El Taller tiene una naturaleza teórica y práctica en la que intentaré llegar con lo que considero los elementos básicos de la Cultura Digital. He diferenciado tres temas troncales para tratarlos.
Analizaremos como punto de partida la cultura líquida sobre la base de la filosofía de Zygmunt Bauman, a manera de una forma de entender los cambios actuales. La identidad Digital, haciendo una pequeña reseña histórica desde la Web 1.0 hasta la web semántica y las herramientas básicas de comunicación individual. En este bloque me interesa hacer hincapié, en la manera de gestionar nuestra identidad digital con objetivos de red y mundo 2.0, lo que estará estrechamente vinculado con los ejercicios que se plantearán.
En este segundo bloque trataremos las herramientas para la comunicación digital colectiva, herramientas para la comunicación digital abierta y como trabajar en entornos digitales, aquí procuraremos sentar las bases de un trabajo colaborativo que saque el máximo provecho de los recursos de red para contribuir tanto a nuestros trabajos de investigación como al enriquecimiento de la web semántica. Los ejercicios que se plantearán en este módulo nos permitirán comprender el manejo de las herramientas para la comunicación colaborativa y sentar una instrumentalización para proyectos propios.
La ubicuidad y la georeferenciación, experimentaremos el trabajo colaborativo procurando crear una comunidad basada en modelos de gestión de proyectos abiertos y nos ejercitaremos bajo principios de community management y el empleo de redes sociales para investigación y difusión de contenidos. Haremos un ejercicio de deriva urbana con sistemas de registro y mapeo digital. El interés fundamental de este módulo es que podamos ver a la ciudad como un entorno de aprendizaje expandido, a través de documentación transmedia.
Tengo una particular ilusión en este taller, puesto que en gran medida, luego de la experiencia que realizamos junto con Activadores Urbanos el año pasado en los Barrios de la Zona norte de Alicante y de mi experiencia en Alausí a principio de año, hago un compilación de recursos y herramientas digitales como de mapeo colaborativo y oportunidades de investigación y difusión del mundo 2.0, espero que luego de esto, podamos extender las oportunidades de compartir investigaciones con estas gentiles instituciones que han confiado en esta propuesta.
Estoy preparando un taller de identidad digital y redes. La institución para la que lo hago, me ha invitado a pensar en algo de Community management para principios del próximo año y ello me llevado a pensar en que me apetecería hacer y he llegado dos conclusiones.
La primera es lo que no quiero hacerlo. Creo que el mundo oXidental (así con una X a propósito de tachar la tendencia) es muy bueno en «prostituir» conceptos, recuerdo que cuando supe que se estaba enseñando feng shui en las escuelas de negocios de Estados Unidos, se me erizó la piel. Pues no pasó media década para que en los supermercados, gasolineras y grandes superficies aparezcan libros en plan «el feng shui de los negocios». A esa forma de prostitución es a la que me refiero. A esa desproporcionada y desaforada manera de intentar hacer dinero rápido con todo, la que rechazo como parte urgente y prioritaria de no fomentar el neoliberalismo.
Pero no me enrollo más, quien me conoce sabe que no apuesto a ello y por tanto en el mundo del community management no apuesto a sacar el jugo a los «clicks» no uso herramientas que apuestan a visitas. Ni creo que los intereses de una empresa se miden por el número de amigos en Facebook. Ese es el taller que no quiero hacer, además, siendo honestos, de estos encuentras desde gratuitos con titulo de «vendemotos», hasta master de 10.000 euros con titulo de experto en manejo de comunidades extraterrestres.
Lo que me interesa y me preocupa es la manera como se puede sacar rendimiento a las verdaderas potencialidades de la red. Esa capacidad infinita de fractalidad y su registro y producción. Pienso y quiero de la red, un espacio amable, gentil en donde se pueda cultivar los mas nobles propósitos de las mas complejas comunidades. Puede sonar algo altruista, pero no. Creo que debe seguir existiendo la libertad de encontrarse en la red, como uno de los pocos espacios realmente democráticos en donde se puede uno juntar con los que coincides con la peor de las locuras. Así y con el propósito de contribuir a una red limpia y gentil, me gustaría hacer un taller para hablar de los errores de community management, procurando proyectarlos a buenos hábitos que sean una semilla de protocolos limpios que muchas comunidades ya los han logrado.
Si ves o conoces de esos malos hábitos, cómo la gente que no enlaza los mensajes en le correo, contestando desde el «redactar» cada uno, logrando así, que los que pertenecen a una misma conversación no se puedan enlazar. Quien maneja la identidad institucional de un museo y entra a la red una vez al día y envía 35 tweets en 5 minutos…estos y muchos más tuitéalo con el hashtag #redlimpia, escribe a mi correo, o coméntame aquí mismo.
