Re leyendo las intervenciones

Entre cartones, en medio del patio, yacía doña Margarita clasificando juguetes de venta para la Navidad venidera. Una montaña de cajas similares llenaban uno a uno los cuartos húmedos y malolientes de cada división de espacios, bodegas más bien. Me detengo y repienso por no llamarlos habitáculos, porque las condiciones de habitabilidad habían desaparecido hace decenas de años. Sin embargo, esa penumbra, esa ausencia de luz, que nubla la certeza y opaca el tiempo, permite acercarse con un morbo que turba la razón.

El tiempo, la historia y la memoria que se almacenan entre esas paredes ásperas, que abrazan y te hacen perder la escala, para solo dejarte fugar en el cielo azul de los patios.

Sí.  Seis, seis patios con un mismo cielo, seis patios atados con cuerda de pasillos y nudos de umbraladuras. Atados con madera fina de talle rústico, tan rústico que parece que la burguesía urbana de la república le había pasado indiferente.

Tengo el cuerpo frío de desconcierto. Atravieso el zaguán de salida.  Me cuesta abrir la puerta, casi escotilla, que separa el silencio de la memoria de la realidad cotidiana.  Pienso que esa bulla, esos gritos, están macerándose en el día, para fugarse en la noche hasta el interior de los muros de adobe para guarecerse de lo frívolo.

Cierro la gruesa puerta y mi mirada pidiendo respiro se escapa al cielo. Cielo de patio, ahora infinito y me asaltan las letras patojas y antiguas incrustadas en la piedra, pensaría que es más bien la piedra la que ha crecido a su alrededor.

«Alabado sea el santísimo sacramento, acabose esta portada en el año de nuestro señor de 1671» 

137 años después de que ésa, la otra, la nueva ciudad apenas empezaba a nacer y cuanto más puede haber detrás, cuanto que el dintel de piedra oculta y no cuenta.

Los patios, sus paños blancos, la madera curtida, el Higo del fondo y los aleros, cada canecillo, una a una cada umbraladura y paño, saben que los años no son números ni calendarios, los años son patrimonio y memoria.

Los adobes con los se construye la cultura de lo que somos.

 

17 de noviembre 2001, una de las primeras visitas a la casa del alabado antes de su intervención.

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Hace poco una escuela de rehabilitación me invitó a dar una charla que marcaba la apertura de un nuevo curso lectivo, el preparar esa conferencia me obligó escarbar antiguos archivos de las obras a las que haria referencia.  Ese ejercicio de ir y volver entre el recuerdo y la lectura me sugirió reflexionar acerca tiempo de madurez. He encontrado un manuscrito en uno de los primeros visitas casa del Alabado,  y he repasado la presentación de diapositivas de esa conferencia;  entre ambos hay casi 15 años en los que cuentan  de espacios y momentos que hacen referencia a una misma sensibilidad a un mismo objeto y una misma persona y creo que la distancia y el tiempo permiten agudizar las reflexiones.

Alterotopiak [urbanBAT]

Los amigos de urbanBAT han lanzado, una vez más una iniciativa interesante, tanto por su etimología, su propósito y su metodología.  Se trata de la construcción colectiva de Alterotopiakalter: (el) otro.  topía: lugar.

Pues ahí va mi aporte:

El espacio del otro.  Me suena a un tema pendiente.  «la otredad».

El otro visto como la parte no mostrada, no consciente de uno mismo.  Ese «yo» que intento camuflar y ocultar, un «yo» que cuando transita en la ciudad tiene muy claro que hacer y por donde ir, y lo detengo y lo domino para ser «civico» y no violentar el «orden público».  entonces encuentro las huellas contrapuestas:

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El caminar prisionero y conducido.

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y los caminos deseados del yo oculto.

Pero la «otredad urbana» también aparece cuando considero al otro con el que comparto la ciudad, esta consideración solamente es posible sin violencia cuando se plantea como una relación horizontal de «convivencia» (el otro como yo…en una mirada de distintos pero horizontales), puesto que la «tolerancia» es una construcción vertical, solo puede tolerar quien está arriba o abajo, las diferencias nos suman o restan posiciones que nos permiten oprimir o ser oprimidos.
de allí que una gran alternativa para indagar en el «espacio del otro» es la deriva como método de análisis del entorno urbano.

Plataforma digital participativa [Pumamaqui]

Hace un par de meses propusimos a un ayuntamiento el desarrollo de una plataforma digital participativa que permita  exponer su trabajo de cuidado del patrimonio vegetal, y a los ciudadanos aprender y proponer árboles como elementos patrimoniales candidatos a la protección, obteniendo a cambio medallas de reconocimiento en una dinámica de juego y apoyo ciudadano, que puede desembocar en una nueva forma de reconocimiento y valoración de saberes no reglados.

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La participación vendrá asistida por otros agentes como el Jardín Botánico,  Centro de Arte Contemporáneo (Centros de Desarrollo Comunitario), Escuelas, Colegios Municipales y otras entidades que lanzarán actividades implicando, entreteniendo y formando a los ciudadanos en el reconocimiento, cuidado y gestión de su patrimonio natural.

