Hidrobo y Sergi Hernández para Activadores Urbanos.

Direción del proyecto: Activadores Urbanos.

Desarrollo y programación del mashup: Sergi Hernández.

Desarrollo de la imagen y campaña: Reding

Producción de resultados:  Arrsa

Taller para el hackeo de los Hitos:  Arrsa

Análisis SocioUrbano:  monoDestudio

Seguimiento documental:  Ciudad de la Sombra

 

Pan-óptico de conocimiento

A principios de Mes recibí una invitación de Lopez y Lopez arquitectos para presentar una propuesta de gestión de un centro de innovación urbana.

El proyecto, en todo su conjunto, consistía en abordar el análisis del sector urbano de «El placer» en  Quito-Ecuador y dentro de ello, específicamente generar un modelo de innovación urbana a manera de laboratorio de conocimiento y cultura en red para el proyecto de recuperación del Ex Penal García Moreno.

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Luego de intercambiar criterios, tanto de la manera como se esperaba que el proyecto articulara elementos en el entorno, tanto como de los temas administrativos, al ser desarrollado de manera distribuida, el proyecto quedó de la siguiente manera:

Etapa —Alfa—.

Una primera etapa que explicará la manera de abordar la generación de una bitácora documental abierta y de construcción colaborativa, mediante la documentación de todas las dinámicas de participación y reflexión para la formulación del proyecto.  Estructura de una narrativa transmedia y  en tiempo casi real a fin de que las reflexiones tengan una ventana a la posibilidad de un feed back, local, global y abierto durante todo el proceso de la intervención y elaboración de proyectos.

Un espacio virtual de apoyo documental, donde queden narradas sobre todo las investigaciones y reflexiones que conduzcan a una construcción colaborativa de los resultados, abarcando así el  (1.8) Gestión del conocimiento e investigación en etapa de Prefacio al resultado (que será el la ejecución de proyectos).

Producto:

Argumentación teórica de la necesidad de un modelo abierto y colaborativo como forma principal de empoderamiento de los proyectos.

El modelo Beta como nueva forma de trabajo, argumentación de la metodología prueba-error como justificación al uso de herramientas analógicas y digitales para la gestión del conocimiento y éste como

Introducción que justifica la necesidad de esta bitácora como un elemento documental, anclado a una modalidad beta como forma de trabajo.

Descripción y uso de herramientas digitales para el trabajo colaborativo, forma de gestión de las herramientas digitales para las dinámicas de comunicación transmedia y elementos que permiten comprender el orden y argumento de estructuración de las redes como sistema de análisis de la complejidad de la naturaleza de la intervención general.

Etapa  —Beta—.

La práctica desarrollada en la Primera instancia, dará lugar a la necesidad de espacios de trabajo de continuidad, este espacio estará estructurado en una implementación digital en red y “en la red”, generando de esta manera, sistemas de difusión y comunicación como estímulos a su propia continuidad.

El desarrollo estará bajo la implementación de talleres de características analógicas y digitales que abordarán prácticas relacionadas con las necesidades de la comunidad, con énfasis en principios colectivos de reconocimiento comunitario y empoderamiento tecnológico y territorial.  Las prácticas tendrán una estructura que permita el reconocimiento de las habilidades adquiridas como una formación en  una nueva diplomacia urbana.

Producto:

la plataforma estará conformada por espacios propios de tecnología en red y basado en herramientas digitales.

  • Los espacios de identidad personal, con la posibilidad de visualizaciones, basadas en una folksomía con los demás miembros de la comunidad.

  • Los espacios propios del trabajo colaborativo, grupos por intereses o proyectos.

  • Los espacios de comunicación global, este espacio abarcará una generación Beta (segunda instacncia) del espacio de difusión y comunicación, tanto de manera interna en la comunidad como al exterior de ella.

  • el sistema de acreditación de logros o reconocimientos como establecimiento de una reputación comunitaria.

Los talleres se deberán desarrollar a posterior con el punto de partida de las necesidades, habilidades y herramientas que posea la comunidad, sin embargo se desarrollarán y ejemplificarán los ámbitos idóneos que permitan el reconocimiento de la ciudad bajo estas características

  • Plural (actores-constructores, protagonistas y mitológicos)

  • Híbrida (naturaleza de sus lenguajes: analógico, digital, social)

  • Simbólica (sus entornos y paisajes: formal, natural, patrimonial, informal, emocional, relacional).