En septiembre del año pasado asistí a una experiencia en la Universidad Internacional de Andalucía sobre Hacking Urbano, dirigido por @pacogonzalez de radarq, fue muy divertido y agradable, pero más allá del contenido del curso…como experiencia docente, en propuestas de aprendizaje como estas, lo más valioso que se pueda cimentar, son nuevas relaciones, el tejer red.
En esa oportunidad lo mejor que nos pasó, junto con @Sergihc, fue conocer a dos Gallegos simpatiquísimos, @XulioZe y @AdelaVV. El curso en sí mismo, propuso un ejercicio práctico que proponía el desarrollo de una estrategia de hacking urbano, en el grupo que trabajé, junto con ellos se trataba de proponer una experimento al rededor de un autobús urbano en Sevilla que unía dos barrios marcadamente opuestos y por las mismas razones, yo diría que en términos urbanos muy característicos, todo esto, para justificar que la relación se vio obligada y con muchas ganas a mantener el contacto de trabajo, es decir seguir construyendo red y tirando de ella. Nos empezamos a comunicar con asiduidad y establecer relaciones de red, luego de inquietudes y como era de esperarse finalmente de proyectos. En esto y como la diáspora de relaciones en gente abierta y franca esta siempre dispuesta abrirse y crecer, apareció @María_aak, quien por razones de «travesura» investigativa»…metió mano en #Eglía, la aventura de Orsieg, que para entonces estaba tomando color de #PFC, eso permitió acercarnos a un miembro mas de Niquelarte y ampliar los encuentros de intereses.
Hacia principios de este año, yo estuve en mi aventura de Alausí, en Sudamérica, de la que todos ellos fueron protagonistas en primer plano, puesto que fueron el motor principal de mantener un dialogo y un reporte de experiencias tanto de manera abierta como en interno, sobre temas coyunturales de dicho proyecto: patrimonio, hibridación, conservación y mas…todo esto hasta que a mediados de febrero hablaron de estar fraguando una sorpresa.
En un correo @María_aak, me comentó el que mis reportes y comunicación de lo que estaba sucediendo en Alausí, en algo, le había contribuido, inspirado… un camino hacia planterarse/nos un nuevo reto asentado en #Bueu, Galicia. Luego vinieron más, Pedro, María…
Es así como desde mi comunicación, mis intereses y mis líneas de investigación, he visto nacer #Bueugrafias como un proyecto al que le tengo especial cariño e interés, puesto que lo veo como una posibilidad real de mucho de lo que puede ser el llevar a la práctica varias teorías y experimentos que desde hace tiempo las siento rondar cerca y que muy difícilmente se encuentra oportunidad de vincularlas de manera conjunta.
Está por un lado el conservar, como una apuesta de lo que considero el principal elemento de la cimentación de la identidad. Acompaña a esto la esencia misma de la rama del urbanismo en el que creo, que es el urbanismo de la gente, el que pone de antemano el deseo de la participación en la construcción de la ciudad por parte de sus actores, concepto que por definición es la base de la ecología urbana contraponiéndose al deseo del consumo urbano.
Otro de las razones por las que #Bueugrafias me es importante, es porque creo que es un proyecto que ha nacido totalmente bajo una estructura metodológica de código abierto y colaborativa y creo que esa característica le da una importancia para mi muy afín con su objetivo fundamental, lo cual cierra una línea de coherencia que muy pocas veces se puede lograr. Acerca de este tema ya tuve una primera experiencia en #TerrExp, de la que tengo una gran satisfacción, porque fuimos capaces de abordar uno de los temas que pocas veces se toca en el mundo de los proyectos abiertos y es que pudimos innovar una metodología de reparto de dinero, y en #hackeasolanda empezábamos muy bien la construcción de los principios rectores del proyecto, pero lastimosamente el proyecto se nos cayo.
#Bueugrafias, ha nacido con estos elementos incorporados por defecto y de manera totalmente emergente, coincidente y grupal. Este último factor me permite intuir que esto será muy grande.
En este proyecto me siento muy cómodo, independientemente del resultado que arroje y eso creo que es muy importante.
En un momento inicial, tenía algún temor de publicar o contar…narrar algo más de este proyecto, puesto que existía implícita una clausula de confidencialidad. Esta es la razón por la que, los otros post que corresponden a esta etiqueta – proyecto, ha debido ser, más bien una narración tangencial, diría yo, pero ahora que tengo más clara y firme la diferencia entre los productos entregados como resultado del proyecto, a los que hacía referencia dicha limitación, y mis reflexiones, tanto en lo humano como en lo profesional, se me hace más ligero el poder expresarlas y creo que con un afán sobretodo de frescura en la narración creo que es mejor hacerla desde lo anecdótico y lo cronológico.