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Para qué:

Generar acciones para la integración del inventario de árboles Patrimoniales de Quito mediante un proceso abierto, participativo, de revitalización urbana, educación, socialización y empoderamiento ciudadano; instrumentalizados a través de la plataforma digital Pumamaqui, la gestión de talleres y acciones presenciales.

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Dinámicas

 Talleres de implicación y aprendizaje de uso de la plataforma digital, por parte del equipo de desarrollo, tanto para ciudadanos como para los expertos que la mantendrán y usarán posteriormente.

  • Talleres de dinamización de procesos participativos a través de herramientas analógicas y digitales.
  • Reconocimientos, en forma de medallas o insignias digitales, que serán adquiridos por el participante según el rol adoptado por éste y su participación en la aplicación digital y los talleres presenciales.

Beneficios

  • Permite al Ayuntamiento mostrar su trabajo de inventariado, catalogación y cuidado botánico, y su disposición abierta a la participación social en ese proceso.
  • Permite empoderar a la ciudadanía para apoyar el trabajo del cuidado de la ciudad y generar conciencia sobre la protección de su patrimonio cultural y natural.
  • Facilita el proceso de toma de datos sobre los árboles patrimoniales existentes y los posibles candidatos, implicando a la ciudadanía de forma lúdica.
  • Los contenidos de la plataforma servirán de material de apoyo a los talleres posteriores, así como de registro de los resultados de éstos.
  • A futuro, la plataforma podrá ser gestionada como base de datos y servir como modelo de gestión participativa de otros elementos urbanos.

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Productos y Servicios: Plataforma Digital y Talleres

  • Visualizar, conocer y acceder al patrimonio de manera analógica y digital, mediante dispositivos portátiles (códigos QR)  | árbol –  red.
  • Seguir y distribuir los contenidos y aportes que serán susceptibles de ser compartidos en redes y RSS.
  • Agregar y postular como candidatos nuevos árboles y documentación audiovisual, gráfica o digital, asociada a cada individuo patrimonial.
  • Geolocalización. Enlazar coordenadas geográficas vinculadas a un post introducido en la web.
  • Consecución de logros cumpliendo itinerarios de capacitación y participación.

Talleres de transferencia de metodología en formato físico o digital:

  • Taller(es) de gestión de contenidos, acceso e información de la plataforma.
  • Taller(es) de gestión de contenidos para usuarios.
  • Taller(es) de participación ciudadana, gestión del patrimonio y reconocimiento.

Equipo de desarrollo

Adela Vázquez Veiga

Jorge Toledo García

Sergi Hernandez Carretero

Alfonso Sánchez Úzabal

 Mario Hidrobo

Pan-óptico de conocimiento

A principios de Mes recibí una invitación de Lopez y Lopez arquitectos para presentar una propuesta de gestión de un centro de innovación urbana.

El proyecto, en todo su conjunto, consistía en abordar el análisis del sector urbano de «El placer» en  Quito-Ecuador y dentro de ello, específicamente generar un modelo de innovación urbana a manera de laboratorio de conocimiento y cultura en red para el proyecto de recuperación del Ex Penal García Moreno.

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Luego de intercambiar criterios, tanto de la manera como se esperaba que el proyecto articulara elementos en el entorno, tanto como de los temas administrativos, al ser desarrollado de manera distribuida, el proyecto quedó de la siguiente manera:

Etapa —Alfa—.

Una primera etapa que explicará la manera de abordar la generación de una bitácora documental abierta y de construcción colaborativa, mediante la documentación de todas las dinámicas de participación y reflexión para la formulación del proyecto.  Estructura de una narrativa transmedia y  en tiempo casi real a fin de que las reflexiones tengan una ventana a la posibilidad de un feed back, local, global y abierto durante todo el proceso de la intervención y elaboración de proyectos.

Un espacio virtual de apoyo documental, donde queden narradas sobre todo las investigaciones y reflexiones que conduzcan a una construcción colaborativa de los resultados, abarcando así el  (1.8) Gestión del conocimiento e investigación en etapa de Prefacio al resultado (que será el la ejecución de proyectos).

Producto:

Argumentación teórica de la necesidad de un modelo abierto y colaborativo como forma principal de empoderamiento de los proyectos.

El modelo Beta como nueva forma de trabajo, argumentación de la metodología prueba-error como justificación al uso de herramientas analógicas y digitales para la gestión del conocimiento y éste como

Introducción que justifica la necesidad de esta bitácora como un elemento documental, anclado a una modalidad beta como forma de trabajo.

Descripción y uso de herramientas digitales para el trabajo colaborativo, forma de gestión de las herramientas digitales para las dinámicas de comunicación transmedia y elementos que permiten comprender el orden y argumento de estructuración de las redes como sistema de análisis de la complejidad de la naturaleza de la intervención general.

Etapa  —Beta—.