He querido subir a la web este resumen, porque creo que la articulación en la que se pesó era estupenda y pretendo, de hecho lo estamos trabajando ya, en distintas formas de uso, a manera de modelo para el desarrollo de otros proyectos que van desde la gestión de cultura hasta la investigación urbanística.

El equipo y los roles iban por aquí:

Adela Vásquez Veiga.  Historia, Patrimonio, Paisaje y análisis de los comunes. Gestión de contenidos

Jorge Toledo García.  Digital tool box, Cultura libre, coordinación de código y programación.

Sergi Hernandez Carretero.  Construcción digital, Redes, Semántica web y Arquitectura

Alfonso Sanchez Úzabal.  Construcción digital, semántica web, Badges digitales y Cultura libre.

Antonio R. Montesinos.  Derivas, Hibridación, Metapaisaje y Poética urbana.

Mario Hidrobo.  Coordinación.

Plaza pública, a vista de extranjero

He estado repasando algunos enlaces y participaciones sobre debates y discusiones acerca de nuevas o diferentes maneras de ver y/o percibir el espacio público, de cara a un proyecto de derivas que pretendo lanzar en poco y ésto me llevó a revisar la entrevista que hace algo más de un año me hiciera Niquelarte.

A propósito de re-leer esto me he dado cuenta cómo en ese entonces en alguna forma intuía el llegar a plantear dos elementos que considero a día de hoy básicos en el análisis urbano.

Por un lado, las derivas como forma de registro perceptivo de la persona en la ciudad y la segunda que es la mirada extranjera, la manera como una persona que no es nativa de un entorno urbano, es capaz de ser crítica con respecto a la ciudad en la que vive.

A propósito de ésto, me pareció oportuno reproducir la entrevista, que a más de tenerla disponible en este enlace creo conveniente que esté en el time line de mi blog, justamente por cerrar antecedentes.

Con hache y con be

Con los cinco sentidos bien puestos en un recorrido incansable por guiasentimental.es, me encuentro con la siguiente pregunta:

¿Serías capaz de mirar tu ciudad con los ojos de un extranjero?

Inmediatamente recuerdo la frase de un buen amigo que decía: «me siento como extranjero en mi propia ciudad». Yo creo que sí es posible siendo observadores, algo que a menudo olvidamos en la cotidianeidad. En palabras de María Masaguer:

«Observando el paisaje para poder trabajar sobre él”

Creemos muy necesario el trabajo de Mario Hidrobo y porque queremos saber, para observar con más detenimiento, lanzamos unas cuantas preguntas a un hombre que genera ecosistemas con muy buenos sentimientos, haciéndonos partícipes de algo que podemos explicar con palabras pero que no es sino practicándolo como se genera.

2012-11-20-20.43.23Adela Vázquez: Entre Quito y Alicante, ¿cúal es la mirada de Mario?

MH: Intento que sea una mirada atenta y sensible, que mueva cosas dentro de mí, tanto de ida como de vuelta. Que los detalles con los que me estimula la ciudad me lleven a conectar con las sensaciones de cuando se forjaron los imaginarios que se evocan y así apegarme en sentimientos, algo nostálgicos pero placenteros; aunque no siempre lo logro y eso produce incertidumbre y ésta conduce al miedo, entonces procuro que ese miedo a ratos sea el motor para querer cambiar las cosas.

AVV: ¿Qué sientes cuando imaginas la ciudad?

MH: Algo de agobio, es una dicotomía entre la ciudad de mis imaginarios y la que percibo. Intento ser consciente de que no existen dos ciudades, sino tantas como percepciones y que éstas son el resultado de una serie de detalles que percibo y que llaman a imaginarios para forjarlos bajo una realidad que ya no existe, porque ha ido cambiando con el tiempo y que tampoco la tengo a mano (de no tenerla enfrente a tenerla, ha cambiado mucho a día de hoy). Por tanto, esa ciudad imaginada es una…que fue y ya no está, pero que se quedó en los sentimientos de las vivencias que se dieron en aquellos escenarios. La sensación es un resultado de lo explicado y el enfrentarse a unos estímulos urbanos, que aunque son presentes, tendrán también un componente de los sentimientos que soy capaz de poner en las nuevas vivencias.

AVV: Acciones como hazañas, ¿necesarias para renovar los códigos?