El proyecto se inicia ganado por concurso con el despacho con el que he compartido la mayor parte de mi experiencia profesional, López y López arquitectos. Estudio con el que trabajamos en intervenciones en el patrimonio Arquitectónico de Quito.
Las bases de convocatoria, demandan una intervención arquitectónica y urbanística del llamado «eje de identidad del tren». Definido como la trayectoria de éste, a su paso por el interior urbano de la ciudad de Alausí, (provincia del Chimborazo, Ecuador.) procurando la creación de un entorno que fomente el emprendimiento identitario y la puesta en valor del patrimonio.
En la elaboración de la primera etapa, la de estudios previos, encontramos varios elementos importantes:
Un fuerte componente histórico, que marcan un antes y un después de la ciudad con el hecho de la llegada del tren. Lo que se ve reflejado tanto el una morfología urbana. La ruptura de manzanas en damero, por el trazo del tren, elementos más identitarios e intangibles, como la lógica de la celebración de fiestas, desfiles y otros eventos cívicos, ritualísticos e incluso elementos simbólicos, un parque principal carente de la simbología típica de los poderes en la plaza principal, que suelen estarían, mas bien, representados en la estación del tren y una plaza – tianguez – feria, que representaba el poder comunitario y la esencia de la dinámica que proporcionaba el flujo del tren, en cuanto a generador de tejido social, cultural y económico.
Un elemento adicional, proporcionado por la demografía, que marcaban una población estudiantil superior a la población urbana, fenómeno generado por la cantidad de estudiantes de zonas sub urbanas, mayoritariamente campesinas e indígenas.
De lo anterior, una determinada condición de relatividad de la población urbana (4500 hbts) frente a la población campesina (50.000) asentada en un entorno inmediato y para quienes, dentro de un marco diferenciativo de condiciones culturales, (urbana, mayoritariamente mestiza y rural mayoritariamente campesina e indígena), lo urbano como elemento simbólico, tenía una representación diferente dentro de su cosmovisión, elementos culturales, pero sobre todo en los imaginarios.
El Escenario se nos transformó de una puesta en valor del patrimonio a una pugna por elementos de superviviencia e intercambio socio-cultural, con riesgos de vulnerabilidad urbana y con fuertes carencias de oportunidades y medios de producción.
En este escenarios, pudimos reconocer que los espacios en los que los encuentros sociales eran libres de prejuicios y de manera coincidente en valores y conexiones sociales estaban alrededor de dos ámbitos, los niños y la juventud,y la naturaleza, por esta razón intuimos que estas temáticas debían estar presentes de manera potente dentro de la propuesta.
La propuesta consistió en un sistema híbrido de intervención en el patrimonio. Desde lo material y tangible: interviniendo el patrimonio arquitectónico y urbanístico con un fuerte énfasis en la memoria, retomando elementos muy sensibles del pasado, en todas las escalas de intervención: traza urbana, Naturaleza, paisaje, color, además de una puesta a punto de infraestructuras que iban desde alcantarillado y agua potable hasta wifi en espacios públicos. Desde lo intangible, se procuró crear espacios para permitir el encuentro y el dialogo, dotar instrumentos que permitan una construcción abierta y participativa de la identidad y de la gestión del patrimonio.
Como espacios particularmente satisfactorios y agradables dentro de lo que fue la toma de decisiones, recuerdo varios los iré narrando, no necesariamente al azar ni cronológicamente, sino más bien en un orden aleatorio que permita sentir y ver como aquellas experiencias se han quedado ancladas en mi imaginario…pero eso será para un post con cada uno.
El próximo miércoles en la plataforma de pensamiento en red Think Commons a las 19:30, la gente de Niquelarte con quienes estamos trabajando Bueugrafías, me han invitado a participar de un dialogo en el que se plantea, la esencia más profunda del patrimonio. En este caso, se me ha pedido intervenir de manera corta explicando el mapeo de los imaginarios y su relación con mi proyecto #Alausi.
La verdad es que me lo he pensado, he encontrado más de un ejemplo pero me inquietaba la forma de contarlo, ahora estoy seguro.
Quiero contar que mi el #Bicomun que encontré en el proyecto de #Alausi, es el #color, y su uso como un elemento de expresión de la cultura y el libre ejercicio de la Identidad y la construcción del patrimonio.
“El color únicamente se materializa cuando la luz rebota en una superficie hasta nuestras retinas, lo que nos muestra que, de hecho, el análisis de los colores tiene que ver con nuestra capacidad de analizarnos.”
«Leer es respirar, es devenir». Oliafur eliason.
Esa capacidad de análisis y síntesis es un constructo cultural en el que media nuestra memoria. Es un imaginario.