La práctica desarrollada en la Primera instancia, dará lugar a la necesidad de espacios de trabajo de continuidad, este espacio estará estructurado en una implementación digital en red y “en la red”, generando de esta manera, sistemas de difusión y comunicación como estímulos a su propia continuidad.

El desarrollo estará bajo la implementación de talleres de características analógicas y digitales que abordarán prácticas relacionadas con las necesidades de la comunidad, con énfasis en principios colectivos de reconocimiento comunitario y empoderamiento tecnológico y territorial.  Las prácticas tendrán una estructura que permita el reconocimiento de las habilidades adquiridas como una formación en  una nueva diplomacia urbana.

Producto:

la plataforma estará conformada por espacios propios de tecnología en red y basado en herramientas digitales.

  • Los espacios de identidad personal, con la posibilidad de visualizaciones, basadas en una folksomía con los demás miembros de la comunidad.

  • Los espacios propios del trabajo colaborativo, grupos por intereses o proyectos.

  • Los espacios de comunicación global, este espacio abarcará una generación Beta (segunda instacncia) del espacio de difusión y comunicación, tanto de manera interna en la comunidad como al exterior de ella.

  • el sistema de acreditación de logros o reconocimientos como establecimiento de una reputación comunitaria.

Los talleres se deberán desarrollar a posterior con el punto de partida de las necesidades, habilidades y herramientas que posea la comunidad, sin embargo se desarrollarán y ejemplificarán los ámbitos idóneos que permitan el reconocimiento de la ciudad bajo estas características

  • Plural (actores-constructores, protagonistas y mitológicos)

  • Híbrida (naturaleza de sus lenguajes: analógico, digital, social)

  • Simbólica (sus entornos y paisajes: formal, natural, patrimonial, informal, emocional, relacional).

He querido subir a la web este resumen, porque creo que la articulación en la que se pesó era estupenda y pretendo, de hecho lo estamos trabajando ya, en distintas formas de uso, a manera de modelo para el desarrollo de otros proyectos que van desde la gestión de cultura hasta la investigación urbanística.

El equipo y los roles iban por aquí:

Adela Vásquez Veiga.  Historia, Patrimonio, Paisaje y análisis de los comunes. Gestión de contenidos

Jorge Toledo García.  Digital tool box, Cultura libre, coordinación de código y programación.

Sergi Hernandez Carretero.  Construcción digital, Redes, Semántica web y Arquitectura

Alfonso Sanchez Úzabal.  Construcción digital, semántica web, Badges digitales y Cultura libre.

Antonio R. Montesinos.  Derivas, Hibridación, Metapaisaje y Poética urbana.

Mario Hidrobo.  Coordinación.

Patrimonio, redes y cultura digital

Gracias a la invitación de Adela doble V , he participado en un taller para la Universidad de Oriente, Valladolid en Yucatán, Mexico.  Mi contribución la podéis ver en el vídeo.

En él he procurado hacer una aproximación a la teoría de la modernidad líquida y desde esta explicación introductoria, explicar los aportes de internet dentro de la forma de implantación del patrimonio en nuestros imaginarios y las múltiples posibilidades de construcción de la identidad, en este caso digital.

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Me interesa mucho las investigaciones sobre el patrimonio y la forma como esto, tanto como los paisajes en general, marcan la construcción de los imaginarios.  En términos contemporáneos considero que la instrumentalización digital presta una versatilidad fantástica e inevitable en el mundo urbano para ejercitar la construcción de identidades, el patrimonio es una, pero otra capa muy importante es la digital, cada vez con mayores aplicaciones y herramientas para la construcción también de ciudades más plurales y participativas.

La Santa Faz, entre el paisaje y el patrimonio

El proyecto procura una puesta en valor de los espacios tributarios a la peregrinación de la Santa Faz en Alicante, a través de un rescate de la memoria del paisaje.

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El propósito fundamental del proyecto implica la búsqueda de rutas alternativas a la romería centenaria, implicando una reorganización de espacios junto con la liberación parcial o paulatina de la carretera nacional 332 como única vía del evento.

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Se proponen tres vías alternativas acompañadas de un intenso trabajo de recuperación del paisaje a través de la reforestación de especies nativas. Los caminos estarán provistos de puntos de abastecimiento en sitios estratégicos materializados en ejercicios de arquitectura efímera y un gran espacio de llegada y sitio de encuentro junto a la Santa Faz.

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Los patrimonios intangibles se cimientan sobre la base de la tradición.  Las tradiciones son parte de la cultura oral, que se transmite generación tras generación, sin embargo existen elementos que son parte de construcción de ese imaginario que manda por sobre las tradiciones, uno muy importante es el patrimonio visual y dentro de éste, el paisaje, a día de hoy fundamentalmente urbano; otrora, era de gran constitución campestre.

imagen-2En este proyecto participaron también Laura Gea Martinez y Pablo Rosser

Origen

Es muy importante detenerse y evaluar.  Creo que es también importante eso de «pensar despacio para andar deprisa» ;  pero sobre todo creo que a veces la melancolía de los recuerdos…puede tener cosas profundas, tanto o tantas como para marcar nuevos horizontes.