MH: No lo creo. Lo que vendrían a ser los códigos con los que se escriben esas hazañas, dicen los entendidos, se forman de manera temprana, si no me equivoco antes de los 5 años de edad. Es tu modo de escritura; con ella has de pensar qué escribes. Yo intento escribir guiones de vivencias que estimulen los sentimientos en los que uno se siente confortable, pero no siempre sale bien. Todo esto se vive en sociedad y estás a merced de muchos estímulos, personas, límites y eso es parte de la aventura de todo ser urbano; asumir el resultado de cada hazaña es un acto de consciencia que en mi caso procuro que sea el conocimiento más que los sentimientos el que me llene, ya que no siempre puedes prever el resultado, así que prefiero sentirme vulnerable al conocimiento, más que a lo emocional.

AVV: Mapear, geolocalizar…¿crees que es fundamental en nuestros días y que la ciudad es mucho más eficiente con el uso de las nuevas tecnologías?

MH: Creo que es vital mapear, pero sería incluso más preciso registrar. La base está en asumir una condición de vivencias beta, es decir, disponernos a un proceso de análisis y síntesis que provoquen una condición de constante cambio e innovación. Creo que es una condición de la ciudadanía responsable, sobre todo asumir la ciudad como un ser vivo.
Las nuevas tecnologías han permitido muchas facilidades para ésto, desde la posibilidad de una lectura de capas en la cual estoy convencido de que internet ofrece condiciones utilitarias que permiten reemplazar lo que antes resolvíamos de manera diferente;pasando por la geolocalización, su facilidad de registro, llegando hasta la ubicuidad que nos permite una verdadera presencia en distintas locaciones de manera simultánea. Eso sí, con mucho cuidado de tendencias que se amparan en marcos tecnológicos para generar mayor consumo, como siento que es el empuje más potente de las smart cities.

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AVV: ¿Cómo se contruye un mapa sentimental?

MH: Considero que un mapa sentimental es algo más que la geolocalización de sentimientos. Es un ejercicio de doble partida.
Por un lado, el individual, que parte de un propósito interpretativo del paisaje; este mero hecho deja de lado el hedonismo urbano y considera a la ciudad, la cuestiona y permite proyectar dinámicas de cambio. Por otro lado, está el social, que es generoso y enriquece el tejido social urbano permitiendo encontrarnos con los demás vecinos en lazos muy entrañables, compartiendo sentimientos y escenarios. Ello une mucho y genera sinergias muy enriquecedoras. ¡Pero hay más! Un mapa sentimental implica un proceso de sinceridad y desviste tanto a la ciudad como a las personas. Sabemos que hablar de nuestros sentimientos es íntimo y nos cuesta. Imagina el hecho de registrarlo y compartirlo. Vivimos en una sociedad dominada, cada vez más, por el miedo; y tornarnos vulnerables nos atemoriza más, si cabe. Contar nuestros sentimientos nos descubre , nos desenmascara y evoca un pudor que no siempre tiene el poder frente a nuestras máscaras. Lo mismo sucede con la ciudad y nuestras percepciones, las enmascaramos para defendernos y ser menos vulnerables. Pero cuando somos capaces de ver ese mapa los resultados son asombrosos, yo diría, casi sanadores. Perdemos miedos y eso genera estados reales de bienestar y, yendo más allá, el ejercicio mismo provoca un efecto de espejo que permite que nos veamos por dentro y visualizar cómo nos reflejamos en los otros, en los escenarios, en la ciudad, su ecosistema y en tu propio interior.

AVV: ¿Qué papel debe desempeñar el ciudadano?

MH: Todos los papeles de la ciudad. Para empezar debemos convencernos justamente de esto. La ciudad es nuestra, es nuestro hábitat y a la vez somos parte de ella. No existe condición ajena ni de bienestar ni de malestar urbano en la que no seamos cómplices; pero esto es de nuevo un acto de conciencia del que depende que nos empoderemos de ella como primer factor para empezar a actuar. Los tiempos han cambiado y los ciudadanos que exigían sus derechos a una administración a costa de estar al día en sus impuestos cada vez son menos, el ciudadano nuevo es pro-activo, es un prosumer y ha dejado de lado la pasividad simple del consumo de ciudad para proponer; necesita hacerse sentir “construyendo ciudad” y que sus propuestas sean parte integrante de un nuevo hábitat urbano; que sus deseos, sus sueños y sus sentimientos sean parte del paisaje urbano y, por tanto, de su cotidianidad.

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AVV: Psicogeografía y urbanismo, ¿dos conceptos enredados?