“Home has nothing to do with hearth, and everything to do with a state of mind; that one man´s home may be his compatriot´s exile; that home is, finally, not a physical place, but role and the self we choose to occupy”.
Pico Iyer
(1).
“La casa no tiene nada que ver con el hogar y todo que ver con un estado mental, la casa de un hombre puede ser el exilio de su compatriota. Esa casa finalmente no es un lugar físico sino un rol que elegimos ocupar”.
Pico Iyer
Mucho tiempo he pensado en el viaje y creo que mucho más viajando dentro de la ciudad y esto que tiene poco que ver con hacer una maleta, pasar horas en un no lugar, llámese aeropuerto, llámese estación de autobuses o trenes, o finalmente terminal…Que curioso!!!…a veces partimos…empezamos, desde “la terminal”. Un edificio que se llama igual que uno de los estados médicos más cercanos a la muerte. Tal vez porque intentamos que allí muera algo, para que un otro “algo” nazca.
Cuando he intentado definir que es un viaje me he sentido totalmente alejado de la idea de «la escapada». La gente se «escapa» de fin de semana, se da una “escapadita” a sitios que están en películas, donde hay montones de personas haciendo lo más cercano a nada.
(2).
«En latín, salida se dice exitus, que los ingleses tradujeron por exit. La inteligencia conduce al éxito.
Ese mismo idioma (…) tiene un verbo, stupere, que significa quedarse quieto, inmóvil, paralizado y, en sentido traslaticio, mentalmente detenido como delante de un cartel que dijera stop.
De ahí deriva la palabra estúpido: hombre que permanece entrampado por un problema sin atinar con la salida (…)”
Marco De Nervi
Rompemos nuestro estado de quietud y nos disponemos a la incertidumbre que nos depara tras las paredes o puertas.
La etimología de “viaje”, nos conecta con vía (camino), lo que generalmente nos insinúa un “desde” y un “hasta”.
Especulando entre esos límites, encuentro que en medio nos queda el “viaje”, el espacio, la línea (no necesariamente recta) que las une.
El inicio que se marca en la casa, la protección y la seguridad de nuestra intimidad, como somos y como vivimos paredes adentro.
Fuera, está la incertidumbre del azar, la sorpresa, la disponibilidad a verse deslumbrado o sorprendido por el descubrimiento que implica lo impredecible del camino, la calle, el exterior, la aventura.
(3).
“(…) Estos elementos significaban una experiencia intensa, Libertad, nuevas relaciones humanas, sobre todo una nueva experiencia del paisaje”.
John Brinckerhoff Jackson
Mi experiencia como emigrante me ha permitido andar y vivir en “otras ciudades”, en donde he descubierto que la misma metáfora casa – camino se puede aplicar a la ciudad natal – ciudad nueva.
(4)
“Desplazarse en el paisaje implica una puesta en escena (…) desplazarse….movimiento generación de espacio. Implicarse en esa puesta en escena mediada por la memoria (…) esa mediación es una construcción cultural”.
Olafur Eliasson
En la observación de ese entorno nuevo, construido, natural… se puede encontrar nuevos roles, nuevos actores, pero sobre todo se reconocen distintas estrategias de sociabilización, distintas reglas de intercambio y distintos productos de intercambio. Se percibe además una forma distinta de relacionarse con el paisaje.
(5)
«la vida de la ciudad depende de la dispar interacción entre desconocidos, que produce un cambio en la conducta individual».
Steven Johnson
Es allí justamente en donde encuentro un ejercicio de construcción de identidad, en ese mediar entre la memoria, y esa nueva lectura del paisaje. Lo que queremos (…y no) aceptar como una nueva experiencia, en la que nos vemos cautivados, seducidos muchas veces, por algunos elementos que para otros (natales) son parte de su patrimonio.
(6)
Se vive un momento en que la calle vuelve a ser reivindicada como espacio para la creatividad y la emancipación, al tiempo que la dimensión política del espacio público es crecientemente colocada en el centro de las discusiones en favor de una radicalización y una generalización de la democracia.
Manuel Delgado
La tarea fundamental del espacio público, lo encuentro en el gesto generoso que provoca relaciones hospitalarias, brinda condiciones para entablar dichas mediaciones, que a su vez se convierten “constructos” culturales, ese ir y venir de los intercambios ciudadanos en el que priman recursos que son cautivos, a día de hoy, dentro de la sociedad de consumo.