Hace poco, Jorge narró una anécdota que conectó a varias personas en ese revisar un Origen del porqué de una profesión y este es el mío y lo hago hoy que justamente cumplo 16.600 días de vida, solamente un número cerrado que me permite festejar un día, procurando así justificar que hay días, cada uno tal vez, tan festejables como un año.

Pues yo soy arquitecto por varias razones, la primera es que me familiaricé muy pronto con el medio de la construcción, mas de obras civiles, gracias a la profesión de mi padre, que a la arquitectura propiamente, pero dentro de los recuerdos importantes está un puente que hice con ocho años, para que mis coches matchbox, atravesara un riachuelo de aguas lluvias del jardín de casa.  El puente duró años, hasta que en una de las reformas del jardín se decidió conducir las aguas con una canal de hormigón.  Recuerdo al albañil, por su singular nombre, se llamaba Adán y yo pasaba horas mirando como trabajaba, hasta que llego el momento de retirar mi puente, que luego de forcejear con palas zapapicos y barretones, me preguntaron como lo había hecho y yo muy orgulloso les bajé de casa «los planos», con los cuales se pudo desenterrar el puente que tenía una cimentación algo mas grande que la luz que salvaba.

A los 14 años me cansé de compartir la habitación con mi hermano y le pedí a mi padre que me dejase una pequeña terraza que había en casa, para hacerme mi habitación.  La terraza ya estaba cubierta, con lo cual solo tuve que hacer un par de tabiques y fabrique la ventanería con madera solida ensamblada pieza a pieza.  Tanto el puente como la obra de mi habitación, creo que las podría dibujar aún, pero daría lo que fuera por tener los planos y apuntes comentados como recuerdos de aquellos primeros pasos.  Luego ya de adolescente me hice dinerillos haciendo mil y un bricolajes que lograba vender a propios y extraños y pronto me di cuenta del valor de mi trabajo.

No recuerdo precisamente un momento en que haya tomado la decisión de optar por la carrera, más sí que recuerdo de varias conversaciones en distintos momentos en que mi padre me planteó, más en plan de «reto», varios pasos que creo que fueron estratégicos, más con mi autoestima de superación antes que con la materia en cuestión.

Recuerdo visitarle en su despacho, luego de haber aprobado el curso pre universitario para decirle que me acababa de matricular en arquitectura y Él me respondió que creía prudente que habláramos cuando termine primer año.  Al terminarlo y aprobar todas las asignaturas, volví a hablar con Él igualmente en su despacho, (las conversaciones serias dejaron de ser en casa desde algo antes de los 18) y en esa oportunidad recuerdo que Él me dijo que estaba bien, pero  que lo que aseguraría mi buen inicio profesional sería que ese sea el modelo de los 5 años restantes y lo logré, cuando terminé la carrera, en 6 años y lo festejábamos tuvo un momento en privado para decirme que ahora si que empezaba lo difícil y que el reto era «hacer oficio» y ser capaz de vivir dignamente de ello.

Hace poco, a principios de años mientras disfrutaba de mi experiencia en el país, tuve la oportunidad de pasar mucho momentos lindos con mis padres, que en plan jubilados y en su campo, con tranquilidad, se pueden tomar tiempo más relajado y amplio para charlar revisar y volver a disfrutar de anécdotas como las que he comentado.  Aproveché también para ponerlos al tanto de mis inquietudes actuales y al narrar de manera detenida mi actual punto de vista, sobre las cosas que me interesan, el patrimonio, la identidad, el entorno y el mundo digital, los sentimientos los imaginarios y sus múltiples relaciones con el espacio, mi padre tuvo expresiones de desconcierto y que me dejaron ver que aunque comprendía lo que le narraba, no dejaba de sorprenderse y hasta desconcertarse y entonces me dijo:  «te has dedicado a un oficio que no conozco, pero solo el ver la pasión con la que lo cuentas, sé que supiste tener la intuición correcta para ir por lo que te hace bien».

Esa frase me conectó con un momento particular que viví hace no mucho tiempo.  cuando gracias a una coincidencia tonta, abrí mi perfil de twitter el mismo día que supe que mi homologación de titulo había sido rechazada y fue entonces cuando decidí ser Ex Arquitecto.  Sé que parte de eso tiene que ver con la propia morriña de no poder luchar con el sistema, pero otra parte que también me interesa es esa de querer convencerme de que siempre fue más profundo el ánimo de cultivar un oficio, que aún no sé cual es, que el puro hecho de tener una profesión.   Entre lo uno y lo otro, estoy contento con lo que he hecho en estos años y así lo conté cuando fue propicio, pero debo confesar que aunque sé que vengo de familia de «constructores», aún no sé exactamente donde puede estar mi mayor posibilidad de ayudar a los demás.  Pero la sigo buscando.