MH: Totalmente y mucho más de lo que los urbanistas han aceptado hasta la actualidad. La geografía, la sociología y la biología urbana han sido capaces de explicar todos los peros, defectos y fracasos del urbanismo. Han mostrado no solamente que de seguir con el modelo retrógrado del urbanismo sobre la base del consumo nos haría acabar con el planeta, sino que dentro de esos espacios marginales casi despreciados por el urbanismo académico, como la ciudad informal, está la clave del sostén fundamental de las ciudades; nosotros, las personas, nuestras redes y nuestro conocimiento común. Es de esto de donde podemos aprender y de donde podemos generar un nuevo urbanismo.

AVV: ¿Son catalogables los sentimientos?

MH: Creo que sí, aunque tienen bordes múltiples, complejos y difusos que se van entremezclando. Entiendo que hay tendencias que hablan de seis sentimientos básicos de los que se derivan los demás, pero otras también hablan de siete u ocho. Yo prefiero ser menos purista y más inmediato. A veces creo que hay shortcuts (atajos) que funcionan mejor que las definiciones académicas sobre los sentimientos y que son distintos de unas personas o de otras. Por ejemplo, en mi caso son los olores como estímulos y los recuerdos como sensaciones; luego, hilando más fino, siempre defines sentimientos aunque cueste precisarlos.

AVV: ¿Cómo definirías Patrimonio Sentimental?

MH: Para empezar lo dividiría entre individual y colectivo.
El individual es la materia emocional con la que estamos hechos y se cimienta de manera temprana bajo muchos factores: el ambiente familiar (más próximo o cotidiano) en el que crecemos (sobre todo los primeros años); nuestras relaciones más cercanas, pero no creas que estoy hablando de relaciones simplemente emocionales personales, sino que es una amalgama de estímulos; son sonidos, olores, personas, paisajes, colores los elementos compositivos de la tramoya de los escenarios de nuestros primeros actos.
El colectivo está hecho de la misma materia pero en dimensión urbana, porque es la ciudad el espacio de la puesta en común de los elementos individuales que narraba antes. Es complejo pero a la vez exquisito. Es lo que hace ciudad y nos hace seres sociales enriqueciendo los espacios urbanos.

AVV: Conservactivando y recuperando la memoria para construir desde el presente. ¿Lo crees importante para el futuro?

MH: Sin lugar a dudas pero ¿qué conservar, ¿qué recuperar? ¿qué activar? Las respuestas definirán hacia donde vamos y lo que seremos en un futuro. Creo que es el espacio de menor consciencia en la clase política involucrada en las decisiones de carácter urbano.
Podemos ir en el otro sentido: ¿qué ciudades queremos tener mañana? Y en las respuestas tendrás muy claro qué hay que recuperar, conservar y reactivar.

AVV: ¿Y si imagináramos un centro urbano que se rige a través de buenos sentimientos? ¿Sería ideal una ciudad de estas características?

MH: Es complejo responder esto porque el ser humano está hecho de materia básica para sobrevivir y lo hace por naturaleza individualista. Sólo en conciencia social nos volvemos generosos, sólo cuando sabes que en colectividad eres más que la suma de las partes aprendes que merece la pena y es esa dinámica la que genera buenos sentimientos. Los centros urbanos están ahí, siempre los vemos más como infraestructura física vetusta antes que como escenarios de un proceso social como el que narro; por ello, las actividades que pueden sostener un centro urbano son la dinámica que suma o crece en el tejido social y son la base de cualquier centro urbano deseable

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La Santa Faz, entre el paisaje y el patrimonio

El proyecto procura una puesta en valor de los espacios tributarios a la peregrinación de la Santa Faz en Alicante, a través de un rescate de la memoria del paisaje.

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El propósito fundamental del proyecto implica la búsqueda de rutas alternativas a la romería centenaria, implicando una reorganización de espacios junto con la liberación parcial o paulatina de la carretera nacional 332 como única vía del evento.

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Se proponen tres vías alternativas acompañadas de un intenso trabajo de recuperación del paisaje a través de la reforestación de especies nativas. Los caminos estarán provistos de puntos de abastecimiento en sitios estratégicos materializados en ejercicios de arquitectura efímera y un gran espacio de llegada y sitio de encuentro junto a la Santa Faz.

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Los patrimonios intangibles se cimientan sobre la base de la tradición.  Las tradiciones son parte de la cultura oral, que se transmite generación tras generación, sin embargo existen elementos que son parte de construcción de ese imaginario que manda por sobre las tradiciones, uno muy importante es el patrimonio visual y dentro de éste, el paisaje, a día de hoy fundamentalmente urbano; otrora, era de gran constitución campestre.

imagen-2En este proyecto participaron también Laura Gea Martinez y Pablo Rosser

Fanzine

Hace poco estuve en un taller de Fanzine dirigido por Javier García Herrero.  Mis impresiones son múltiples.  Con mucho gusto mis expectativas fueron superadas por el taller, su contenido, resultados y demás.