(7)
(…)Todo esto me obliga a mirar la ciudad no tanto como el ejercicio de los sectores dominantes sobre el pueblo inerme, según distintas apreciaciones marxistas que han descubierto prácticamente en su totalidad la estructuración simbólica de la ciudad, sino como el lugar del mestizaje y del encuentro cultural. La ciudad mezcla hábitos, percepciones, historias, en fin, “culturas haciéndose como costuras “como dice un “escritor español” hablando de la estética contemporánea permeable de lo light. (Salabert, 1988:10)(…)
Armando Silva
(1)_Fuguet, Alberto, “Apuntes Autistas”. Ediciones Alfaguara. Santiago de Chile. 2009
(2)_De Nervi, Marco. “La Nación”. Buenos Aires, Argentina, 23 de octubre de 1987.
(3)_Brinckerhoff Jackson, John. “Las carreteras forman parte del paisaje”. Gustavo Gili mínima. Barcelona, España.
(4)_Eliasson, Olafur. “Leer es respirar, es devenir. Escritos de Olafur Eliasson”. Gustavo Gili. Barcelona, España.
(5)_Johnson, Steven. “SISTEMAS EMERGENTES o que tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y software». Editorial Turner. Fondo de cultura económica. pg 87 y cita explicativa nº25 capitulo «en la calle».
Prontamente el Aeropuerto de mi ciudad se irá. Hay un nuevo, novísimo, tanto y tanto que hasta aún no tiene carretera propia para llegar a él y estoy seguro que serán muchas más las molestias que las ventajas a causa de esto.
Pero no es lo peor. A razón de las intenciones de este artículo he buscado imágenes antiguas del edificio original y no he podido encontrar ni una sola, así que me he retado a escribir algo, intentando llegar a quien lo lea con imágenes escritas. Habrán notado mi cabreo y es porque hay pocas cosas que me molesten más que la incoherencia. En esta ciudad, «Patrimonio de la humanidad», uno de los conceptos que más se maltrata es ese. El patrimonio.
Siendo así, mi imaginario tiene más razones para que lo trate con cuidado y con el propósito de homenajear a la inexistencia digital de imágenes del Aeropuerto Mariscal Sucre «antiguo», les voy a contar lo que ese edifico es para mi:
Hace muchos años, a mediados de los setentas, yo vivía en la calle Mosquera Narváez, barrio crecido y consolidado a mediados del siglo pasado, digamos que en la ciudad moderna. Mis padres habían comprado una parcela de terreno en un barrio muy, pero muy al norte de la ciudad. Tan al norte que era «cerca del Aeropuerto». Campo de aviación, le llamaba mi madre. Cuando nos mudamos allí, era el carnaval de 1974, yo entraba a primero de primaria, y mi mujer tenía dos meses de nacida, al otro lado del mundo.
Yo crecí con el sonido del aterrizaje y despegue de los aviones ese ruidito…fuuuffff!!!que con el pasar del tiempo casi y se podían reconocer los modelos.
Recuerdo casi con sabor infantil el día que hicimos excursión familiar para ver la inauguración del sistema de iluminación que dio inicio a los vuelos nocturnos.
Una noche de Sábado de adolescentes fiesteros, con mi amigo Paco, caminábamos hacia un cumpleaños formal, salón de hotel de cinco estrellas, de esos que se hacían en los ochentas. Caía una ligera llovisna, tipica Quiteña de invierno, nosotros con traje, corbata prestada del hermano mayor, y al pasar por el borde norte, casi en el monumento al Labrador, fuimos sorprendidos por un aterrizaje, nos calamos enteros y de la vergüenza de aparecer así al cumpleaños, nos amanecimos charlando ahí mismo y creo que fraguamos una amistad entrañable.
Pocos años después, con compañeros universitarios en ese mismo sitio, escalamos las mallas que dividían la vía publica de la pista, para asaltar de manera popular la revuelta de un golpe de estado y subidos a los tanques de guerra que custodiaban los aviones de combate gritábamos: «soldado Ecuatoriano no mates a tu hermano» y eso fue parte de detener de manera popular lo que pudo haber desembocado en una guerra civil.
cuando fui proveedor de una empresa de publicidad recibimos el encargo de una valla publicitaria con la imagen del avión que llagaba a Quito, luego de saber que era exclusivo dadas las dimensiones de la pista, se nos solicitó que en la valla aparezca el específicamente ese avión, el único que no constaba en el cd de la imagen corporativa de la aerolínea. Este fue el escenario de la sesión fotográfica más difícil de mi vida, 26 fotógrafos con más de 30 cámaras desplegados para captar el aterrizaje y el despegue de dicha nave.
En el aún pequeño terminal que tenía un espejo de agua interior con piedra negra y pecesitos anaranjados, me interesé por saber quien fue Elia Liut,aprendí a percibir lo que era el carácter en la definición del espacio arquitectónico, pero nada de eso será nunca tan importante como todas las despedidas que viví ahí, todas las emociones de reencuentros con incertidumbres, alegrías, risas y llantos. Pero sobretodo en aquel gallinero indecente en el que funcionó la penúltima salida internacional, conocí a la mujer de mi vida, con una camiseta de ONG en una noche ventosa de verano.