La estética odiada o Guilty pleasures (o estética urbana)

¿Dónde se aloja la fealdad?

¿os ha sucedido que muchas veces hay temas de los que prefieres no hablar?.  Aquellos que cuando se los toca, sientes algo así cómo una vergüenza ajena?

El ingles, tiene cosas curiosas,  una de ellas es que muchas veces logra definir cosas que en español no tienen un nombre específico, me estoy refiriendo a lo que se suele llamar Guilty Pleasures, traducido como «placeres culpables», aunque su sentido, no tan estricto, creo que es bastante más amplio, dónde es bastante ilustrativo es en la música, aquella que nos rodeaba de niños, la que escuchaban nuestros padres.  No la escogimos, pero cuando nos damos cuenta es parte de nuestra estética,  nos es totalmente familiar, tanto y tanto que es parte de nuestra cultura,  Pero  es también parte de nuestra cultura ese YO que quiero proyectar, ese «uno mismo» que construimos  y en el que ocultamos lo que no se ve bien socialmente.

Algo muy similar ocurre en el espacio urbano, está la ciudad oficial, esa ciudad de los catálogos de las divisiones de turismo de los ayuntamientos y está la otra, la ciudad informal, de la que últimamente estamos aprendiendo mucho.   Dentro de esta ciudad informal, me interesa mucho tanto las dinámicas que la conforman cómo los resultados que se logran…que muchas veces casi de manera espontánea surgen como resultado de procesos no planificados.

Hace poco participé en una convocatoria interesante.  La Asociación de vecinos del Barrio del Pla, en Alicante, convocó a un concurso de fotografía sobre vacíos urbanos y espacios degradados.  Mi propuesta la podéis encontrar en este Meipi, una colección de fotografías producto de derivas urbanas en la zona.  las clasifiqué en cuatro categorías que corresponden a las siguientes definiciones:

Cicatrices urbanas

«Tiritas» Imagen: @mariohidrobo

Nombre que tomé prestado de Diana Piñeiro, con quien con algún tiempo he intercambiado comentarios y criterios acerca del estado y la apariencia de las «medianeras» en los solares en desuso, en medio de barrios consolidados.  Pero el nombre de cicatrices urbanas, destaca de manera gráfica y muy sensible cómo «aféan» los solares de estas características, pero en medio de esa fealdad, se constituyen en una oportunidad inmensa por explorar, desde las posibilidades de uso en proyectos low cost, hasta la constitución de lo que podría ser una red de oportunidades urbanas, obviamente pasando por una reflexión de la ciudad como un espacio de aprendizaje y las definiciones morfológicas que sugiere.

Miradas al cielo

«balcón» IMAGEN: @mariohidrobo

Este es un espacio de reflexión que nació en el interior de las «casas de patio» del centro histórico de Quito, cuando luego de muchos momentos de penumbra tienes la oportunidad de «mirar el cielo», generalmente con un incomparable azul cielo, ese momento de aire, de horizonte con sabor a infinitud, que lo volví a echar de menos en Madrid cuando me di cuenta que el cielo era en gran medida el único espacio de amplitud urbana que te permite «fugar» la mirada en las ciudades densas y compactas. Esta reflexión plantea una mirada distinta a los pozos de luz y cómo la ciudad o el espacio exterior se infiltra en la densidad urbana.

Maquillajes urbanos

«bmw» IMAGEN:@mariohidrobo

Quise definir así a pequeños elementos cotidianos, sobre todo de arte urbano y más escenografías, muchas veces involuntarias, que se encuentra en el entorno urbano y que caracterizan zonas y sectores con una huella de identidad.  Creo que estos elementos son parte muy importante que hablan y definen una estética y en gran medida una forma de expresión de la cultura de las personas que habitan la ciudad.

Centro Histérico de Quito

Hace ya 6 meses que dejé Quito.  Cuando estaba ya casi de salida tuve la desagradable noticia de escuchar muy de cerca que se estaba discutiendo acerca de las posibilidades de ciertos derribos en el Centro Histórico.  Mi permanencia allí me dio para salir en un momento en que de rumor se estaba convirtiendo en fatal decisión y empezaban a darse opiniones de toda índole.

Este tiempo me ha permitido, en cierta medida, presenciar una evolución de la circunstancia en los medios pero sobre todo en la realidad, puesto que se han iniciado ya. Esto, junto con el hecho de haber tenido la oportunidad de trabajar considerablemente dentro del Centro en temas relacionados con Casas, Edificios y monumentos en procesos de recuperación, han tocado muchas cosas dentro de mi, que me han permitido sentir una necesidad de comentar  mi opinión al respecto.

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El Centro histórico de Quito ha tenido muchos momentos y estos no han empezado cuando es declarado patrimonio de la humanidad, título otorgado por la UNESCO y que al ser así son ellos quienes tienen la competencia sobre ese juicio.  Los momentos de Quito, y esto lo saben de sobra quienes conocen a la ciudad de verdad, están inevitablemente relacionados con una complejidad urbana que poco tiene que ver con un monumento. Me refiero en concreto al alma mismo de toda urbe, su población, y mas aún a unas decisiones que salen de toda normativa, de toda dirección y especialmente de toda planificación y que corresponden a los procesos sociales y las relaciones de la ciudad como ente físico en función de dichos procesos.