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Por otro lado, en gran medida creo que asistí porque tenía muchas ganas de entender esta técnica-método, como una argumento intermedio de entre la libertad de la expresión del arte urbano y la soltura y agilidad de registro al momento de explorar la ciudad y aunque a día de hoy, en las nuevas propuestas que estoy preparando como derivas urbanas, estoy integrando el Fanzine cómo lo he comentado, como un método de registro analógico del recorrido, creo que es un formato que tiene excelentes características y múltiples frentes de exploración y desarrollo como una bitácora artesanal de la exploración urbana y el reconocimiento de la ciudad cómo un escenario de educación expandida.

El resultado del trabajo colaborativo se lo puede ver aquí, junto con el siguiente vídeo, una versión transmedia del trabajo.

La estética odiada o Guilty pleasures (o estética urbana)

¿Dónde se aloja la fealdad?

¿os ha sucedido que muchas veces hay temas de los que prefieres no hablar?.  Aquellos que cuando se los toca, sientes algo así cómo una vergüenza ajena?

El ingles, tiene cosas curiosas,  una de ellas es que muchas veces logra definir cosas que en español no tienen un nombre específico, me estoy refiriendo a lo que se suele llamar Guilty Pleasures, traducido como «placeres culpables», aunque su sentido, no tan estricto, creo que es bastante más amplio, dónde es bastante ilustrativo es en la música, aquella que nos rodeaba de niños, la que escuchaban nuestros padres.  No la escogimos, pero cuando nos damos cuenta es parte de nuestra estética,  nos es totalmente familiar, tanto y tanto que es parte de nuestra cultura,  Pero  es también parte de nuestra cultura ese YO que quiero proyectar, ese «uno mismo» que construimos  y en el que ocultamos lo que no se ve bien socialmente.

Algo muy similar ocurre en el espacio urbano, está la ciudad oficial, esa ciudad de los catálogos de las divisiones de turismo de los ayuntamientos y está la otra, la ciudad informal, de la que últimamente estamos aprendiendo mucho.   Dentro de esta ciudad informal, me interesa mucho tanto las dinámicas que la conforman cómo los resultados que se logran…que muchas veces casi de manera espontánea surgen como resultado de procesos no planificados.

Hace poco participé en una convocatoria interesante.  La Asociación de vecinos del Barrio del Pla, en Alicante, convocó a un concurso de fotografía sobre vacíos urbanos y espacios degradados.  Mi propuesta la podéis encontrar en este Meipi, una colección de fotografías producto de derivas urbanas en la zona.  las clasifiqué en cuatro categorías que corresponden a las siguientes definiciones:

Cicatrices urbanas

«Tiritas» Imagen: @mariohidrobo

Nombre que tomé prestado de Diana Piñeiro, con quien con algún tiempo he intercambiado comentarios y criterios acerca del estado y la apariencia de las «medianeras» en los solares en desuso, en medio de barrios consolidados.  Pero el nombre de cicatrices urbanas, destaca de manera gráfica y muy sensible cómo «aféan» los solares de estas características, pero en medio de esa fealdad, se constituyen en una oportunidad inmensa por explorar, desde las posibilidades de uso en proyectos low cost, hasta la constitución de lo que podría ser una red de oportunidades urbanas, obviamente pasando por una reflexión de la ciudad como un espacio de aprendizaje y las definiciones morfológicas que sugiere.

Miradas al cielo

«balcón» IMAGEN: @mariohidrobo

Este es un espacio de reflexión que nació en el interior de las «casas de patio» del centro histórico de Quito, cuando luego de muchos momentos de penumbra tienes la oportunidad de «mirar el cielo», generalmente con un incomparable azul cielo, ese momento de aire, de horizonte con sabor a infinitud, que lo volví a echar de menos en Madrid cuando me di cuenta que el cielo era en gran medida el único espacio de amplitud urbana que te permite «fugar» la mirada en las ciudades densas y compactas. Esta reflexión plantea una mirada distinta a los pozos de luz y cómo la ciudad o el espacio exterior se infiltra en la densidad urbana.