Ese es el «campo de aviación» que estará en mi imaginario.
La ciudad creció, las necesidades cambiaron, se hicieron concursos, grandes ideas y finalmente una gran obra que terminará de matar un hito urbano, más por el deterioro de las desacertadas intervenciones y la falta de criterio en la planificación que por la seguridad de la ciudad. Para que nazcan cosas importantes es fundamental que mueran cosas importantes. El 14 de Marzo iré por primera vez a recibir a mi familia en el nuevo aeropuerto, pero antes, este 19 iré a despedirme de ese edificio, porque el hito estará en mi imaginario como un patrimonio más de mi historia y sé que de gran parte de la ciudad.
Cuando viajas, se trastoca la cotidianidad. Es inevitable….sales de unas rutinas y te enganchas a algo nuevo. Un algo inesperado, un algo de desconcierto y sorpresas. Un «algo» que te remite a experiencias anteriores y obliga a rascar en la memoria. Pero cuando viajas al lugar dónde se ha sembrado tu identidad, se remueven montones de imaginarios. Ahora mismo estoy de viaje, estoy en una experiencia que me está permitiendo descubrir muchas de las inquietudes que a propósito de la construcción del Mapa sentimental de Alicante, las encontré mucho más asentadas de lo que yo imaginaba. En aquella experiencia, pude comprender que yo había desarrollado una destreza de adaptación de algunos de mis imaginarios sentimentales, originarios de un entorno, a otra ciudad. Pero ahora que estoy de nuevo en aquellos escenarios, la percepción de la ciudad la encuentro diferente, siento que en principio me es algo ajena, sobre todo en cuanto al paisaje, las imágenes escenográficas de esos sentimientos, de esos recorridos, de esos edificios. Sin embargo los códigos con los que uno se relaciona, el lenguaje, los modismos, la manera como me muevo en la ciudad, esas pequeñas detalles de un lenguaje de intercambio con el que me relaciono, esos elementos que en condición elemental permiten la supervivencia, están grabados en un espacio de mi disco duro que me permite interactuar casi de manera totalmente innata. Esos elementos posiblemente son parte de las memoria colectiva que todos tenemos, las de unas personas distintas de otras y las de unas ciudades distintas de otras y que, insisto, son parte de una manera de sobrevivir. En esa medida estos elementos son herramientas de comunicación y las herramientas forman parte del patrimonio, un acervo inmaterial, cambiante, vivo, muchas veces de difícil lectura y mucho más de comprensión.
¿dónde está la identidad?
Cuando derivo por una ciudad, las pistas o imágenes más representativas de esto me saltan a la vista y creo que en su «hilar en fino» se puede encontrar los rasgos más importantes de la identidad. Descifrar una ciudad no es fácil, pero creo que es un atentado, pensar que donde no encontramos una huella clara y marcada de ese gran producto que la ciudad «vende», podemos afirmar que carece de identidad. Éste un tema complejo, tiene componentes de demasiadas naturalezas y creo que es más franco recurrir a la intuición y a la sensibilidad para verlas, antes que pretender estudiarlas científicamente. Claro, esto depende de la necesidad.
¿cómo precisas la identidad de una grupo humano en cuyo entorno vas o quieres intervenir?
No creo que sea inventariando las partes de su patrimonio. creo que es comprendiendo. confieso que no se explicarme bien…es un tema complejo, pero insisto, creo que es mejor actuar desde la sensibilidad.
Por ahora solo quiero recordar una anécdota más y es que cuando desarrollé el Mapa sentimental de Alicante, en el vídeo que representó mi trabajo final y que se adjunta en la entrada del enlace, usé la bicicleta como un medio…sostén…soporte de una deriva explicativa que mostraba el trabajo y el resultado. Ésto es como desplegué mis imaginarios y los adapté en soportes de la nueva ciudad (Alicante) traídos de mi entorno natural, Quito. Ahora, he tenido la oportunidad, aprovechando del Bicipaseo dominical, de hacer el recorrido en el que se cimentaron esos imaginarios. El vídeo tiene muy poca calidad, porque fue hecho de manera muy artesanal, sobre bici alquilada y con una sola mano, pero si sois cuidadosos y se fijan sobretodo en el entorno y los sonidos, podrán percibir valores importantes.