Las autoridades, pasajeras siempre, tienen competencias, hasta hoy estructuradas por los procesos de elección y sobre ellos las responsabilidades de los ciudadanos, votantes o no.  A favor o en contra.  Competencias estas — decía — que permiten a los mandatarios tomar decisiones, mas o menos pensadas.  Al menos así quiero entender y que se atañen a interese, como no puede ser de otra manera.  La licitud de estos intereses es tema de otra discusión, pero que no dejan de lado la legitimación del accionar social.  Menos aún en un País, Ciudad o conglomerado social que ha sido capaz de cambiar 7 presidentes en 10 años (1995 – 2005).

Desde ese punto de vista, la discusión en si misma me irrita, puesto que no veo que se camine por una senda que conduzca a un proceso de madurez ni en la toma de decisiones (asunto de las autoridades) ni en lo profesional (asunto no solo de los arquitectos) ni en lo social (asunto de todos), que implique aciertos.  Aunque soy franco en reconocer que esto solo se lo puede juzgar»a toro pasado» y en los proceso urbanos creo que esta índole de decisiones lleva, como poco una década.  Para muestra un botón.  Si

recordamos el Centro histórico de Quito antes del terremoto de 1987, recordaremos claramente que hubo un antes y un después de él, sobre todo en la temática de la recuperación patrimonial.  Para entonces la ciudad llevaba ya nueve años como Patrimonio Cultural.

La discusión se ha salido de todo:

La multiplicidad de competencias, Municipio, Ministerios (mas de uno), institutos (competentes o no); gremios profesionales (incompetentes muchos, puesto que no han llegado a resultados, unos, y otros ni siquiera emiten posiciones por temor a herir compromisos políticos), entre todas las autoridades parecían niños hambrientos arranchándose panes, apariencia desagradable, «máxime» si tomamos en cuenta que no son niños, que deberían tener la madurez para afrontar profesionalmente una posición de esa naturaleza, pero también porque ello mismo ponía en manifiesto el desconocimiento del alimento, para el caso, entiéndase «el tema» .  No se trataba de panes, sino probablemente de un tesoro que evidentemente si se degrada, será porque eso ha sido el resultado de su esfuerzo.

Pero sobre todo y lo que mas me llama la atención ha sido ver a una población impávida, discutiendo en redes sociales, medios de comunicación y toda posibilidad de voz, aspectos tan banales cómo la belleza y la fealdad, cómo los aciertos o desaciertos de profesionales que «descansan en paz» y que intervinieron el centro hace mas de medio siglo, evidentemente, cuando el hombre aún no llegaba a la luna, cuando Kevin Linch apenas estaba elaborando los estudios que le llevarían a publicar en el MIT  la imagen de la ciudad,  Pero sobre todo, el mismo Centro histórico de Quito, no había atravesado los momentos y las circunstancias tan importantes en cuanto al reconocimiento de su patrimonio que se dieran desde los noventas en adelante;  procesos difíciles y duros que no terminan de consolidarse debido a la ignorancia de los políticos, o profesionales oportunistas que con intereses individuales siempre, han manejado un botín de ambiciones para conducir los proyectos a sus arcas personales, cosa que he visto suceder en todas las administraciones a las que ha tenido cercanía.

Es fundamental la investigación histórica, como principio esencial del valor evolutivos de las urbes y buenos profesionales no han sido insensibles de estos valores en Quito.  Recuerdo con mucho agrado las investigaciones de los asentamientos pre hispánicos y la reconstrucción de las quebradas originales de Inés del Pino o el estudio la Ciudad y los otros, por Eduardo Kingman, donde se estudian la salubridad del la ciudad y sus connotaciones políticas…si es que hablando de conocimientos y estudios  serios se podría no terminar.  Hay quien ha hecho conocimiento y quien ha hecho negocio, pero entre los unos y los otros el futuro de la ciudad no es prometedor, pero esto no es una calamidad de los malos profesionales, sino una debilidad que la sociedad Quiteña ha permitido y que por tanto en mayor o menor medida es artífice de ella.

Hoy en día está reconocido a nivel global, las sinergias sociales como elemento fundamental de la intervención de centros urbanos.  Esto si bien no es una novedad, siguen en las reflexiones de las autoridades primando la imagen política, la apariencia y el negocio de un círculo reducido, pero lo que creo que es más grave, es que esto no es un accionar ya de intereses, sino que ahora a la distancia, empiezo a entenderlo como un elemento esencial de la identidad Quiteña.