Maquillajes urbanos

«bmw» IMAGEN:@mariohidrobo

Quise definir así a pequeños elementos cotidianos, sobre todo de arte urbano y más escenografías, muchas veces involuntarias, que se encuentra en el entorno urbano y que caracterizan zonas y sectores con una huella de identidad.  Creo que estos elementos son parte muy importante que hablan y definen una estética y en gran medida una forma de expresión de la cultura de las personas que habitan la ciudad.

Redes y Ciudad

En la Tercera sesión del Workshop de Cultura digital e inicios de community management que dicté para el proyecto El diferencial del Centro de Arte contemporáneo de Quitose trató la comprensión de las redes desde sus principios básicos, se analizó la tipología de redes y sus visualizaciones y aplicabilidad en la comprensión de la ciudad.

Para ejercitar y comprender mejor el uso de mapas y sistemas de geolocalización hicimos un ejercicio que se lo puede encontrar en este enlace .  Se plantearon adicionalmente, varios ejercicios en los que los cursantes debían poner en práctica las temáticas y las herramientas tratadas, tanto para geolocalizar como para comprender las dinámicas de la red.

 

Finalmente se trató la relación de la construcción de la identidad digital y la ubicuidad como uno de las características para provecho de nuestras acciones diarias y profesionales, relacionadas con tejer nuestra red de relaciones digitales.

Trabajo colaborativo

Este es un breve resumen de lo que trató la segunda sesión que compartí en el marco del Workshop de Cultura digital e inicios de community management que dicté para el proyecto El diferencial del Centro de Arte contemporáneo de Quito.

La sesión trató la presencia en la red, definiendo y caracterizando a Nativos digitales tanto como inmigrantes digitales.

Las  potencialidades de cada grupo al momento de integrar equipos trabajo colaborativo, seguidamente se trataron las principales herramientas del trabajo colaborativo y las estrategias para ponerlas en práctica.  Se plantearon varios ejercicios en los que los cursantes debían poner en práctica las temáticas y las herramientas tratadas.


Importante señalar que durante el mismo desarrollo de la sesión, de manera colaborativa se desarrollo un documento abierto con los principales enlaces de las herramientas citadas en la presentación. las mismas que fueron tutorizados, evaluados, revisados y corregidos.

#Bicomun

El próximo miércoles en la plataforma de pensamiento en red Think Commons a las 19:30, la gente de Niquelarte con quienes estamos trabajando Bueugrafías,  me han invitado a participar de un dialogo en el que se plantea, la esencia más profunda del patrimonio.   En este caso, se me ha pedido intervenir de manera corta explicando el mapeo de los imaginarios y su relación con mi proyecto #Alausi.

La verdad es que me lo he pensado, he encontrado más de un ejemplo pero me inquietaba la forma de contarlo, ahora estoy seguro.

Puertas

Quiero contar que mi el #Bicomun que encontré en el proyecto de #Alausi, es el #color, y su uso como un elemento de expresión de la cultura y el libre ejercicio de la Identidad y la construcción del patrimonio.

“El color únicamente se materializa cuando la luz rebota en una superficie hasta nuestras retinas, lo que nos muestra que, de hecho, el análisis de los colores tiene que ver con nuestra capacidad de analizarnos.”

«Leer es respirar, es devenir». Oliafur eliason.

Esa capacidad de análisis y síntesis es un constructo cultural en el que media nuestra memoria.  Es un imaginario.

La sesión al completo:

Alausí 2

(1).

Home has nothing to do with hearth, and everything to do with a state of mind; that one man´s home may be his compatriot´s exile; that home is, finally, not a physical place, but role and the self we choose to occupy”.

Pico Iyer

(1).

“La casa no tiene nada que ver con el hogar y todo que ver con un estado mental, la casa de un hombre puede ser el exilio de su compatriota. Esa casa finalmente no es un lugar físico sino un rol que elegimos ocupar”.

Pico Iyer

Mucho tiempo he pensado en el viaje y creo que mucho más viajando dentro de la ciudad y esto que tiene poco que ver con hacer una maleta, pasar horas en un no lugar, llámese aeropuerto, llámese estación de autobuses o trenes, o finalmente terminal…Que curioso!!!…a veces partimos…empezamos, desde “la terminal”. Un edificio que se llama igual que uno de los estados médicos más cercanos a la muerte. Tal vez porque intentamos que allí muera algo, para que un otro “algo” nazca.

Cuando he intentado definir que es un viaje me he sentido totalmente alejado de la idea de «la escapada». La gente se «escapa» de fin de semana, se da una “escapadita” a sitios que están en películas, donde hay montones de personas haciendo lo más cercano a nada.

(2).