Y si en esto debo poner banda sonora, no pensaría en otra que la improvisación que hiciera Omar Sosa sobre Quito en el Programa Carne Cruda:
Luego de algunos avatares temporales, he logrado volver a ser ciclista urbano. El otro día escuchaba a Juan José Millas, a propósito de la reducción del límite de velocidad en las autovías a 110 Km/h, comentaba que le parecía que era un límite humano, porque permitía mirar, observar, ver el rostro de las personas. Algo similar es lo que pasa con la bicicleta. Yo apuesto a que la mayor contribución que hace un sistema de movilidad de tracción humana como este, es la posibilidad de la inmersión en el paisaje, la misma que está relacionada con un equilibrio entre nuestra velocidad de desplazamiento y la velocidad de la ciudad, que a lo mejor es lo más cercano a lo que se podría definir como el Latido de la ciudad, su pulso.
Pero lo interesante es que esa actitud, de «soy parte de», que implica disponerse a vivir la ciudad, se contrasta potencialmente con el aislamiento del automóvil. que no está nada mal: mola ir con aire acondicionado mientras fuera hay más de 30 grados, está bien disponer de un vasto surtido musical, los niveles de confortabilidad a día de hoy son espectaculares, pero sobre todo, el automóvil está vinculado con un concepto: El individualismo, yo y mi micro mundo inmune. El cual, demás está decir, que se contrapone con la generosidad y la consideración al los demás, conceptos básicos de vivir en sociedad y territorialmente en ciudad.
La bicicleta es otra cosa, su concepto en si mismo vincula una capacidad totalmente humana, yo y mi tracción, mi potencialidad y ni tenacidad. La bicicleta además te pone en una franca vulnerabilidad (desgraciadamente desagradable, si lo enfocamos desde las posibilidades de descuido y agresión vehicular) a los estímulos urbanos, sus sonidos (que no todos tienen por que ser sinónimo de pitos y contaminación) sus olores, (que no todos son sinónimo de smog), en definitiva, su pulso. El tema es como nos queremos plantear la experiencia de la ciudad, como actores, generosos, sí, vulnerables, o con la mezquindad propia de esta época. Como queremos vivir nuestra experiencia urbana. desde el egoísmo o desde la generosidad. desde cual de estas perspectivas podemos construir un civismo útil y contemporáneo.
Como comenté anteriormente, presenté una charla con Arquitectos sin fronteras en el evento enREDándonos en la zona Norte de Alicante. Estoy muy contento con lo que ha sido mi aporte, involucración dentro del proceso y el resultado obtenido. La conclusión más importante que me llevo, es que todas las gestiones de esta índole generan un efecto de partida múltiple.
Por un lado, se logró el objetivo principal del curso: identificar las problemáticas y oportunidades arquitectónico/urbanas (y que yo me permito incluir «sociales«) de la Zona norte de Alicante y estimular el tejido social existente dotándolo de herramientas participativas que impulsen el activismo urbano. Creo pertinente confesar que pudo haber una mayor asistencia de vecinos, pero igualmente, en la medida de la presencia de técnicos y gente involucrada en diversas instancias que marcan el porvenir del barrio se logró transmitir cosas muy importantes.
Rubén Bodewig hizo un recorrido histórico de los momentos y barrios más importantes de la zona norte, desde una perspectiva del desarrollo urbano y su relación con las coyunturas históricas tanto nacionales como internacionales lo que generó un candente debate, aparentemente por intrascendencias de detalles cronológicos, que yo quise leer, más bien como un síntoma muy interior de los vecinos, de las circunstancias reales de marginación urbana, que desde siempre ha tenido la el sector. Me ha sorprendido comprender desde la historia, cómo el urbanismo puede marcar estrategias de marginación tan radical y evidente.
Pepe Aracil, explicó otra manera de acercarnos a la arquitectura del barrio, mostrándonos como lo ven los niños, todo esto como un estudio que fue parte de su proyecto de fin de carrera. Un trabajo muy fresco, creativo y libre, lleno casi de una «ternura plástica» que además fue un magnífico preámbulo para mi conferencia, que como lo había comentado antes, se fundamentó en tres partes:
Una primera en la que abordé el viaje como una experiencia urbana, para lo que fue imprescindible «filosofar» un poco acerca de lo que implica el viaje como instinto básico de movilidad, de donde parte y que nos representa hoy en día.
Luego, como segunda instancia, propuse el análisis de La psicogeografía como un recurso del análisis urbano, empecé ejemplificando con algunos proyectos a partir de cuyas experiencias procuré dejar en claro los propósitos, la forma de trabajo y lo que suponen las derivas como elemento de construcción identitaria y por tanto básico en las propuestas de análisis de la intervención urbana.
Finalmente la tercera parte consistió en una Deriva, por el sector y en concreto con el solar que se nos había permitido intervenir para el taller de la puesta en común final.
La segunda sesión empezó con el arquitecto Luis Cánovas quien, a través de casos reales de la Zona Norte trató de concienciarnos de la importancia del cuidado de los edificios para vivir en mejores condiciones tanto estéticas como saludables.