Finalmente y para resumir, no condeno ni considero un sacrilegio el derribo de los edificios en el Centro histórico de Quito. Por sobre todo considero una debilidad ciudadana, el haber permitido que sin un debate adecuado, la ignorancia de autoridades endebles no hayan permitido a la población misma deliberar y llegar a proceso de empoderamiento y toma de decisiones;  Me parece muy triste el haber gestado una intervención de tal importancia, desde la prepotencia y el abuso poco inteligente del poder, eso por sobre todo explica los pocos criterios contemporáneos de intervención en centros sensibles.  Deja ver también, la muy reducida comprensión de las dinámicas sociales sobre el entorno construido y la casi nula comprensión del paisaje urbano como elemento articulador de imaginarios, y estos como elementos fundamentales del sostén y cultivo de la identidad y por tanto, la ignorancia absoluta de los procesos  reales de sostenibilidad de un espacio patrimonial.

Solo espero que el costo que el Centro de Quito en si mismo pague por este error, sea el que precautele de mayores, pero temo equivocarme.

 

#Bueugrafias

En septiembre del año pasado asistí a una experiencia en la Universidad Internacional de Andalucía sobre Hacking Urbano, dirigido por @pacogonzalez de radarq, fue muy divertido y agradable, pero más allá del contenido del curso…como experiencia docente, en propuestas de aprendizaje como estas, lo más valioso que se pueda cimentar, son nuevas relaciones, el tejer red.

En esa oportunidad lo mejor que nos pasó, junto con @Sergihc, fue conocer a dos Gallegos simpatiquísimos, @XulioZe y @AdelaVV.  El curso en sí mismo, propuso un ejercicio práctico que proponía el desarrollo de una estrategia de hacking urbano, en el grupo que trabajé, junto con ellos se trataba de proponer una experimento al rededor de un autobús urbano en Sevilla que unía dos barrios marcadamente opuestos y por las mismas razones, yo diría que en términos urbanos muy característicos, todo esto, para justificar que la relación se vio obligada y con muchas ganas a mantener el contacto de trabajo, es decir seguir construyendo red y tirando de ella.  Nos empezamos a comunicar con asiduidad y establecer relaciones de red, luego de inquietudes y como era de esperarse finalmente de proyectos.  En esto y como la diáspora de relaciones en gente abierta y franca esta siempre dispuesta abrirse y crecer, apareció @María_aak, quien por razones de «travesura» investigativa»…metió mano en #Eglía,  la aventura de Orsieg, que para entonces estaba tomando color de #PFC,  eso permitió acercarnos a un miembro mas de Niquelarte y ampliar los encuentros de intereses.

Urbanismo táctico: acción social para una ciudad sostenible. from pcdunia on Vimeo.

Hacia principios de este año, yo estuve en mi aventura de Alausí, en Sudamérica, de la que todos ellos fueron protagonistas en primer plano, puesto que fueron el motor principal de mantener un dialogo y un reporte de experiencias tanto de manera abierta como en interno,  sobre temas coyunturales de dicho proyecto: patrimonio, hibridación, conservación y mas…todo esto hasta que a mediados de febrero hablaron de estar fraguando una sorpresa.

En un correo @María_aak, me comentó el que mis reportes y comunicación de lo que estaba sucediendo en Alausí, en algo, le había contribuido, inspirado… un camino hacia planterarse/nos un nuevo reto asentado en #Bueu, Galicia.  Luego vinieron más, Pedro, María…

Es así como desde mi comunicación, mis intereses y mis líneas de investigación, he visto nacer #Bueugrafias como un proyecto al que le tengo especial cariño e interés, puesto que lo veo como una posibilidad real de mucho de lo que puede ser el llevar a la práctica varias teorías y experimentos que desde hace tiempo las siento rondar cerca y que muy difícilmente se encuentra oportunidad de vincularlas de manera conjunta.

Está por un lado el conservar, como una apuesta de lo que considero el principal elemento de la cimentación de la identidad.  Acompaña a esto la esencia misma de la rama del urbanismo en el que creo, que es el urbanismo de la gente, el que pone de antemano el deseo de la participación en la construcción de la ciudad por parte de sus actores,   concepto que por definición es la base de la ecología urbana contraponiéndose al deseo del consumo urbano.

Buegrafías
http://orsieg.es/mashup-geo-grafo/

Otro de las razones por las que #Bueugrafias me es importante,  es porque creo que es un proyecto que ha nacido totalmente bajo una estructura metodológica de código abierto y colaborativa y creo que esa característica le da una importancia para mi muy afín con su objetivo fundamental, lo cual cierra una línea de coherencia que muy pocas veces se puede lograr.  Acerca de este tema ya tuve una primera experiencia en #TerrExp,  de la que tengo una gran satisfacción, porque fuimos capaces de abordar uno de los temas que pocas veces se toca en el mundo de los proyectos abiertos y es que pudimos innovar una metodología de reparto de dinero,  y en #hackeasolanda empezábamos muy bien la construcción de los principios rectores del proyecto, pero lastimosamente el proyecto se nos cayo.

#Bueugrafias, ha nacido con estos elementos incorporados por defecto y de manera totalmente emergente, coincidente y grupal.  Este último factor me permite intuir que esto será muy grande.