«En latín, salida se dice exitus, que los ingleses tradujeron por exit. La inteligencia conduce al éxito.
Ese mismo idioma (…) tiene un verbo, stupere, que significa quedarse quieto, inmóvil, paralizado y, en sentido traslaticio, mentalmente detenido como delante de un cartel que dijera stop.
De ahí deriva la palabra estúpido: hombre que permanece entrampado por un problema sin atinar con la salida (…)”

                                                                                                          Marco De Nervi

“Salida”. Seseribó, Quito. Ecuador. imagen : @mariohidrobo.

Rompemos nuestro estado de quietud y nos disponemos a la incertidumbre que nos depara tras las paredes o puertas.

La etimología de “viaje”, nos conecta con vía (camino), lo que generalmente nos insinúa un “desde” y un “hasta”.

“Se hace camino al andar”. La Coruña, Galicia. España. Diana Piñeiro ( @carabiru )

Especulando entre esos límites, encuentro que en medio nos queda el “viaje”, el espacio, la línea (no necesariamente recta) que las une.

El inicio que se marca en la casa, la protección y la seguridad de nuestra intimidad, como somos y como vivimos paredes adentro.

Fuera, está la incertidumbre del azar, la sorpresa, la disponibilidad a verse deslumbrado o sorprendido por el descubrimiento que implica lo impredecible del camino, la calle, el exterior, la aventura.

(3).

(…) Estos elementos significaban una experiencia intensa, Libertad, nuevas relaciones humanas, sobre todo una nueva experiencia del paisaje”.

John Brinckerhoff Jackson

“Fartura”. O Carballiño. Galicia. España. Diana Piñeiro, @carabiru

Mi experiencia como emigrante me ha permitido andar y vivir en “otras ciudades”, en donde he descubierto que la misma metáfora casa – camino se puede aplicar a la ciudad natal – ciudad nueva.

(4)

Desplazarse en el paisaje implica una puesta en escena (…) desplazarse….movimiento generación de espacio.  Implicarse en esa puesta en escena mediada por la memoria (…) esa mediación es una construcción cultural”.

Olafur Eliasson

“Santa Faz”. Alicante, España. imagen Laura Gea M. www.lauragea.com

En la observación de ese entorno nuevo, construido, natural… se puede encontrar nuevos roles, nuevos actores, pero sobre todo se reconocen distintas estrategias de sociabilización, distintas reglas de intercambio y distintos productos de intercambio. Se percibe además una forma distinta de relacionarse con el paisaje.

(5)

«la vida de la ciudad depende de la dispar interacción entre desconocidos, que produce un cambio en la conducta individual».  

Steven Johnson

Es allí justamente en donde encuentro un ejercicio de construcción de identidad, en ese mediar entre la memoria, y esa nueva lectura del paisaje. Lo que queremos (…y no) aceptar como una nueva experiencia, en la que nos vemos cautivados, seducidos muchas veces, por algunos elementos que para otros (natales) son parte de su patrimonio.

(6)

Se vive un momento en que la calle vuelve a ser reivindicada como espacio para la creatividad y la emancipación, al tiempo que la dimensión política del espacio público es crecientemente colocada en el centro de las discusiones en favor de una radicalización y una generalización de la democracia.

Manuel Delgado

“15 M”, Alicante, España. imagen:@mariohidrobo

La tarea fundamental del espacio público, lo encuentro en el gesto generoso que provoca relaciones hospitalarias, brinda condiciones para entablar dichas mediaciones, que a su vez se convierten “constructos” culturales, ese ir y venir de los intercambios ciudadanos en el que priman recursos que son cautivos, a día de hoy, dentro de la sociedad de consumo.

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(…)Todo esto me obliga a mirar la ciudad no tanto como el ejercicio de los sectores dominantes sobre el pueblo inerme, según distintas apreciaciones marxistas que han descubierto prácticamente en su totalidad la estructuración simbólica de la ciudad, sino como el lugar del mestizaje y del encuentro cultural. La ciudad mezcla hábitos, percepciones, historias, en fin, “culturas haciéndose como costuras “como dice un “escritor español” hablando de la estética contemporánea permeable de lo light. (Salabert, 1988:10)(…)

Armando Silva

 

(1)_Fuguet, Alberto, “Apuntes Autistas”. Ediciones Alfaguara. Santiago de Chile. 2009

(2)_De Nervi, Marco. “La Nación”. Buenos Aires, Argentina, 23 de octubre de 1987.