A continuación Laura Gea, de Activadores Urbanos, explicó a través del Urban Training una alternativa a la metodología piramidal actual del diseño urbano, la ciudad “Bottom Up” donde los ciudadanos dejan de ser meros consumidores y pasan a ser prosumers, productores de ciudad participando de forma activa en los procesos de configuración de la ciudad, recuperando el empoderamiento de los espacios comunitarios. El “Urban Training” aglutina nuevos actores, conceptos y acciones en torno al urbanismo emergente y participativo, cuyo aprendizaje, enmarcado dentro de la sostenibilidad, la autogestión y el reciclaje, dota al ciudadano de nuevas herramientas digitales, constructivas y de lectura del espacio, con el objetivo de crear redes de intereses y habilidades, capaces de generar proyectos de transformación de los espacios urbanos. Luego, realizó un recorrido por diferentes ejemplos de acciones urbanas, uno de los instrumentos del “Urban Training” y que permiten experimentar mediante prueba-error con los elementos y escenarios del espacio urbano, generando nuevas usos y sensaciones entre los ciudadanos. Finalmente, el trabajo conjunto de laminúscula, el fabricante de espheras y Crearqció fue fundamental, en su intervención se marcó un contexto muy importante de lo que es tomar partido en el sitio mismo de las acciones urbanas a través de la experiencia del espacio autogestionado El Solar Corona de Valencia, donde tienen cabida todo tipo de eventos culturales y de auto-aprendizaje colectivo, por parte de cualquier asociación y vecino del barrio.
El resto de las sesiones no han tenido desperdicio. cada una ha aportado elementos fundamentales para el accionar del barrio. Llanos Rodriguez de Alicante accesible, destacó la accesibilidad como uno de los elementos del urbanismo que posibilita mayor vulnerabilidad a los habitantes. Jorge Toledo marcó elementos importantes dentro de lo que son las relaciones del mundo abierto, el compartir y la las redes.
Seguidamente Mono Destudio hizo una charla expositiva de como debería componerse la ciudad social, ésto como preámbulo al taller a través de su técnica de infomap para recoger los datos y elementos necesarios para el día siguiente en que enfrentamos un taller a manera de acción urbana para dejar plasmado en el solar objeto de todas las prácticas, las espectativas y necesidades del barrio.
Posteriormente a todo esto, varios de los actores de este evento nos hemos vuelto a reunir, lo que marca una importante intencionalidad por dar continuidad a los intereses por mejorar el bienestar de la zona norte. Esperamos que continúen!!!
Mi padre me solía contar que cuando llegó a la capital para estudiar en la universidad, acostumbraba a dedicar los fines de semana a conocer la ciudad. Tomaba algún autobús al azar y se dejaba llevar por la ruta de la linea escogida. Gran metáfora: «dejar que una línea guíe tu aprendizaje», pero yo diría que mejor aún si esa línea es curva, porque pasas por más puntos.
Acaban de suceder un par de cosas que para mi son importantes:
Por un lado varias la confluencia de tres elementos, los caminos de la información dispersa, que en gran medida me ha permitido aclararme que no tengo un desajuste en mi capacidad de concentración. Sino que definitivamente no puedo trabajar de forma lineal.
Por otro lado el gran gusto de haber cumplido con mis amigos de Galicia, con una entrevistaque me ha sido muy particular ya que ha coincidido con el llevar a cabo una deriva justamente del tema tratado. Los mapas sentimentales y la psicogeografía. Pero aunque esa experiencia lo dejaré para otro post, estos dos elementos coincidentes han visto una oportunidad en juntarse y proyectarse a través de varias intuiciones.
Sí…no-lineales…hacia otro ámbito de investigación del territorio. Parecerá que me he puesto místico, como efecto de las predicciones mayas, pero no. Empiezo muy seriamente a entender donde se juntan los elementos del conocimiento científico urbano contemporáneo, con las posibilidades de aporte de otras no ciencias, que van desde la psicogeografía hasta el feng shui. Tengo que publicar las reflexiones que están siendo fruto de esto.
Se ha terminado el verano…y ha estado movidillo…yo con este fin de Agosto he marcado una etapa de hacer cosas que me ha obligado a documentar poco o casi nada, pero esto es bueno, porque ahora tengo mucho que documentar, tengo mucho material que procesar en unas «mini» vacaciones que me daré para poder procesar mucho material.
Esto es bueno también porque reitera el principio de muchas de las principales cosas que me mueven ahora, el aprender haciendo, no es tan fácil y aunque desarrollas didáctica en esto yo intento ser objetivo y sé que lo documental es uno más de mis lados muy débiles, pero solo se resuelve poniéndose. Hoy he terminado una etapa importante de hacer y ahora hay que procesar, algo de registro si que tengo y de ahí partiré.