Imagen de @AdelaVV del equipo de #buegrafias en el trabajo
Imagen de @AdelaVV del equipo de #buegrafias en el trabajo

En este proyecto me siento muy cómodo, independientemente del resultado que arroje y eso creo que es muy importante.

Aeropuerto entre la función y el patrimonio

Prontamente el Aeropuerto de mi ciudad se irá.  Hay un nuevo, novísimo,  tanto y tanto que hasta aún no tiene carretera propia para llegar a él y estoy seguro que serán muchas más las molestias que las ventajas a causa de esto.

Pero no es lo peor.  A razón de las intenciones de este artículo he buscado imágenes antiguas del edificio original y no he podido encontrar ni una sola, así que me he retado a escribir algo, intentando llegar a quien lo lea con imágenes escritas.  Habrán notado mi cabreo y es porque hay pocas cosas que me molesten más que la incoherencia.  En esta ciudad, «Patrimonio de la humanidad», uno de los conceptos que más se maltrata es ese.  El patrimonio.

Siendo así, mi imaginario tiene más razones para que lo trate con cuidado y con el  propósito de homenajear a la inexistencia digital de imágenes del Aeropuerto Mariscal Sucre «antiguo», les voy a contar lo que ese edifico es para mi:

Hace muchos años, a mediados de los setentas, yo vivía en la calle Mosquera Narváez, barrio crecido y consolidado a mediados del siglo pasado, digamos que en la ciudad moderna.  Mis padres habían comprado una parcela de terreno en un barrio muy, pero muy al norte de la ciudad.  Tan al norte que era «cerca del Aeropuerto».  Campo de aviación, le llamaba mi madre.  Cuando nos mudamos allí,  era el carnaval de 1974, yo entraba a primero de primaria, y mi mujer tenía dos meses de nacida, al otro lado del mundo.

Yo crecí con el sonido del aterrizaje y despegue de los aviones ese ruidito…fuuuffff!!!que con el pasar del tiempo casi y se podían reconocer los modelos.

Recuerdo casi con sabor infantil el día que hicimos excursión familiar para ver la inauguración del sistema de iluminación que dio inicio a los vuelos nocturnos.

Una noche de Sábado de adolescentes fiesteros, con mi amigo Paco, caminábamos hacia un cumpleaños formal, salón de hotel de cinco estrellas, de esos que se hacían en los ochentas. Caía una ligera llovisna, tipica Quiteña de invierno, nosotros con traje, corbata prestada del hermano mayor, y al pasar por el borde norte, casi en el monumento al Labrador, fuimos sorprendidos por un aterrizaje, nos calamos enteros y de la vergüenza de aparecer así al cumpleaños, nos amanecimos charlando ahí mismo y creo que fraguamos una amistad entrañable.

Pocos años después, con compañeros universitarios en ese mismo sitio, escalamos las mallas que dividían la vía publica de la pista, para asaltar de manera popular la revuelta de un golpe de estado y subidos a los tanques de guerra que custodiaban los aviones de combate gritábamos: «soldado Ecuatoriano no mates a tu hermano» y eso fue parte de detener de manera popular lo que pudo haber desembocado en una guerra civil.

cuando fui proveedor de una empresa de publicidad recibimos el encargo de una valla publicitaria con la imagen del avión que llagaba a Quito, luego de saber que era exclusivo dadas las dimensiones de la pista, se nos solicitó que en la valla aparezca el específicamente ese avión, el único que no constaba en el cd de la imagen corporativa de la aerolínea.  Este fue el escenario de la sesión fotográfica más difícil de mi vida, 26 fotógrafos con más de 30 cámaras desplegados para captar el aterrizaje y el despegue de dicha nave.

En el aún pequeño terminal que tenía un espejo de agua interior con piedra negra y pecesitos anaranjados, me interesé por saber quien fue Elia Liut, aprendí a percibir lo que era el carácter en la definición del espacio arquitectónico, pero nada de eso será nunca tan importante como todas las despedidas que viví ahí, todas las emociones de reencuentros con incertidumbres, alegrías, risas y llantos.  Pero sobretodo  en aquel gallinero indecente en el que funcionó la penúltima salida internacional, conocí a la mujer de mi vida, con una camiseta de ONG en una noche ventosa de verano.

Ese es el «campo de aviación» que estará en mi imaginario.

aeropuertoquito

La ciudad creció, las necesidades cambiaron, se hicieron concursos, grandes ideas y finalmente una gran obra que terminará de matar un hito urbano, más por el  deterioro de las desacertadas intervenciones y la falta de criterio en la planificación que por la seguridad de la ciudad.  Para que nazcan cosas importantes es fundamental que mueran cosas importantes.  El 14 de Marzo iré por primera vez a recibir a mi familia en el nuevo aeropuerto, pero antes, este 19 iré a despedirme de ese edificio, porque el hito estará en mi imaginario como un patrimonio más de mi historia y sé que de gran parte de la ciudad.