(3)_Brinckerhoff Jackson, John. “Las carreteras forman parte del paisaje”. Gustavo Gili mínima. Barcelona, España.

(4)_Eliasson, Olafur. “Leer es respirar, es devenir. Escritos de Olafur Eliasson”. Gustavo Gili. Barcelona, España.

(5)_Johnson, Steven. “SISTEMAS EMERGENTES o que tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y software».  Editorial Turner. Fondo de cultura económica. pg 87 y cita explicativa nº25 capitulo «en la calle».

(6)_Delgado, Manuel. “El animal público”. Editorial Anagrama. 1999

(7)_Silva, Armando. “imaginarios urbanos”. Arango Editores. Bogota, Colombia. 2006

Alausí 1

el viajero

Cuando viajas, se trastoca la cotidianidad.  Es inevitable….sales de unas rutinas y te enganchas a algo nuevo.  Un algo inesperado, un algo de desconcierto y sorpresas.  Un «algo» que te remite a experiencias anteriores y obliga a  rascar en la memoria.  Pero cuando viajas al lugar dónde se ha sembrado tu identidad, se remueven montones de imaginarios.  Ahora mismo estoy de viaje, estoy en una experiencia que me está permitiendo descubrir muchas de las inquietudes que a propósito de la construcción del Mapa sentimental de Alicante, las encontré mucho más asentadas de lo que yo imaginaba.  En aquella experiencia, pude comprender que yo había desarrollado una destreza de adaptación de algunos de mis imaginarios sentimentales, originarios de un entorno, a otra ciudad.  Pero ahora que   estoy de nuevo en aquellos escenarios, la percepción de la ciudad la encuentro diferente, siento que en principio me es algo ajena, sobre todo en cuanto al paisaje, las imágenes escenográficas de esos sentimientos, de esos recorridos, de esos edificios.  Sin embargo los códigos con los que uno se relaciona, el lenguaje, los modismos, la manera como me muevo en la ciudad, esas pequeñas detalles de un lenguaje de intercambio con el que me relaciono, esos elementos que en condición elemental permiten la supervivencia, están grabados en un espacio de mi disco duro que me permite interactuar casi de manera totalmente innata.  Esos elementos posiblemente son parte de las memoria colectiva que todos tenemos, las de unas personas distintas de otras y las de unas ciudades distintas de otras y que, insisto, son parte de una manera de sobrevivir.  En esa medida estos elementos son herramientas de comunicación y las herramientas forman parte del patrimonio, un acervo inmaterial, cambiante, vivo, muchas veces de difícil lectura y mucho más de comprensión.

¿dónde está la identidad?

Cuando derivo por una ciudad, las pistas o imágenes más representativas de esto me saltan a la vista y creo que en su «hilar en fino» se puede encontrar los rasgos más importantes de la identidad.  Descifrar una ciudad no es fácil, pero creo que es un atentado, pensar que donde no encontramos una huella clara y marcada de ese gran producto que la ciudad «vende», podemos afirmar que carece de identidad.  Éste un tema complejo, tiene componentes de demasiadas naturalezas y creo que es más franco recurrir a la intuición y a la sensibilidad para verlas, antes que pretender estudiarlas científicamente.  Claro, esto depende de la necesidad.

¿cómo precisas la identidad de una grupo humano en cuyo entorno vas o quieres intervenir?

No creo que sea inventariando las partes de su patrimonio.  creo que es comprendiendo.  confieso que no se explicarme bien…es un tema complejo, pero insisto, creo que es mejor actuar desde la sensibilidad.

Por ahora solo quiero recordar una anécdota más y es que cuando desarrollé el Mapa sentimental de Alicanteen el vídeo que representó mi trabajo final y que se adjunta en la entrada del enlace, usé la bicicleta como un medio…sostén…soporte de una deriva explicativa que mostraba el trabajo y el resultado.  Ésto es como desplegué mis imaginarios y los adapté en soportes de la nueva ciudad (Alicante) traídos de mi entorno natural, Quito.  Ahora, he tenido la oportunidad, aprovechando del Bicipaseo dominical, de hacer el recorrido en el que se cimentaron esos imaginarios.  El vídeo tiene muy poca calidad, porque fue hecho de manera muy artesanal, sobre bici alquilada y con una sola mano, pero si sois cuidadosos y se fijan sobretodo en el entorno y los sonidos, podrán percibir valores importantes.


Y si en esto debo poner banda sonora, no pensaría en otra que la improvisación que hiciera Omar Sosa sobre Quito en el Programa Carne Cruda: